El grupo radical islamista Boko Haram ha perpetuado en los últimos diez días varios atentados de gran dureza contra la población de Nigeria, que ha sufrido graves pérdidas humanas. El pasado fin de semana, una niña cargada de explosivos detonó en la entrada de un mercado de Maiduguri, la capital del Estado de Borno y uno de los enclaves fundamentales en la agenda de la milicia terrorista.
En el ataque murieron, al menos, 19 personas y alrededor de veinte resultaron heridas. Al parecer, la niña podría ser una de las 200 estudiantes que la banda armada secuestró en una escuela el pasado mes de abril como parte de una campaña política en contra de la educación occidental en los estados de Borno, Yobe y Adamawa.
Paralelamente, en Potiskum, en el estado de Yobe, una de las zonas más afectadas por la violencia del grupo islamista, dos niñas vestidas con chalecos explosivos, causaron al menos cinco muertos -incluídos las dos niñas- y más de 25 heridos en un mercado al aire libre.
La milicia liderada por Abubaker Shekau fue fundada en el año 2002 y bautizada por los pueblos locales afectados por la violencia con el nombre de Boko Haram, nombre que se interpreta como ‘la educación occidental es un pecado’. En realidad, su verdadero nombre es ‘Partidarios de la comunidad de sunnah para la misión y la lucha’ y sus intenciones y objetivos son volver a las prácticas derivadas de las fuentes originales del Islam.
Aunque la ONU declaró que el grupo tiene conexiones con al-Qaeda, la ideología del grupo no está totalmente aclarada ya que la insurgencia se dirigió en sus orígenes en contra del gobierno nigeriano, pero actualmente los ataques se dirigen hacia blancos civiles y religiosos, como la sangrienta ofensiva llevada a cabo hace pocos días en la población de Baga, en el estado de Borno a orillas del lago Chad. El ataque comenzó con el control de la base militar de la Fuerza Multinacional de Acción Conjunta para después llevar a cabo la ofensiva más letal jamás perpetuada por este grupo armado que, aunque las cifras aún no están confirmadas, acabó con la vida de unas 2.000 personas.
Daniel Eyre, investigador de Amnistía Internacional declaró que «si los informes que nos llegan son ciertos, la ciudad ha sido completamente arrasada y cientos de civiles -o incluso hasta 2.000- han muerto. Se trataría de una sangrienta y perturbadora escalada de las masacres del grupo contra la población«. La ONG alerta de la necesidad urgente de que el gobierno nigeriano detenga «este sinsentido para proteger a una población que vivie constantemente aterrorizada ante estos ataque«, ha indicado Eyre.
Según las fuentes y los testimonios de testigos que lograron escapar de Baga, tras la huída del los soldados desplegados en la zona, los insurgentes dispararon indiscriminadamente contra la población y quemaron sus viviendas.
El terror instaurado por Boko Haram en Nigeria ha hecho que más de un millón de nigerianos huyan de sus poblaciones buscando, en muchas ocasiones, refugio en sus vecinos Chad, Níger y Camerún, países que, junto a Nigeria, forman la Fuerza Multinacional de Acción Conjunta (MNJTF), fuerza a la que pertenece la base militar de Baga atacada por el grupo armado Boko Haram la pasada semana.
Por el momento, ni el ejército nigeriano ni la MNJTF son capaces de hacer frente a este grupo radical que durante el año 2014 mató a más de 10 mil personas.