Un policía blanco de Ohio mató a un niño negro de 13 años que sacó una arma que finalmente resultó ser de aire comprimido. El agente disparó fatalmente contra el menor durante unos disturbios en una calle de Columbus, la capital del estado.
Los hechos ocurrieron en la noche de este miércoles cuando el adolescente cayó abatido por el tiroteo, en un nuevo caso que alimenta la tensión racial por los abusos policiales contra los ciudadanos negros de este país.
El jefe de policía de la ciudad aseguró que la muerte del joven ha sido «una tragedia» y defendió el actuar del agente implicado, Bryan Mason, porque, según dijo, la pistola es prácticamente idéntica a la que utiliza el cuerpo policial.
Por la investigación abierta para esclarecer los hechos, el agente, que lleva nueve años en el cuerpo policial, ha sido retirado de la calle y temporalmente se le asignaron tareas administrativas. El agente que mató al niño estuvo involucrado en 2012 en un tiroteo que le quitó la vida a un hombre, sin embargo, la policía determinó entonces que no había actuado de manera incorrecta.
A través de un comunicado, la familia de la víctima explicó que tiene «numerosos testigos directos que entran en conflicto con la versión oficial de los hechos».
El caso llega pocos días después de que el pasado mes de agosto, las autoridades de Milwaukee decretaran un toque de queda para menores de 18 años, luego de las consecuentes manifestaciones en contra del homicidio de Sylville Smith.
El diario The Washington Post cuenta 681 personas fallecidas por disparos policiales en lo que va de año. De las cuales 39 iban desarmadas y 26 llevaban pistolas de juguete.
Hazte socio 👍
Con tu donación aportas a la sostenibilidad económica y existencia de este medio.
Elige cómo quieres aportar a la existencia y financiamiento colectivo de este medio!
Reveniu 
