Como una idea de humanizar el repudiable muro que separa el mutilado territorio mexicano, dos arquitectos colocaron estructuras metálicas coloridas del popular juego “sube y baja” en la frontera entre México y EE. UU., el conflictivo espacio es ahora territorio donde niños y adultos de ambas fronteras disfrutan.
La creación nace del arquitecto Ronald Rael y Virginia San Fratello, quienes propusieron varios proyectos arquitectónicos para darle un mejor uso al muro y unir en vez de separar. Los aparatos fueron ubicados estratégicamente en el área de Anapra y Sunland Park.
Los creadores de este proyecto afirman que “El sube y baja refleja que lo que se hace de un lado tiene impacto en el otro”. Con el juego, cualquier niño o adulto de ambos lados fronterizos podría jugar.
En la instalación participaron residentes de El Paso, Texas, y de la colonia Puerto de Anapra, en Ciudad Juárez. Los sube y baja fueron fabricados en un taller de Ciudad Juárez. Además, el proyecto contó con la ayuda del colectivo Chopeke, de Ciudad Juárez.
La cultura frente a la barbarie
México, escenario histórico de los residentes originarios de Centroamérica, con miles de años de historia y una de las más diversas manifestaciones culturales, da ejemplo de su creatividad y espíritu de resistencia.