Una investigación de más de diez años realizada por investigadores de la Universidad de Stanford, Estados Unidos (EE.UU.), con colaboración de la policía de Oakland (California), reveló que la policía estadounidense es racista e irrespetuosa con las personas afrodescendientes.
«Los agentes de policía les hablan de manera mucho menos respetuosa a los negros que a los blancos en paradas de tráfico cotidianas, registros y detenciones por infracciones», citan en el estudio publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Tras el análisis de imágenes obtenidas de las cámaras que portan los oficiales y usando técnicas de lingüística computacional, los investigadores midieron «el nivel de respecto» que los oficiales muestran hacia los ciudadanos y descubrieron «una verdadera disparidad racial en la forma en que los oficiales usan el lenguaje», asegura una de las científicas que lideró la investigación, Jennifer Eberhardt.
«Llamar a alguien ‘señor’, mostrar interés en la persona o tal vez decir algo como ‘maneje con cuidado’ son percibidas como formas respetuosas», explica Eberhardt, mientras que «lo irrespetuoso incluye preguntas, palabras negativas y usar términos como ‘bro’ (hermano) o ‘man’ (hombre), o primeros nombres en lugar de apellidos», acotó la investigadora.
Los expertos analizaron 1.000 interacciones de los policías con los ciudadanos y eligieron 400 para que fueran leídas por voluntarios y calificadas por factores como la educación, la simpatía, lo formal o informal que fue y el nivel de respeto que hubo «sin conocer la raza del oficial o del ciudadano», lo que arrojó el problema estructural de racismo y exceso de violencia de la policía hacia la comunidad afrodescendiente de EE.UU.