A fines de diciembre del año pasado la Corte de Apelaciones de Temuco revocó por cuarta vez el arresto domiciliario de Francisca Linconao, lo que obligó a la Machi a regresar a la prisión preventiva en la cárcel femenina de dicha ciudad.
En medio de esos días de convulsión y de visitas de autoridades a la región, un ciudadano argentino se encontraba de visita en Chile. Era Bernardo Stinco, conocido en el ambiente musical como Ber Stinco. “Con mi novia decidimos recorrer Chile por vacaciones y también para no pasar esas tediosas semanas de navidad y año nuevo aquí (en Argentina)”, dice en entrevista con El Ciudadano.
Ber venía siguiendo de cerca el conflicto mapuche. Se informaba a través de los sitios web, pues no se veían muchas noticias de este tema en la prensa escrita de su país. Eso cuenta. Ya cuando estaba instalado en el sur de Chile, también a fines del año pasado, se empezaron a precipitar los hechos.
Comenzó la huelga de hambre de Linconao, y eso obligó a que el tema apareciera en los medios de circulación nacional.
“Viví esos días en Chile y ahí se me empezaron a ocurrir algunas frases que finalmente terminaron en la canción”, cuenta.
La canción
“No quería que se vuelva un panfleto e intenté humildemente en la letra tratar el caso puntual como una universalidad. La punta de un iceberg de atropellos que vienen sufriendo no solo los pueblos originarios sino las minorías por este sistema que estruja hasta las piedras”, relata Stinco.
Precisamente, la canción toma como punto de partida la situación que vive la Machi Francisca Linconao. Sin embargo, se proyecta hacia una crítica general sobre la sociedad actual. “El futuro llegó y es igual que ayer”, dice ya para el final de la letra.
El párrafo en el que se menciona la autoridad mapuche es el siguiente: “alma libre que encerraron / nunca se olvidó del cielo / Doña Francisca de los vientos / no es carnada de su anzuelo”.
Escucha la canción en el siguiente link.