Mutilación genital femenina, qué es y por qué existe

La mutilación genital de las mujeres es una horrible práctica que se viene realizando desde hace miles años por creencia, tradición o costumbre. Actualmente en el mundo hay más de 120 millones de mujeres que han sido víctimas de esta espantosa práctica milenaria.

Mutilación genital femenina, qué es y por qué existe

Autor: Marta Ubeda

En los últimos años la Mutilación Genital Femenina, conocida por sus siglas en inglés FGM, ha experimentado una creciente atención de la comunidad internacional debido al aumento de la información que circula al respecto, así como a la identificación de prácticas en países no sólo africanos, si no también europeos, asiáticos, autralianos y americanos.

Cuando hablamos de ablación, mutilación o circuncisión femenina nos referimos a la resección parcial o total de los genitales externos femeninos y otras lesiones provocadas en los órganos genitales de las mujeres por razones no médicas. La FGM es una práctica de origen incierto reconocida a nivel internacional como una violación de los derechos humanos de las mujeres y de las niñas, ya que en la mayoría de los casos la circuncisión se realiza antes de los quince años.

Mutilación genital femnina

La Organización Mundial de la Salud tipifica diferentes formas de mutilación genital femenina. La clitoridectomía es una resercción parcial o total del clítoris y, en casos raros, también del pliegue de piel que rodea el clítoris, denominado prepucio. El segundo tipo de mutilación, denominado escisión, requiere además la resección de los labios mayores de las mujeres y niñas. Existen otras formas de mutilación femenina todavía más agresivas, como la infibulación, que requiere -con o sin resección del clítoris- la reducción de la abertura vaginal cortando y recolocando los labios mayores y menores. Otros tipos de mutilación genital recogidos por la OMS comprenden los pinchazos, perforaciones, incisiones, raspados o cauterizaciones en la zona genital.

En el mundo, actualmente, 120 millones de mujeres han sido clitoridectomizadas y, cada año, tres millones de niñas son sometidas a la ablación en alguno de los 28 países -27 de África y Yemen- de los que se tienen datos sobre la práctica de esta horrible costumbre. La mutilación genital femenina se diferencia de otras formas de violencia contra las mujeres en que, en muchos casos, son las propias parientes de las niñas las que organizan la mutilación; además de que se realiza a la gran mayoría de las niñas de la comunidad, considerándolo una tradición cultural, social o religiosa.

La OMS estimó que un alto número de niñas y mujeres residentes en países europeos, asíaticos o americanos, se someten a la mutilación femenina por la prevalencia de la costumbre en la comunidad en la que conviven.

En España, por ejemplo, está en proceso de aprobación el protocolo que deberán aplicar los profesionales sanitarios para detectar, tratar y prevenir la mutilación genital femenina. Los médicos españoles, a partir de la aprobación del protocolo, podrán pedir a las familias extranjeras procedentes de países en los que se practica la ablación, que se comprometan por escrito a no someter a sus hijas a esta mutilación. Se trata del primer protocolo común contra la ablación aprobado en España. Alrededor de 57 mil mujeres mutiladas viven en este país y unas 17 mil niñas están en riesgo de ser sometidas a la mutilación femenina.

Causas culturales, religiosas y sociales

Las causas que llevan a la realización de la mutilación femenina especialmente a niñas de edad temprana pueden ser muchas y diferentes dependiendo del país, e incluso de la comunidad a la que pertenezcan. En algunos culturas se piensa que la mutilaicón es necesaria para preparar a las niñas para la vida adulta, mientras en otras la practican por la pura presión social de la comunidad a la que pertenecen, en la que se ha convertido en una auténtica tradición.

Otro de los motivos que llevan a realizar la ablación del clítoris es la asociación de la mutilación genital femenina con ideas de limpieza higiénica, estética o/y moral; o la suposición de que esta práctica reduce la líbido femenina y, de esa forma, se previene la promiscuidad de las mujeres y se asegura la preservación de su virginidad prematrimonial.

En algunas ocasiones se tiende a relacionar la circuncision femenina con la religión del Islam, algo absolutamente erróneo y equivocado. La mutilación genital femenina se viene practicando desde la época faraónica -preislámica- y, además, en todo el Corán no se hace alusión ninguna a esta horrible práctica. En muchas ocasiones han aparecido en escena musulmanes hombres y mujeres exigiendo la abolición de esta práctica considerada «un acto de agresión contra el cuerpo de la mujer que choca frontalmnte con la defensa de los estilos de vida saludables que promulgan las enseñanzas islámicas«, publica un portal web islámico.

Mutilación gentital femenina FGMEn los últimos años, la frecuencia y prevalencia de esta práctica ha experimentado una gran reducción debido al aumento de las investigaciones y de la atención internacional que ha llevado a la promulgación de leyes en contra de dicha práctica en diversos países dentro y fuera de Áfirca. Además, la prevalencia de esta práctica entre hijas y madres ha descendido, así como también ha disminuído el apoyo de muchas mujeres que forman parte de las comunidades que lo practican.

En cuanto a los mecanismos para tratar de acabar o poner fin a la mutilación genital femenina, la Organización Mundial de la Salud recuerda que «la toma de decisiones y las prácticas en muchas comunidades suponen algo más que los individuos y las familias y están integradas en la dinámica de la comunidad o del grupo. Por consiguiente, es improbable que las intervenciones orientadas únicamente a los individuos, las familias o los circuncisores sean eficaces«.

Es necesario iniciar programas que, aún manteniendo y respetando las costumbres y las creencias de las diferentes comunidades, consigan establecer alternativas a la práctica de la ablación del clítoris en las mujeres. Es importante si se quiere erradicar esta práctica, conocerla en profundidad previamente. Saber los motivos y las razones que llevan a madres, abuelas, tías y hermanas, a organizar mutilaciones genitales y circuncisiones para sus propias parientes menores de edad.

Hay una base conglomerada formada por creencias, tradición y costumbres que debe ser respetada y considerada a la hora de establecer las posibles soluciones. Si verdaderamente se pretende acabar con la mutilación genital femenina, se ha de abarcar el tema con delicadeza y apoyarse en alternativas, como los ritos no dolorosos llevados a cabo en diferentes países de África, como el llamado «ntanira na mugambo» o «circuncisión a través de las palabras» que se originó en Kenia.

La generalización de este rito que se lleva practicando durante algunos años en varios países africanos podría contribuir a poner fin a la espantosa mutilación tradicional femenina. El «ntanira na mugambo» consiste en un programa de terapias, entrenamientos y educación al que deben asistir las mujeres jóvenes durante una semana. El último día, las participantes se reúnen en una celebración con música, bailes y festejos conocida como «llegar a la mayoría de edad».

Durante esa semana de clases, las niñas reciben formación acerca de conceptos básicos como la anatomía, fisiología, higiene, salud sexual y normas sociales. Tras los siete días de clases, el programa considera que las niñas son merecedoras de una especie de certificado que las reconoce como mujeres adultas.

Mediante estas alternartiva se puede comenzar a erraicar la práctica de la circuncisión femenina que causa daños irreparables y que incluso podría acarrear la muerte de la niña por colapso hemorrágico o neurogénico debido al intenso dolor que sufren.


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