El presidente Barack Obama ha confirmado la prohibición de castigar con confinamiento en solitario a los menores de edad y a quienes hayan cometido crímenes de bajo grado, en una medida largamente exigida por grupos de derechos humanos de todo el planeta.
Según Amnistía Internacional (AI), Estados Unidos es uno de los peores países en confinamiento solitario de sus presos, con un estimado de más de 80 mil personas sufriendo ese castigo en las cárceles del país, incluyendo menores de edad. La práctica implica pasar 23 horas del día en una celda en completo aislamiento. Y los presos que sufren el castigo lo hacen por un promedio de 8 años, según AI.
Organizaciones relevantes como la ACLU (American Civil Liberties Union, o la “Unión de Libertades Civiles Estadounidenses”) celebraron la medida tras una larga lucha para evitar “el sufrimiento innecesario” de los presos y la posibilidad de “daño sicológico permanente”.
En una columna publicada por Obama este pasado lunes, el presidente de EEUU citó el caso de Kalief Browder, de 16 años, quien fue condenado a 3 años en confinamiento solitario por robar un bolso, esperando un juicio que nunca llegó. El castigo lo marcó profundamente, cometiendo suicidio 2 años después de ser liberado. Obama llamó este tipo de castigo “una afrenta” contra la humanidad. No obstante sus declaraciones, el anuncio solo cubre a los menores de edad y a los presos por crímenes de bajo grado, pero no al grueso de la población carcelaria que aún está expuesta al castigo por periodos largos de tiempo. Obama, sin embargo, informó que se expandirán las opciones de tratamientos para los enfermos mentales, y que se aumentará la cantidad de horas fuera de la celda para quienes estén sufriendo el castigo.
Hay ejemplos de fuerte dramatismo de la aplicación de esta técnica, como los casos de Robert King, que pasó casi 30 años de su vida en la Penitenciaría de Luisiana, en confinamiento solitario. O el caso de Tyheem Henry que fue condenado a casi 40 años de confinamiento solitario por usar Facebook, en una cárcel de Carolina del Sur.
No solo se usa este castigo para presos comunes. Presos políticos han sufrido por años el sufrimiento causado por el confinamiento en solitario, como el caso de los Cinco de Cuba, que cumplieron largas penas bajo esas condiciones.
Se ha documentado largamente el daño sicológico y sico-social que el confinamiento en total aislación provoca para los presos, especialmente por largos periodos de tiempo, incluyendo alucinaciones, tendencias suicidas, desarrollo de compulsiones, pérdida de habilidades mentales, entre muchos otros daños mentales.
En contexto…
Estados Unidos es el país con la mayor cantidad de población penal del planeta, con un millón y medio de presos. La cultura represiva es peor es ciertas zonas específicas, como por ejemplo Texas, dominado por el Partido Republicano, donde la ley permite la pena capital contra quienes cometieron crímenes siendo menores de edad, y también para los enfermos mentales.
Algunas cifras son escalofriantes. Según datos oficiales del FBI, la base de datos de personas con récord criminal llega a 77 millones, es decir, uno de cada 3 adultos de EEUU. Lo peor: más de 10 mil nuevos nombres son agregados cada día.
El sistema carcelario es también profundamente discriminatorio en relación al origen racial. Pese a representar un 15% de la población estadounidense, los afroamericanos representan casi un 38% del total de presos en las cárceles del país. Los cambios para mejorar esta situación han sido lentos: recién en julio de 2015, Obama fue el primer presidente de Estados Unidos en ejercicio en visitar una cárcel…