Las ideas, medidas y prácticas novedosas de China en términos de cómo respetar y proteger los derechos humanos pueden ofrecer inspiración para el resto del mundo, especialmente para los países en desarrollo, afirmó hoy lunes un nuevo informe de un grupo de expertos.
Durante las últimas décadas, China ha sacado de la pobreza a unos 770 millones de chinos rurales, ha aumentado su ingreso disponible per cápita en más de 180 veces y ha elevado su esperanza de vida promedio a 78,2 años desde menos de 35 años antes de 1949, cuando la República Popular China fue fundada, según el informe, que se titula «Por una vida satifactoria: la razón fundamental para el desarrollo de los derechos humanos de China».
Como prueba del progreso de China en materia de derechos humanos, el Índice de Desarrollo Humano (IDH), indicador creado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo al integrar indicadores básicos como la esperanza de vida, el nivel de educación y la calidad de vida, pasó de 0,499 en 1990 a 0,761 en 2019 en China, ubicando al país en las filas de países con altos puntajes de IDH.
El texto atribuye el éxito de China en la promoción de la protección de los derechos humanos al liderazgo decidido del Partido Comunista de China, el enfoque realista, impulsada por el desarrollo, la orientación legal y la mentalidad abierta.
Al defender la idea de que los derechos a la subsistencia y al desarrollo deben tomarse como derechos humanos básicos primarios, China ha satisfecho las necesidades básicas de vida de una población muy grande y ha terminado de construir una sociedad modestamente acomodada en todos los aspectos.
Con una población combinada que abarca más del 80 por ciento del total mundial, los países en desarrollo se enfrentan a tareas similares. En este sentido, las exploraciones y experiencias de China son de gran valor para su referencia, dice el informe.
Al señalar que China ha abierto con éxito un camino de desarrollo de los derechos humanos que se ajusta a los tiempos y se adapta a sus propias condiciones nacionales, el informe continúa afirmando que China respeta la diversidad en los enfoques del desarrollo de los derechos humanos y sostiene que no existe tal cosa como una «utopía» perfecta para los derechos humanos.
El documento indica que el país se opone al doble rasero en derechos humanos, rechaza los intentos de politizar y armar los derechos humanos y se opone a las intervenciones en los asuntos internos de otros en nombre de los derechos humanos.
Sostiene, además, que los países deben basar sus esfuerzos en la igualdad y el respeto mutuo, participar activamente en los diálogos y la cooperación sobre derechos humanos, expandir el consenso al mismo tiempo que se salvan las diferencias, y aprender unos de otros y buscar el progreso común.
El informe pide hacer esfuerzos para promover una gobernanza global de los derechos humanos más justa, equitativa, razonable e inclusiva, y trabajar juntos para construir una comunidad humana con un futuro compartido.
Fuente Xinhua
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