La presidenta de México, Claudia Sheinbaum dio el banderazo de inicio a las obras de ampliación del Puerto Nuevo Manzanillo-Cuyutlán, un proyecto que representa una inversión histórica de 63 mil millones de pesos, con recursos tanto públicos como privados. Esta obra estratégica, que duplicará la capacidad del puerto actual, busca convertirlo en uno de los más grandes de América Latina y del mundo.
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Con una extensión de 1,880 hectáreas, el nuevo recinto portuario superará las 450 hectáreas del actual puerto de Manzanillo. Se espera que, una vez completado, el puerto entre en el top 15 de los puertos marítimos más grandes del mundo, compitiendo directamente con gigantes como los puertos de Taiwán y Los Ángeles.
En la ceremonia, Sheinbaum estuvo acompañada por la gobernadora de Colima, Indira Vizcaíno, quien destacó la relevancia de la obra para el desarrollo económico no solo de la región, sino del país en su conjunto. «Es fundamental aprovechar todo el potencial que tiene el puerto de Manzanillo como la puerta de México al mundo», afirmó Vizcaíno.
El proyecto, que estará concluido al finalizar el sexenio de Sheinbaum, contempla la instalación de seis grúas eléctricas con capacidad para 65 toneladas, así como la construcción de una planta termoeléctrica. Además, el puerto recibirá importantes mejoras en su conectividad terrestre, con la ampliación de la autopista Colima-Manzanillo de 4 a 6 carriles y la construcción de un libramiento que facilitará el tránsito de mercancías hacia el occidente del país y hacia Estados Unidos.
Durante el acto, también se inauguró el segundo acceso a la zona norte del puerto, una obra clave que permitirá mejorar el flujo de camiones que transportan contenedores. Actualmente, el puerto recibe 140 buques con mercancía de más de 140 países, y se espera que tras la ampliación aumente significativamente su capacidad.
La primera fase de la ampliación incluye una inversión pública de 9 mil millones de pesos, complementada con recursos de la Secretaría de Marina y 20 mil 885 millones de pesos de inversión privada. Entre las obras proyectadas, destaca la construcción de una nueva terminal de almacenamiento y distribución de Pemex, así como diversas terminales especializadas en contenedores.
Este proyecto refuerza el compromiso del gobierno de Sheinbaum con el desarrollo económico del país, mientras que la gobernadora Vizcaíno subrayó el apoyo del gobierno federal para mitigar los impactos ambientales y asegurar que la inversión genere bienestar para la población de la región.
El Puerto Nuevo Manzanillo-Cuyutlán se perfila como el más importante del país y uno de los principales motores económicos de América Latina.
Foto: X
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