Tiene 12 años y estudiará licenciatura en Física Biomédica en la UNAM

Es un niño como cualquier otro, fanático de los videojuegos, pero con una destreza admirable en el área científica, un talento que le ha servido para aprobar el examen de ingreso en el Concurso de Selección al ciclo escolar 2019

Tiene 12 años y estudiará licenciatura en Física Biomédica en la UNAM

Autor: Pedro Pérez

Tiene apenas 12 años y se llama Carlos Antonio Santamaría Díaz, un pequeño genio que en plena preadolescencia derrocha un talento que lo lleva a estudiar física biomédica en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A su corta edad, forma parte de la pequeña estadística de los jóvenes de esta era que tan naturalmente desarrollan sus potencialidades, algo que muchos pudiésemos definir como “precoz”.

Es un niño como cualquier otro, fanático de los videojuegos, pero con una destreza admirable en el área científica, conocimiento que le ha servido para aprobar el examen de ingreso en el Concurso de Selección al ciclo escolar 2019.

Este prodigio mexicano se ha convertido en el estudiante más joven en la historia de la UNAM.

Entre sus grandes pasos en la vida podemos destacar un historial impresionante: con sólo 12 años cursó diplomados y realizó prácticas por separado en la Facultad de Química (FQ), en el Centro de Ciencias Genómicas (CCG) y en el Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM).

Sin embargo, no todo ha sido fácil. Santamaría, antes de llegar a la universidad, tuvo que superar de manera prematura otras etapas escolares, ya que a su corta edad apenas estaría comenzando el ciclo de educación secundaria.

Carlos realizó el examen de ingreso de la licenciatura y lo aprobó con 105 aciertos, un resultado ceñido pero suficiente, ya que 103 es el número de respuestas correctas para ser admitido.

«Ya ves que (el examen) trae cálculo y yo todavía no me metía muy bien a integrales. Entonces, de las 15 preguntas que saqué mal seguramente fue una de ahí, pero ahora he estudiado más y ya lo entiendo bien», relató Santamaría.

El día que le tocaba consultar por Internet el resultado de la prueba hubo un corte de energía eléctrica en su casa. Su padre conectó el módem a la batería del auto para poder ver si lo había logrado. «Así nos enteramos, muy de mañana, mientras mi papá buscaba el folio (en la página de admisiones) yo daba vueltas alrededor de la mesa”, contó.

Al respecto, la UNAM emitió un comunicado resaltando la satisfacción de acoger a este pequeño genio. “No será un infante en tierra de gigantes, ni un adulto en ciernes caracterizado de niño, es un estudiante de alta capacidad cognitiva, juguetón, ruborizado, que ha desafiado al tiempo y a las convenciones administrativas».

Santamaría empezará a cursar la carrera el lunes en la Facultad de Ciencias, en Ciudad de México. Actualmente vive en Cuernavaca, unos 90 kilómetros al sur de la capital mexicana.


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