Una alianza de grupos para la protección de animales pidió al Gobierno de Indonesia que cumpla con su promesa de prohibir el comercio de carne de perro y gato, tras aportar pruebas de que esta práctica continúa en un mercado de la isla de Célebes (parte occidental del océano Pacífico).
Dog Meat-Free Indonesia (DMFI), que incluye varias ONG locales e internacionales, ofreció fotografías y un video de mediados de agosto que muestra a los canes y felinos hacinados en jaulas antes de ser aporreados y quemados en el mercado «Extremo» de Tomohon, en la provincia de Célebes del Norte.
«Los perros y gatos que vimos en Tomohon fueron quemados con soplete mientras seguían vivos (…) y se hizo todo a la vista de niños muy jóvenes», dijo en un comunicado Lola Webber, de la Fundación Change For Animals.
Mercados en Célebes del Norte lideran la demanda de carne de estos animales que se nutre, en algunos casos, del contrabando de mascotas en otras provincias. Además, DMFI advirtió que el comercio dificulta la lucha contra enfermedades como la rabia, presente -según la asociación- en 25 de las 34 provincias del país.
Representes de la Administración de Tomohon acordaron en febrero combatir la compraventa de estos animales y el Gobierno se comprometió a preparar una regulación para prohibir la venta de carne de mascotas y animales exóticos.
Sin embargo, «el último video muestra que todo sigue igual en estos mercados salvajes», indica DMFI en el comunicado.
Por su parte, la investigación añadió que la mayoría de los más de 260 millones de habitantes de Indonesia no consume carne de perro y gato, pero en algunas zonas del archipiélago, como la isla de Bali o la zona del lago Toba (isla de Sumatra), entre otros, se sirve como alimento en los festejos tradicionales.
El año pasado, DMFI comenzó una campaña contra el comercio de carne de perro en Indonesia, que para este mayo ya tenía el apoyo de más de 90 famosos nacionales y extranjeros.
El gobernador de Bali (parte occidental de las islas menores de la Sonda) I Made Mangku Pastika, dispuso una operación contra la venta de carne de perro en la isla en julio del año pasado, luego de recibir las denuncias de activistas de crueldad contra los animales y riesgos sanitarios.