Un programa finlandés contra el acoso escolar, denominado por los especialistas KIVA, demuestra que este tipo de agresión psicológica -entre jóvenes de entre 7 a 15 años de edad- puede tratarse de una manera muy eficaz.
Con el aval del Ministerio de Educación y Cultura, Christina Salmivalli, profesora de Psicología, destaca que la iniciativa ha sido puesta en marcha en 234 colegios con 30.000 estudiantes, asegurando que se acabó con el acoso en un 79,4% de los casos y se redujo en un 18,5% en el resto.
La estrategia se perfila hacia un entorno global y consiste en trabajar las emociones del grupo escolar con lecciones mensuales y juegos de ordenador, detalla un trabajo especial de El País de España.
¿En qué consiste?
Los especialistas involucrados en este programa descubrieron que la mayoría de los métodos se enfocaban en el matón o la víctima, dejando de un lado al público, uno de los elementos que potencia y le da sentido al acoso y las humillaciones.
“Los investigadores están de acuerdo en que una de las principales razones del acoso escolar es la gran necesidad de estatus, visibilidad y dominio de algunos estudiantes”, explica Salmivalli.
Sostiene que KIVA “se basa en la idea de que el cambio positivo en el comportamiento de la clase puede reducir la recompensa que obtienen los acosadores del bullying y, por tanto, su motivación para acosar”, aclara la especialista, citada en el medio español.
KIVA interviene contra el acoso escolar a partir de la investigación sobre la posición social de los individuos agresivos y el enfoque del rol del participante en el bullying. En esencia, pretende minimizar los efectos nocivos de la victimización, a través del cambio de comportamiento de los estudiantes involucrados en el programa.
Para alcanzar los objetivos, un grupo multidisciplinario designa un Equipo KIVA, conformado por profesores, personal de la escuela y estudiantes populares, para que hablen con víctima y acosadores.
El bullying, cifras y sus asociados
Estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) han demostrado que el bullying despierta las alarmas en el entorno escolar, pues incide de alguna manera en el bienestar la motivación, la pertenencia o la ansiedad de los jóvenes. De hecho, “para algunos estudiantes, la escuela es un lugar de tormento”.
Para demostrar esto, la OCDE efectuó en 2015 una serie de consultas a los estudiantes, con el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), obteniendo datos importantes: a un alumno por aula le pegan en clase y el 11% es objeto de burlas.
Hong Kong lidera el ránking, con un 26,1% de estudiantes de los que se mofan y un 9,5%, que empujan o pegan (un 35,6% en total). Le sigue Letonia (30,6%), República Dominicana (30,1%), Túnez (28,2%) y Rusia (27,5%).
Respecto al bullying, las cifras de la evaluación son estas: Singapur (27,5%), Japón (21,9%), Estonia (20,2%), Taiwán (10,7%), Finlandia (16,9%), Macao (27,3%) y Canadá (20,3%).
En Países Bajos (9,3%), Taiwán (10,7%), Corea (11,9%) e Islandia (11,9%) fueron los lugares en los que menos proporción de estudiantes manifestaron sufrir acoso.
Unesco contra la violencia y el acoso
A este estudio se pliega la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que advierte que cada año hay 246 millones de niños y adolescentes que sufren el flagelo.
El organismo señala que “la violencia en el ámbito escolar es una realidad que deniega cada día a millones de niños y jóvenes el derecho humano fundamental de la educación”.
Peor aún, el blanco predilecto del bullying son los jóvenes, “la violencia y el acoso escolar se han generalizado en numerosas escuelas alrededor del mundo, y en ocasiones se trata de acoso físico y sexual”, concluye el School violence and bullying: Global status and trends, drivers and consequences, un breve informe publicado por la Unesco, el pasado 8 de octubre.
Cifras alarmantes
De acuerdo con el estudio, el 16,1% ha sido víctima de acoso físico y el 11,2% de acoso sexual. La proporción de incidentes de acoso físico es mayor en el Pacífico y en el África subsahariana, mientras que las tasas más elevadas de acoso sexual corresponden a América Central, Oriente Medio y norte de África.
El organismo ha realizado estudios en al menos 144 países. Los datos provenientes de siete países de Asia, el Caribe y África subsahariana revelan que una de cada tres niñas y uno de cada cinco niños ha sido objeto de violencia sexual en la escuela.
Alerta también que “nuevas formas de agresiones sexuales están surgiendo, en particular el envío de mensajes e imágenes de carácter sexual en el ciberespacio”.
Sin dar nombres, de los 71 países y territorios que disponen de datos sobre el acoso, 35 percibieron una disminución de éste; y de 29 países con información sobre peleas físicas, 13 experimentan un descenso en las cifras.
“La violencia escolar no solo tiene un impacto en la salud mental y física, sino que tiene una repercusión negativa en el rendimiento, e impide que los niños y jóvenes gocen de su derecho a una educación de calidad”, declaró Soo-Hyan Choi, directora de la División de Inclusión, Paz y Desarrollo Sostenible de la Sede de la Unesco.
Basados en los datos recabados, la Unesco descata algunas causas detonantes de la violencia y del acoso escolar: apariencia física, incompatibilidad con las normas, estereotipos de género u orientación sexual, raza y nacionalidad.
La versión integral del informe aquí reseñado será publicada por la Unesco en 2019.
https://www.elciudadano.cl/mundo/el-bullying-una-presencia-incomoda-en-las-aulas/05/02/
https://www.elciudadano.cl/tendencias/instagram-evitara-el-bullying-con-filtros-automaticos/10/10/
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