La cultura de la temible tribu konyaks, del estado indio de Nagaland, al noreste de la India y en la frontera con Birmania, fue captada en una serie de espectaculares retratos de sus últimos miembros.
Los integrantes de este colectivo son conocidos por sus tatuajes corporales y en la cara, que primitivamente se hacían después de traer como trofeo la cabeza de un enemigo.
En la época sangrienta, cada pueblo tenía un espacio predestinado para guardar los cráneos y cada hombre del pueblo debía contribuir trayendo las cabezas de sus enemigos.
Las fotos de algunos miembros de la tribu han sido publicadas en el libro The Konyaks: Last Of The Tattooed Headhunters (‘Los Konyaks: Los últimos de los cazadores de cabezas tatuados’), de Phejin Konyak —la bisnieta de un cazador de cabezas prominente de la tribu—, y el fotógrafo neerlandés Peter Bos.
El libro muestra el concepto del embellecimiento corporal de los konyaks, a través de los tatuajes, ya que para sus miembros el cuerpo se entiende como un lienzo artístico, en el que se hacen inscripciones y dibujos como una forma de rito de paso o ciclo vital.
Además, recoge las antiguas prácticas de una cultura que está desapareciendo, mediante testimonios de sus integrantes que incluyen descripciones e información sobre la caza de cabezas, los tatuajes, su significado y las técnicas que se utilizan, así como sus historias personales.