En un país como Chile, luego de la marca que dejó el feroz ataque sufrido por el joven Daniel Zamudio en 2011 -que incluso derivó en la promulgación de una ley que hasta hoy no cumple con sus objetivos- alguien podría pensar que los hechos de violencia contra la diversidad sexual han disminuido.
Pero no es así. Día tras día se dan a conocer nuevas informaciones que dan cuenta de la violencia a la que están expuestos los gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales en el espacio público, sufriendo diversos tipos de vejaciones por el hecho de ser diferentes.
A través de su cuenta en Facebook, Gustavo Astorga dio a conocer un testimonio donde relata el ataque que sufrió durante la noche pasada. «Anoche me atacaron. Me pegaron. Me humillaron», describió el joven.
«Me había separado recién de mi amigo con el que salí a bailar, y caminaba una cuadra para tomar taxi, cuando me topé con un grupo de 5 ó 6 hombres al que no le presté atención. Cuando pasaron por mi lado, uno me empujó y otro me pegó una patada en la guata que me tiró al suelo», contó.
El joven intentó defenderse de inmediato, además de gritar desesperadamente pidiendo ayuda, pero sus agresores «ahogaban mis gritos con patadas en la cabeza, la guata y muchos «cállate maricón», «te vamos a matar, maricón», «cagaste, hasta aquí llegaste maricón, te vamos a matar» mientras me pateaban y pegaban en el suelo», relató.
Gustavo Huerta señaló que a duras penas logró defenderse y salir corriendo y a una cuadra se encontró con dos jóvenes que lo ayudaron y contuvieron tras el ataque.
«Aún no proceso esto, no entiendo por qué me pasó ni menos por qué hoy, pero jamás en mi vida había sentido tanto miedo, ni me había sentido tan expuesto a que, literalmente, me mataran. Y no puedo parar de pensar en que si hubiera sido alguien con un poco menos de fuerza, o un poco más borracho, lo hubieran logrado matar ahí, como si nada«, cerró.
Un caso más que evidencia el enorme trabajo que aún queda por hacer para terminar con la fobia de algunos sectores intolerantes de la sociedad, que amenazan directamente la integridad y vida de tantos y tantas por el sólo hecho de ser diferentes.