En un nuevo escándalo de atropello judicial y maltrato en Estados Unidos, donde está presente la sombra del racismo, el juez del condado de Cuyahoga (Ohio), John Russo, ordenó a los agentes policiales presentes en el juzgado taparle al acusado, Franklyn Williams, la boca con cinta adhesiva.
Al parecer, el estadounidense afroamericano Williams, de 32 años, acusado de tres robos a mano armada, no dejaba de hablar durante la audiencia de su sentencia, interrumpiendo incluso a sus propios abogados. Durante media hora recibió varias advertencias por parte del Juez, quien terminó tomando la polémica decisión.
“Sr. Williams, soy el juez en este caso. Cierre la boca y yo le diré cuándo puede hablar. Si es necesario, le silenciaré en un segundo”, dijo el juez Russo claramente molesto por la situación.
En diciembre de 2017, Williams fue declarado culpable de los cargos de robo con agravantes, secuestro y robo, según documentos judiciales. En la audiencia de este jueves fue sentenciado a 24 años de prisión.
El maltrato es una constante contra los afrodescendientes
Aun cuando Williams posiblemente fue responsable de estos hechos delictivos, llama la atención cómo la justicia estadounidense es particularmente eficaz para condenar y apresar a la población afrodescendiente y latinoamericana. El Sistema Penitenciario Industrial ha implicado un verdadero proceso de re-esclavización de este importante sector social, cuya población carcelaria es superior a los dos millones de personas, la más grande del mundo.
A continuación el video en el que se puede observar el atropello:
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