La demanda mundial de petróleo va a crecer en los próximos meses y durante 2023. Se estima que aumentará en dos millones de barriles diarios hasta el fin del año en curso y en 2,1 millones de barriles al día el próximo año, según una previsión de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
A fines de agosto, el suministro mundial de crudo llegó a 101,3 millones de barriles al día, lo que representa cinco millones más que hace un año. A este nivel llegó tras el aumento en 790.000 barriles diarios el mismo mes, más la aportación de los países miembros de la Agencia Internacional de Energía que «liberaron casi 180 millones de barriles de existencias gubernamentales entre marzo y agosto, con 52 millones de barriles adicionales programados para los próximos dos meses», detalla el reciente informe.
Las estadísticas internacionales muestran que los esfuerzos de Occidente para aislar económicamente a Rusia no se han justificado en lo que va de año, puesto que las exportaciones totales de petróleo desde el país eurasiático aumentaron en 220.000 barriles al día el mes pasado y llegaron a 7,6 millones de barriles diarios, una cifra que se sitúa a solo 390.000 barriles por debajo de los niveles registrados a comienzos de 2022.
Mientras que la Unión Europea junto con el Reino Unido redujeron sus importaciones de crudo ruso en 880.000 barriles diarios desde principios de año y rondaron a fines de agosto 1,7 millones de barriles al día, las importaciones desde EE. UU. crecieron en 400.000 barriles a 1,6 millones de barriles diarios. La UE ha mantenido en gran medida los volúmenes de importación de diésel ruso en alrededor de 600.000 barriles al día, aunque tiene la intención de reemplazar estas entregas por otras fuentes desde febrero próximo.
Sin embargo, los analistas de la AIE todavía prevén que la producción total de petróleo en Rusia disminuya a 9,5 millones de barriles diarios para febrero de 2023, es decir, pronostican un descenso en 1,9 millones diarios en comparación con el pasado febrero.
Uno de las razones del creciente consumo mundial de crudo que destaca el informe es el incremento de los precios de gas, que lleva al «cambio a gran escala de gas a petróleo». Otros factores clave son el levantamiento de las restricciones y cuarentenas por COVID en China y la vuelta a la normalidad del tráfico aéreo. «El combustible para aviones domina el crecimiento, mientras que la demanda del transporte por carretera disminuye», afirman los analistas.
Tres proyectos prometedores para satisfacer la demanda de diésel que menciona el reporte son las refinerías en construcción en Kuwait, Nigeria y México, las mismas que entrarán en funcionamiento hasta fines de 2023.
Fuente: RT.