Mediante un comunicado, WiLAN informó que Apple, símbolo de innovación y éxito empresarial, está obligada a pagar 145.1 millones de dólares en daños, debido al plagio de dos patentes relacionadas con el protocolo de concesión/solicitud de ancho de banda autocorregido de los teléfonos iPhone y con los sistemas de control de adaptativo de admisión de llamadas (CAC).
La decisión judicial fue emitida por un tribunal de distrito del estado de California (oeste de Estados Unidos). La demanda de la compañía canadiense fue presentada el pasado 23 de julio, e informaba que los iPhone utilizaban estos protocolos de distribución de ancho de banda con autocorreción por medio de la tecnología LTE. Frente a esta situación irregular, WiLAN exigió «una cuantía razonable» que sirviera como compensación de daños.
Anteriormente en 2013, la empresa WiLAN, con sede en Ottawa, y que se dedica específicamente al registro y a la difusión de patentes e inventos para empresas, denunció a Apple por una de sus patentes, reclamando una indemnización de 248 millones de dólares, en aquella oportunidad la demanda no prosperó.
Apple no es lo que parece
Nuevamente, el gigante tecnológico se ha visto involucrado en un escándalo que golpea la credibilidad y legitimidad de la marca de la manzana. El robo de patentes se suma al reconocimiento de la obsolescencia programada de sus baterías y equipos electrónicos, las dificultades de reciclaje de sus productos (baterías pegadas a los equipos) con sus respectivas consecuencias ambientales, y las denuncias de precarias condiciones de trabajo en sus principales plantas manufactureras en Asia, verdaderas maquilas que degradan la dignidad humana y llevan a decenas de trabajadores al suicidio.