“La familia centrada en la autoridad patriarcal se ha ido resquebrajando y el modelo de varón como único proveedor resulta para unos inaceptable y para otros inviable», señala un estudio de la Cepal, organismo dependiente de la ONU.
Los hogares en que un hombre y una mujer conviven sin estar casados y en los que una mujer es la jefa proliferan en América Latina, donde ocurre una fuerte transformación de las familias, dijo un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
“La unión consensual o convivencia sin papeles es la modalidad de formación familiar que más se eleva», afirma la investigación Familias latinoamericanas en transformación: desafíos y demandas para la acción pública.
Entre los períodos 1990-1995 y 2000-2005 este tipo de hogar creció de 21,1 a 30,6 por ciento en Argentina; de 21,1 a 33,3 por ciento en Brasil, y de 21 a 29,4 por ciento en Costa Rica. En Chile aumentó de 11,6 a 19,8 por ciento; en México, de 15,3 a 21,2 por ciento, y en Venezuela de 34,8 a 47,8 por ciento, según la Cepal, que no entrega una cifra global.
La convivencia (unión libre) se da en todos los estratos sociales y sobre todo entre los más jóvenes, agrega el organismo dependiente de la ONU, que tiene su sede en Santiago.
El estudio señala también un aumento de los hogares en los que una mujer es la única jefa de hogar e indica que «son más frecuentes los hogares con parejas ensambladas (personas separadas que se unen aportando hijos cada uno) y unipersonales (personas que viven solas)».
«Hoy sin duda en América Latina la familia centrada en la autoridad patriarcal se ha ido resquebrajando y el modelo de varón como único proveedor resulta para unos inaceptable y para otros inviable», señala el texto.
La creciente heterogeneidad en las estructuras familiares se debe, según el documento, «a transformaciones sociales causadas por la modernización de los vínculos sociales, la mayor autonomía individual, el desigual crecimiento económico y la desigualdad social».
En América Latina «la vida se ha prolongado, la entrada a la adultez se ha retrasado, los jóvenes se mantienen más tiempo dentro del sistema educativo y las personas son más libres de decidir el número de hijos que prefieren tener y de manifestar diversas orientaciones sexuales», agregó la Cepal.
AFP