La canasta básica de alimentos registró un alza de 17,3% en un año; principalmente por el aumento de productos como el tomate, la cebolla, el azúcar y la zanahoria.
De acuerdo con datos del Ministerio de Desarrollo Social, en mayo de este año, este ítem alcanzó un valor de $56.095 por persona, lo que representa un aumento de 17,3% en los últimos 12 meses, es decir, comparando con mayo de 2021, donde llegaba a $47.837, refiere Resumen.
Entre los productos que involucra la canasta básica – el cuál es usado por el Estado para establecer el consumo promedio de los hogares chilenos – , el tomate registró un aumento del 61,2%; seguido por la azúcar con 29,6% y la cebolla registró un alza de 20,2%.
Canasta básica
La canasta básica de alimentos es el parámetro que estableció el Gobierno para la entrega del aporte complementario para suplir el alza que vayan teniendo los alimentos, incluido en la negociación por salario mínimo.
A esto se le suma, los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), donde reveló que el Índice de Precios al Consumidor (IPC), la cual se incrementó en mayo un 1,2%, con una variación acumulada de 6,1% en lo que va del año.
Cabe recordar que, el mes pasado se aprobó el aumento del salario mínimo a $380 mil, de forma retroactiva, a contar del 1 de mayo y, a $400 mil desde el 1 de agosto, con un reajuste promedio de 14,3%.
El monto del ingreso mínimo se adecuará en forma automática a $410 mil en enero de 2023, en el caso que la inflación anual a diciembre supere el 7%.
La iniciativa dispone además un aporte compensatorio por el alza del costo de la canasta básica de alimentos, además de un subsidio temporal de $22 mil por trabajador enfocado en las micro, pequeñas y medianas empresas y que tendrá un «un peldaño intermedio» de modo que el subsidio se aplicará a todas las empresas beneficiarias .
Necesidad de soberanía alimentaria y potenciar producción
Ante esta situación, expertos aseguran que es necesario trabajar para fortalecer la producción local, así como crear un plan para la soberanía alimentaria, debido a que, actualmente, miles de hectáreas aptas para la agricultura en Chile son destinadas a la producción de uvas y otros frutales o plantaciones forestales para la producción de pulpa de celulosa y papel con miras a abastecer mercados internacionales.
Rubén Díaz del Centro Agroecológico Longaví explica que «la fragilidad en su conjunto del sistema agroalimentario es que tiene volcadas sus miras en producir para exportar, y la crisis está en relacion directa con eso, en movilizar grandes volúmenes de comodities y mercancías de un lugar a otro. Cada vez es un problema que no se resuelve, con la pandemia los puertos y los sistemas de bodegaje están colapsados, osea las mercancías en el planeta tienen serios problemas físicos de distribución porque está todo colapsado», refiere Resumen.
Rubén apunta a establecer una soberanía alimentaria que garantice la alimentación de la población de distintos territorios, con producción local, descentralizada y con costos de producción y distribución más baratos.