El precio del cobre, el mayor producto de exportación chileno, cayó este lunes por séptima jornada consecutiva hasta alcanzar un piso de 2,15 dólares la libra, por debajo del promedio del costo de extracción del metal, establecido en 2,3 dólares. Bajo este guarismo, no observado desde el 2009 tras la crisis de las subprimes, no son pocas las compañías mineras que optan por cerrar faenas, lo que deriva en fuertes consecuencias económicas y sociales. El desempleo, si no es fuerte aún en Chile, sí ha comenzado a golpear la actividad minera.
La caída libre en el precio del metal ha desatado una serie de efectos, que van desde los puramente económicos a los laborales, sociales y políticos. Los problemas surgen desde el deterioro en el tipo de cambio, cierre de actividades productivas a una merma en los recursos fiscales, los que ya tienen enormes consecuencias políticas. El retroceso del gobierno en sus anuncios en salud, con la suspensión de la inversión en nuevos hospitales, o la menor amplitud en la gratuidad para la educación superior, son algunos de los efectos de la caída del cobre, los que ya golpean de forma directa e irreversible al gobierno y su coalición política.
El gobierno ha puesto a su ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, a argumentar por los recortes fiscales. Desde su llegada al Ministerio ha desplegado la tesis de la necesaria austeridad fiscal como mecanismo para mantener los equilibrios macroeconómicos. No obstante esta argumentación, no pocos analistas estiman que el gobierno desarrolló su programa de manera improvisada sobre una coyuntura económica incierta. Entre el 2011 y 2012 el precio del metal rojo tuvo promedios cercanos a los cuatro dólares, rangos sobre los cuales se proyectaron los abortados programas sociales.
El factor clave en este proceso es China, economía que ha bajado su tasa de crecimiento desde históricos promedios, incluso superiores al diez por ciento anual, a sólo un siete por ciento en la actualidad. China, junto con ser el motor de la economía mundial es también el principal socio comercial de Chile, recortando su demanda de cobre e influyendo en la caída de sus precios mundiales.
Otro efecto, que puede tener incidencia en los precios generales, en el deterioro en el tipo de cambio. Este lunes el dólar subió a 708 pesos, el mayor valor desde hace doce años. Un tipo de cambio alto favorece sin duda a muchos otros exportadores pero tiene también efectos perjudiciales sobre una economía abierta como la chilena, con gran parte de sus bienes importados. En este escenario, la inflación es un fantasma en expansión.
Este mal momento de la economía trae día a día problemas en la economía real de las personas. A los ya anunciado cierres y despidos de la industria minera, que suman ya varias decenas de miles de personas, se sumó esta mañana el aviso de la compañía Sierra Gorda SCM, ubicada en la comuna de ese mismo nombre en la Región de Antofagasta. Según indicó, redujo en un ocho por ciento su dotación.
Baja del cobre eleva los problemas para el gobierno: plan de austeridad ya tiene irreversibles consecuencias
El precio del cobre cayó este lunes a 2,15 dólares la libra, el valor más bajo desde el 2009, en medio de la crisis subprime. En este trance, que no se detiene, las consecuencias son imparables. Desde cierre de faenas y sus inmediatos despidos, alza del dólar a niveles no vistos en más de diez años y, cómo no, un plan de austeridad y suspensión de promesas en el programa de Bachelet que le pasarán la cuenta a la Nueva Mayoría.