Uno de los mayores problemas de la economía argentina, además de la inflación, que funciona de modo dinámico y a veces impredecible, es que una vez al mes se producen vencimientos de los papeles de la deuda interna, emitida en pesos argentinos y en cantidades astronómicas para financiar su déficit fiscal.
Bien, este martes, el Banco Central de la República de Argentina (BCRA) no logró renovar la totalidad de la deuda interna que vencía, por efecto del mal desempeño de la economía.
El pánico se desata en el «supermartes» —así lo denominan muchos medios locales— porque este 17 de julio vencía el equivalente a 536.000 millones de pesos (unos 19.000 millones de dólares) en Letras del Tesoro (Lebac) emitidas por el BCRA, una cifra determinante para la economía local.
Eso representa casi la mitad del stock total de las Lebacs en manos de inversionistas. El Gobierno deberá afrontar esta semana otro «supermartes» que seguramente impactará en las finanzas argentinas.
Los analistas creen que el importante vencimiento de Lebacs no será renovado en su totalidad y que el BCRA debería convalidar las altas tasas que tienen estos instrumentos en el mercado secundario, aunque no llegarían al 50% anual.
En junio, el Banco Central había renovado sólo 60% (unos 308.473 millones de pesos), pese a subir la tasa a un récord de 47% anual para el plazo más corto.
Mal desempeño de la economía
La inflación en Argentina alcanzó un 3,7% en el mes de junio y así acumula 16% en lo que va de año, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el índice más alto en los últimos dos años, aunque más baja de lo que habían pronosticado consultores privados. El Indec explicó que con este registro, la anualizada, considerando desde junio de 2017 al mismo mes de 2018, llegó a 29,5%.
#DatoINDEC Los precios al consumidor (#IPC) subieron 3,7% en junio de 2018 respecto del mes previo https://t.co/Oqg54RNf3c pic.twitter.com/1dcMNih4v0
— INDEC Argentina (@INDECArgentina) July 17, 2018
Otros analistas consideran que el dato de inflación de junio fue peor a lo esperado. Los alimentos tuvieron un incremento de 5,2%, según los datos difundidos por el Indec. El rubro que más creció fue el transporte, con 5,9%, por la aplicación del último tramo de aumentos de tarifas.
Tanto los alimentos como el transporte y el incremento en los combustibles, fundamentalmente por el traslado de la devaluación a las góndolas (el costo de las gandolas de gasolina) motorizaron el incremento. De hecho, la inflación núcleo, que no toma en cuenta servicios públicos ni productos estacionales, mostró una aceleración y subió hasta 4,1% en junio, muy superior al 2,7% del mes anterior.