La política económica exterior y la deuda pública de Estados Unidos, cavan el agujero para enterrar al dólar, lo que traerá como consecuencia cambios radicales en el sistema financiero internacional en la próxima década.
Así lo aseguran analistas del Banco Mundial, quienes estiman que la moneda dejará de desempeñar un papel importante y será reemplazada por un sistema de tres monedas: el euro, el dólar y alguna moneda asiática, cuya mayor probabilidad sea el yuan.
Según un trabajo publicado por la agencia Sputnik, el economista estadounidense y exasesor del Fondo Monetario Internacional (FMI), Barry Eichengreen, considera que es inevitable que el dólar pierda su puesto como principal moneda mundial, producto de la potencia de las tecnologías financieras modernas.
Por su parte, la columnista Natalia Dembínskaya recuerda que el dólar reemplazó en 1944 a la libra esterlina como moneda de reserva mundial. El Reino Unido había acumulado demasiadas deudas y la libra colapsó.
La deuda de EE.UU ya ha superado los 20 billones de dólares y está creciendo constantemente, razón por la cual -según el conocido inversor Jim Rogers- la moneda estadounidense se está volviendo menos atractiva en el mercado. Según sus estimaciones, el dólar perderá el ‘trono’ de la moneda de reserva mundial para el año 2030.
El mundo reduce dependencia del dólar
En marzo, China dio un fuerte golpe al dólar en el mercado energético global, al empezar a vender contratos petroleros de futuro en yuanes. Ahora el yuan se posiciona como la tercera moneda más importante en la cesta del FMI.
No conforme con ello, el país asiático se prepara para el pago de suministros físicos de petróleo con la moneda nacional.
De acuerdo a los pronósticos, en cuestión de los próximos 10 o 15 años, el yuan podría sacar al dólar de uno de los mercados petroleros de mayor crecimiento en el mundo. Aunado a esto, hay cada vez menos espacio para el dólar en las relaciones comerciales de los mayores socios financieros: Moscú (Rusia) y Pekín, cuyos acuerdos sobre el comercio directo se ejecutan en rublos y yuanes.
Asimismo, Irán abandonó la moneda estadounidense y pasó al euro en todas las transacciones internacionales. A pesar de que Washington impuso sanciones contra Teherán, Europa no piensa cerrarse las puertas al petróleo iraní, y los tratos no se realizan en dólares, sino en euros.
India también paga a Irán en euros por el oro negro, y en este país la economía está creciendo rápidamente y cada vez se requieren más recursos energéticos. Para eludir las sanciones, India propuso realizar pagos por el petróleo en rupias.
Turquía también baraja abandonar el dólar en las transacciones con Irán y pasar a las monedas nacionales. No se descarta que Rusia se les una pronto. Según el ministro de Energía ruso, Alexandr Nóvak, el Gobierno está considerando la posibilidad de realizar pagos por el petróleo en monedas nacionales, especialmente con Turquía e Irán, dejando de lado el dólar estadounidense.
Igualmente, Turquía reduce la dependencia del dólar, comprando oro en el mercado mundial. Además, Ankara retira su oro de la Reserva Federal de EE.UU y lo almacena en el territorio del país otomano, así como en el Banco de Pagos Internacionales en Suiza y el Banco Central de Inglaterra.
Alemania completó el programa de la retirada de sus reservas de oro del país norteamericano y devolvió 300 toneladas de lingotes a su territorio. Mientras que cerca de 100 toneladas de oro fueron repatriadas por los Países Bajos.