Barack Obama presentó el miércoles 13 de abril un ambicioso plan para reducir el déficit presupuestario del país, que espera bajar el gasto estatal de 4 mil billones de dólares en un período de doce años. Esto representa casi la totalidad del presupuesto de los Estados Unidos previsto para 2011, estimado por la Casa Blanca en 3.729 mil billones de dólares.
Para lograr esto, el presidente de los Estados Unidos anunció que utilizará “un bisturí en el lugar de un machete” para hacer sus recortes en todos los presupuestos. El Pentágono ya ha anunciado que el presupuesto militar se verá afectado y Obama prometió que quería proteger a “la clase media, nuestros compromisos para los ancianos y las inversiones por el futuro”.
El déficit presupuestario de Estados Unidos alcanzará alrededor de 1.600 millones de dólares este año. La deuda, alimentada en parte por el plan de reactivación, de la economía en 2009, pero también por las guerras en Afganistán e Iraq, que ya asciende a más de 14 mil millones de dólares y supera el 100% del PIB por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
De acuerdo con funcionarios, el plan del Presidente haría que el déficit presupuestario baje al 2,5% del PIB en 2015 y alrededor de 2% a fines de la década.
Por el lado de los gastos militares, Barack Obama, quiere poner en marcha un “cambio fundamental en la revisión” de las “misiones, capacidades y el papel” de los Estados Unidos, más allá de los 400 millones de dólares de ahorros potenciales identificados por el secretario de Defensa Robert Gates.
El Presidente también tiene previsto alcanzar los 770 mil millones dólares de ahorros en gastos no relacionados con la seguridad y 480 mil millones de dólares de ahorros en los programas de Medicaid y Medicare.
CORTES CLAROS EN MEDIO DE BATALLA ELECTORAL
Los más pobres deberían pagar un precio muy alto por esta política de austeridad. Los programas sociales se verán muy afectados, incluso los programas de seguro de salud que había sido una de las medidas clave de su programa durante las elecciones de 2008. Pero Obama dijo también que estaba listo para luchar contra los republicanos para que los más ricos paguen más impuestos.
Nueve días después de su nombramiento para candidatearse para un segundo mandato, Obama anunció la intención de marcar su diferencia en relación a sus adversarios mayoritarios en la Cámara de Representantes, quienes el 5 de abril presentaron una propuesta de presupuesto para el año fiscal 2012. En este texto se han previsto reducciones drásticas, recortes de impuestos para las corporaciones y los estadounidenses más ricos y la privatización de los programas de Medicare.
LA DENUNCIA A LA HERENCIA DE BUSH
Obama atacó sin nombrar a George W. Bush, presidente desde 2001 hasta 2009, señalando que en la década de 2000, «hemos incrementado dramáticamente el gasto para financiar dos guerras y un programa de reembolso de medicamentos, pero no hemos pagado estos nuevos gastos. En su lugar, hemos hecho que el problema se empeoró con los recortes de impuestos».
Como era esperado, los republicanos respondieron con hostilidad a la intervención. Su líder en la Cámara, John Boehner, sostuvo que «cualquier plan que comienza con la subida de impuestos destruye puestos de trabajo».
16 DE MAYO, PLAZO IMPORTANTE
Demócratas y republicanos deben ponerse de acuerdo sobre la ampliación del límite de la deuda al 16 de mayo, de lo contrario los Estados Unidos no serán capaces de pagar sus intereses. Pero los republicanos pidieron nuevos cortes a cambio de ese voto.
VEA extracto del discurso de Barack Obama
Por Nicolás Loonis
El Ciudadano