El poderoso bloque geopolítico Brics, conformado por los gobiernos de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, invitó a la Argentina a firmar una declaración internacional donde critican la apertura comercial indiscriminada y, a su vez, patrocinan medidas intervencionistas como la nacionalización del recurso energético.
Argentina recibió un fuerte espaldarazo geopolítico tras la anunciada renacionalización de la petrolera YPF. Es que nuestro país recibió y aceptó la invitación formulada por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, los países que conforman el denominado bloque Brics, para copatrocinar una declaración conjunta sobre empleo, crecimiento y comercio internacional. “Escuchen bien porque esto no lo dice la Argentina, sino el grupo Brics. Esta declaración dice que la apertura comercial no genera por sí misma crecimiento económico, desarrollo e inclusión social. En cambio se sostiene que para que eso sea así son necesarias otras políticas complementarias que preserven las variables macroeconómicas, la inversión en capital humano e infraestructura”, afirmó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante un acto oficial realizado en Santa Cruz el último viernes.
Paradojalmente, y a contramano de la línea editorial de los medios hegemónicos, este mencionado documento fue firmado el mismo día en que el Parlamento Europeo solicitó a los organismos de la Unión Europea una sanción comercial para el país producto de la expropiación de YPF. En ese sentido, el pedido formal de los Brics también da cuenta de que Argentina no está “aislada” del mundo, tal como quieren instalar desde algunos sectores conservadores. Según detalló la Cancillería mediante un comunicado: “Durante la sesión de ayer (por el jueves) de Ministros de Comercio del G-20, en la cual se abordó la relación entre empleo, crecimiento y comercio internacional, los países Brics invitaron a la Argentina a copatrocinar una declaración conjunta sobre los temas de la reunión. En la declaración se dejó sentada la posición de los principales países emergentes sobre los temas de la agenda de Ministros de Comercio del G-20, la cual fue tenida en cuenta por México al elaborar las conclusiones finales de la reunión.
Evidentemente, la presidenta Cristina Fernández hizo referencia a esta invitación para contrarrestar los argumentos que indican que el país “estaría aislado” del resto del mundo, producto de sus decisiones en materia de política económica. El texto firmado por los Brics es la ratificación de que los países en desarrollo han adoptado una mirada similar sobre la situación económica mundial y las posibles soluciones a la actual crisis, con medidas opuestas a las que se están adoptando en Europa.
“Se insta a los miembros de la Organización Mundial del Comercio a continuar los esfuerzos para concluir satisfactoriamente la Ronda de Doha en el marco de su mandato negociador original como una ‘ronda del desarrollo’”, dijeron los Brics. Además, en la mencionada declaración se señala que la apertura comercial indiscriminada no genera por sí misma crecimiento económico, desarrollo e inclusión social. En cambio, se sostiene que para ello son necesarias otras políticas complementarias que preserven “las variables macroeconómicas, la inversión en capital humano e infraestructura”. Por otro lado, se convoca a respetar los espacios de política con que cuentan los países en desarrollo en consistencia con las normas vigentes en la Organización Mundial de Comercio, a los efectos de que “los países puedan alcanzar sus legítimos objetivos de crecimiento, desarrollo y estabilidad”.
Por último, el canciller Héctor Timerman, que participó del encuentro en México, tuvo la oportunidad de advertir en el país azteca “la necesidad de abordar las asimetrías y los desequilibrios existentes en el sistema de comercio internacional actual. Nosotros tenemos como máximo arancel de importación un 35, la Unión Europea tiene en muchísimos productos, en la mayoría de ellos, picos arancelarios por arriba de los 100 puntos. Todo esto se conjuga con el creciente uso de restricciones técnicas a la importación, como son las barreras sanitarias, fitosanitarias y los subsidios”.