El precio de los comoditties sigue cuesta abajo y se acerca a niveles de riesgo sistémico. Con el precio del petróleo rompiendo diariamente nuevos pisos, las economías de los países productores y exportadores de estas materias primas han ingresado ya al territorio de la inquietud política. Tras haber disfrutado de ingresos históricamente altos durante más de un lustro y diseñar sus programas políticos y sociales desde esos techos, hoy se enfrentan a una realidad que sin duda tendrá sus costos.
El actual escenario, de por sí deteriorado, es altamente probable que continúe por este sendero. Es lo que proyectan los principales analistas y bancos de inversión internacionales, los cuales son obedecidos por millares de inversionistas y especuladores. En este espacio, los números son claros: el precio del petróleo ha venido descendiendo en estos primeros días de la semana hasta pasar los 30 dólares en barril. Una caída que no se detendrá, han vaticinado agencias tan importantes como Morgan Stanley o Guggenheim. Mientras este último prevé precios de 25 dólares, Morgan estima que llegará próximamente a 20 dólares, valor también compartido por Goldman Sachs. Pero la proyección más extrema surge de la consultora británica Standard Chatered, que prevé valores mínimos de diez dólares el barril, precios no observados desde finales del siglo pasado.
En este mismo escenario revuelto se mueve el cobre, el que ya ha roto el piso de los dos dólares la libra. No se trata de una barrera artificial ni gratuita; en torno a este valor se mueven los costos de producción de no pocas mineras, las que ya han entrado en procesos de recorte y cierre de faenas. Si ayer el mineral rojo ya cruzó este umbral, hoy ha vuelto a caer para ubicarse en 1,97 dólares.
En Chile, la caída en el cobre tiene duros efectos en las cuentas fiscales. Ante ello, esta mañana la presidenta Michelle Bachelet dijo en un seminario con inversionistas extranjeros que “Chile cuenta con una economía sólida, competitiva, con grandes inversiones en infraestructura; y solidez institucional. “Incluso en el contexto económico actual, con los precios de los commodities yendo a la baja, la economía chilena ha mostrado ser resiliente a los vaivenes internacionales, y así lo han reconocido distintas organizaciones internacionales, pero también distintas agencias de calificación”, enfatizó.
La Presidenta afirmó que “como Gobierno hemos asumido su responsabilidad en un sentido amplio. Por cierto, con un manejo económico adecuado para los tiempos actuales. Pero también hemos buscado impactar desde ya en las necesidades de largo plazo”.
Las principales y más inmediatas causas de este desplome de las materias primas pueden hallarse en la economía china, sumida en un proceso de desaceleración que ha llevado a importantes distorsiones de alcances globales. Durante los últimos meses y semanas la depreciación de yuan ha tenido sin duda sus efectos al ser China uno de los principales demandantes de recursos naturales.
Y si devaluación hablamos, en Chile el dólar se ha empinado hasta pasar los 730 pesos. Un alza que de mantenerse durante meses impactará en los precios de los productos importados o con componente importados.