En un acto de represalia directa contra las políticas arancelarias de la administración de Donald Trump, Canadá ha anunciado una nueva serie de aranceles que afectarán productos de Estados Unidos por un valor de 21 mil millones de dólares. La medida, que entrará en vigor el jueves 13 de marzo a las 00:00 horas, se da como respuesta a los aranceles impuestos por Estados Unidos a las importaciones de acero y aluminio canadienses, los cuales alcanzan el 25 por ciento.
Véase también: Trump duplica los aranceles al acero y aluminio de Canadá a un 50% y aumenta la incertidumbre económica global
El ministro de Finanzas canadiense, Dominic LeBlanc, confirmó la decisión que se alinea a la perfección con los aranceles establecidos por Washington. De acuerdo con el anuncio, Canadá igualará los aranceles de manera equivalente, tanto en el acero como en otros productos. El paquete incluye 12 mil 600 millones de dólares canadienses en acero, 3 mil millones en aluminio, y 14 mil 200 millones en otros bienes de consumo, como bebidas alcohólicas, cosméticos y mantequilla de cacahuete.
La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Melanie Joly, calificó los aranceles impuestos por Estados Unidos como «injustificados e injustificables», y anunció que elevaría la queja ante el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, durante la reunión de ministros del G7 que se celebrará en Quebec.
Este anuncio llega en un contexto de creciente tensión entre ambos países, luego de que el gobierno canadiense impusiera, la semana pasada, tarifas sobre productos estadounidenses como parte de su respuesta a las tarifas de Trump. Además, la reciente elección de Mark Carney como líder del Partido Liberal canadiense y próximo primer ministro de Canadá, ha generado incertidumbre sobre cómo se desarrollarán las negociaciones con Estados Unidos, dado que Washington espera un cambio de liderazgo para avanzar en las discusiones sobre los aranceles.
Por su parte, el gobierno estadounidense ha señalado que no negociará aranceles hasta que Carney asuma oficialmente el cargo de primer ministro, lo que ha generado frustración en Canadá. Howard Lutnick, secretario de Comercio de Estados Unidos, mencionó que el diálogo no se dará hasta que se dé este cambio oficial de liderazgo, lo que podría extender las tensiones comerciales.
Mientras tanto, el primer ministro designado, Mark Carney, ha dejado claro que los aranceles se mantendrán hasta que haya un compromiso de Estados Unidos hacia un comercio «libre y justo». La situación se complica aún más debido a que, en respuesta a la política canadiense, Trump ha amenazado con duplicar los aranceles al acero y aluminio de Canadá.
Este conflicto subraya la creciente polarización de las relaciones comerciales entre ambos países, que antes de la llegada de Trump ya eran fuertes aliados comerciales, pero ahora se encuentran en medio de una disputa que podría tener efectos significativos para la economía de ambas naciones.
La escalada de aranceles es vista por algunos analistas como una estrategia para presionar a Canadá, y otros países, a ajustar sus políticas comerciales para alinearse más con los intereses de Estados Unidos. La resolución de este conflicto podría tardar más de lo esperado, ya que la administración de Trump mantiene su postura firme en lo que considera la necesidad de corregir los déficits comerciales y reforzar la soberanía económica de su país.
Foto: El Ciudadano
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