Esperando el momento clave, para no causar mayor alarma en la población un cargamento de uranio salió desde Chile rumbo a Estados Unidos, días después del terremoto que afectó a nuestro país.
El material radiactivo fue cargado en gigantes contenedores y trasladados hasta puerto nacional para ser llevados por mar hasta Estados Unidos vía el canal de Panamá.
«Me alegro de que nos hayamos sacado esto de encima», comentó Fernando López, director de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CChen).
La interrogante, debido al hermetismo con que se llevó a cabo la operación, va ahora si el material que se retiró de nuestra país son efectivamente combustibles «quemados o descartables» como señaló la CChen a la cadena mercurial o bien se trataría de uranio altamente enriquecido capaz de crear armas de destrucción masiva, entre otros.
Fuentes reservadas, declararon a El Ciudadano en su oportunidad, que tras los favores prestados por el Ejército chileno a las fuerzas inglesas durante la guerra de las Malvinas, estas nos habrían pagado con el secreto del enriquecimiento de uranio y la fabricación de la bomba nuclear, la que seríamos capaces de montar en semanas, conocimientos que Argentina ya tenía desarrollados sobre todo en sus instalaciones cercanas a Bariloche.
La nación hermana de Argentina que fabrica reactores por el mundo, uno de los últimos y más grandes construidos en Australia, pagará, sin duda más tarde el precio de su conocimiento científico. Así nos hizo saber en su calidad de ex Secretario General de Gobierno, Ricardo Lagos Weber, quien contó a El Ciudadano, sobre acuerdos relativos al tratamiento de la basura nuclear que comprometía a dar el país transandino.
Ahora y por lo pronto relativo a la materia, está la visita que realizará Sebastián Piñera Piñera a la Cumbre de Seguridad Nuclear, programada para el 12 y 13 de abril en Washington D.C.
El Ciudadano