Un consumidor puede terminar pagando casi un 800% de diferencia considerando los costos adicionales al dinero solicitado, según un estudio hecho por el SERNAC, institución que llamó a los consumidores a no fijarse sólo en las tasas de interés pues el costo final del crédito está formado por comisiones y seguros. Además dependerá del tipo de cliente que sea para la empresa.
El SERNAC realizó un nuevo estudio para orientar a los consumidores sobre el costo real de endeudarse entre el 27 y el 28 de octubre para créditos de consumo de $500 mil, $1 millón y $3 millones a 24 y 36 meses plazo, incluyendo a 20 bancos, 5 Cajas de Compensación, 8 Compañías de Seguros de Vida y 5 Cooperativas de Ahorro y Crédito.
El estudio constató importantes diferencias. Por ejemplo, para créditos de $1 millón a 24 meses un consumidor podría pagar desde $62.408 ($1.062.408) hasta $556.400 ($1.556.400) o una diferencia de hasta 792%. Es decir, ocho veces más de lo que podría haber pagado optando por la alternativa de menor costo.
Asimismo, si un consumidor pide un crédito de $500 mil a 36 meses, puede terminar pagando $471.820 adicionales, es decir, casi el doble de lo que pidió.
BANCOS O CAJAS DE COMPENSACIÓN
Los bancos son las instituciones que presentan las mayores diferencias entre los costos totales mínimos y máximos alcanzando hasta un 68,3% de diferencia en el costo total en los créditos de $500 mil a 36 cuotas. También son las instituciones que registran los menores y mayores costos del crédito.
Las Cajas de Compensación tienen un costo único por estos créditos, por lo que conviene que los consumidores que son clientes de estas instituciones coticen estas alternativas y las comparen con lo que les ofrezca su banco.
¿ERES NUESTRO CLIENTE?
El estudio además detectó que las instituciones bancarias tienen el mayor rango de costos totales del crédito dependiendo del tipo de cliente que sea el consumidor para la empresa. Por ejemplo, dos consumidores que pidan un crédito de $3.000.000 millones a 36 meses en Banco Santander, pagarán $1.191.456 de diferencia o un mínimo de $3.464.604 hasta un máximo de $4.656.060.
¿Conviene endeudarse considerando sólo los intereses?
No. Fijarse sólo en la tasa de interés no refleja el costo final del crédito ya que éste es más complejo y está formado por comisiones y otros cargos como los seguros.
¿Es más barato el crédito hoy?
Desde enero de 2009 ha habido un descenso sostenido del costo del crédito, por un repliegue de las tasas de interés y la entrada en vigencia de la Ley 20.326, que dispuso transitoriamente la disminución a cero del impuesto al crédito entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2009.
Es decir, si por ejemplo, en diciembre de 2008, un crédito de $500 mil a 24 cuotas costaba un mínimo promedio de $682.153, hoy se puede encontrar un mínimo de $620.880 ($61.274 de diferencia).
TASA DE CAMBIO
Por otra parte, contar con una Tasa de Política Monetaria (TPM) en niveles históricamente bajos, podría hacer pensar que es buen momento para endeudarse. No obstante, hay que recordar que ésta no corresponde a una tasa que reciben los consumidores, sino más bien es una tasa fijada para préstamos entre bancos que eventualmente podría traspasarse a los consumidores.
Mientras la TPM ha disminuido 94%, entre diciembre de 2008 y octubre de 2009, la Tasa de Interés Máximo Convencional (lo máximo que pueden cobrar las instituciones financieras) sólo lo ha hecho en un 13%.
RECOMENDACIONES DEL SERNAC
• Evalúe la real necesidad del crédito considerando que puede terminar pagando hasta el doble de lo que pidió si elige la opción menos conveniente para un crédito de $500 mil a 36 meses.
• Cotice, pues por ejemplo, para créditos de $1 millón a 24 meses un consumidor podría pagar desde más de $62 mil hasta más de $550 mil adicionales a lo que pidió, o una diferencia de casi 800%. Es decir, ocho veces más de lo que podría haber pagado optando por la alternativa de menor costo.
• Compare y no se deje llevar sólo por la tasa de interés, pues la institución que tenga la tasa más baja no necesariamente será la más económica ya que el costo final del crédito es más complejo y está formado además por comisiones y seguros.
• Fíjese en lo importante como el costo final del crédito y no se deje llevar sólo por promesas publicitarias. En ese sentido, recuerde que los seguros que se adquieren voluntariamente también forman parte del costo final, así como los impuestos que por disposición legal no serán cobrados durante este año.
• Fíjese no sólo en el «desde» sino en el “hasta», pues el «desde» suele ser sólo para cierto tipo de clientes. Por ejemplo, dos consumidores que pidan un crédito de $3 millones a 36 meses en Banco Santander, pagan casi $1 millón 200 mil de diferencia.
• Exija una cotización y compare considerando a otros actores que pueden ser más convenientes como las Cajas de Compensación, Aseguradoras y Cooperativas de Ahorro y Crédito.
• Recuerde que «pedir» dinero no significa que le están haciendo un favor. Cuando usted solicita un crédito tiene derechos como todo consumidor que compra un producto o contrata un servicio.
• No olvide que el pago mínimo no reduce el monto de la deuda pues en general sólo está pagando los intereses transformándola en una deuda “vitalicia” que se puede arrastrar por toda la vida por lo que siempre será más conveniente pagar la cuota completa o consolidar las deudas para ordenar el presupuesto en una cuota que esté a su alcance, cotizando y eligiendo siempre la institución que le ofrezca las mejores condiciones.
VEA EL ESTUDIO DEL SERNAC AQUÍ
El Ciudadano