La oposición de organizaciones de la sociedad civil, en todos los países firmantes del TPP, ha sido una contribución a la discusión sobre este acuerdo pese al secretismo que marcó las negociaciones del TPP por más de 5 años, excluyendo tanto a los ciudadanos como a los parlamentarios.
En Chile, las organizaciones aglutinadas en la plataforma Chile Mejor Sin TPP, asumieron la tarea de develar las implicancias de este acuerdo y advertir que no se pueden prever beneficios, tal como arrojó el informe del sociólogo Jaime Ensignia a encargo de la Cancillería.
En ese contexto la elección de Donald Trump viene a complicar los planes de continuidad que tiene el Presidente Obama para el TPP, ya que el republicano ha hecho público su rechazo tajante al acuerdo, así como su política de proteccionismo económico.
Lucía Sepúlveda, integrante de la Red de Acción en Plaguicidas y de Yo no quiero transgénicos, afirma que: «Llega a dar vergüenza ajena escuchar a la Presidenta Bachelet defender un tratado rechazado en Chile por importantes sectores de la sociedad y transversalmente por un creciente número de parlamentarios, y que en Estados Unidos fue también desahuciado por Donald Trump que supo recoger el descontento social del electorado”.
En su opinión, Obama – principal impulsor del TPP – no logró imponerlo en su país y Bachelet ofrece un salvataje esperando, quizás, que las corporaciones favorecidas por el Tratado Transpacífico maniobren hasta lograr revertir la posición de Trump quien anunció el retiro de Estados Unidos como primera medida cuando asuma el gobierno.
Sepúlveda agrega que: “Insistir en mandar el proyecto al Congreso es un regalo para las transnacionales que sin duda no dan su brazo a torcer puesto que este tratado está lleno de beneficios para estas grandes compañías farmacéuticas, biotecnológicas y de informática, que significan vulneración de nuestros derechos humanos a la salud, a la alimentación y al acceso al conocimiento y la libre expresión”.
Pero más allá de la tozudez de Bachelet, con estos antecedentes el TPP es inviable ya que para que el tratado entre en vigencia se necesita un 85% del PIB total de los 12 países, y sin la ratificación de Estados Unidos la formula del TPP no da ya que sólo la economía de este país corresponde a un 66,7% del PIB total del TPP.
Al respecto la integrante de la plataforma destaca que: “Hay que entender que las cláusulas del TPP hacen inviable su vigencia sin la ratificación por Estados Unidos, así que entendemos que persistir en ratificarlo es confiar en que corporaciones como Monsanto y otras, obligarán a Trump a hacer más adelante lo que sugirió Bachelet: ignorar su promesa de campaña y su declaración de ayer”. Además menciona que: “Por eso, estaremos alerta y movilizados para impedir que el gobierno involucre al parlamento en su maniobra de salvataje del TPP y de hundimiento de nuestra soberanía nacional».
Consultada por las relaciones de Chile con China, cuyo Presidente se encuentra de visita en nuestro país, y que con un día en suelo nacional ya firmaron acuerdos económicos complementarios, Sepúlveda señala que de iniciarse un proceso distinto para que Chile sea parte de otro tratado de libre comercio que incluya ahora a otros actores como China, “Esta debiese ser una iniciativa que desde un comienzo debe estar totalmente abierta al escrutinio público, dado que no existe una evaluación integral de los resultados de estas políticas, que consideramos en Chile están cuestionadas por sus resultados sociales y ambientales, entre otros problemas a analizar. No están los tiempos globales ni nacionales para nuevas aventuras que comprometen nuestro futuro y de las generaciones que vienen tras nosotros».