Clase obrera es la piedra de tranca en la agenda privatizadora de Temer

La clase trabajadora de Brasil es la principal piedra de tranca en la agenda privatizadora que viene impulsando el gobierno del presidente de facto, Michel Temer, desde que asumió el poder en el año 2016. Sindicatos de transporte, del sector eléctrico y petroleros se han plantado en el camino privatizador del Mandatario, con manifestaciones y huelgas generales.

Uno de los casos más notorios es el esfuerzo que ha destinado el inquilino del Palacio de Planalto para privatizar a Eletrobras, la mayor empresa de generación de energía de América Latina.

“La carta neoliberal de Temer en 2018 es la venta de la mayor empresa energética de Latinoamérica por tres mil millones de dólares, a pesar de estar tasada en 100 mil millones de dólares y producir energía a bajo costo”, reseñó un reporte de Telesur.

Eletrobras es la mayor generadora de energía de América Latina. Foto: Web

La desestatización provocará despidos masivos

La Asociación de los Empleados de Eletrobras, que está compuesta por generadoras, transmisoras y distribuidoras, cumplieron recientemente un paro de 72 horas en rechazo la privatización del gigante eléctrico, porque consideran «generará pérdidas para la sociedad, como la subida de los tarifas de energía».

Según estimaciones del presidente de la Asociación de Empleados, Wilson Ferreira Junior, esta desestatificación provocará un despido masivo de empleados y la precarización del trabajo en la empresa, que hasta ahora produce una energía a bajo costo de manutención, reseñó la revista digital Forum.

La administración actual de Brasil, que llegó al poder tras la destitución de Dilma Rousseff, prevé desnacionalizar la una gran porción de los activos en manos del Estado brasileño.

Tema prioritario en el Congreso

La discusión de estos temas avanzará al Congreso como tema prioritario. «Nuestra agenda tiene dos focos: la desestatización de las distribuidoras de Eletrobras y la aprobación de la transferencia de titularidad de la cesión onerosa», afirmó el ministro jefe de la Secretaría de Gobierno, Carlos Marun, tras un encuentro entre Temer, ministros y parlamentarios.

El proyecto que el Gobierno de facto tramita en la Cámara se refiere a la venta de distribuidoras de la estatal en el Amazonas. Al respecto, el próximo 26 de junio está prevista la subasta de seis empresas de distribución de electricidad de Eletrobras.

Las distribuidoras que serán subastadas son Amazonas Distribuidora de Energía, Buena Vista Energia, Compañía de Electricidad de Acre (Electroacre), Compañía Energética de Alagoas (Ceal), Compañía Energética del Piauí (Cepisa) y Centrales Eléctricas de Rondônia (Ceron).

Se busca desnacionalizar desde la generación hasta la distribución. Foto: Web

La joya de la corona

El Gobierno de Temer presentó en 2017 un plan de privatizaciones y puso a disposición del sector privado 57 empresas públicas, terminales aeroportuarias, líneas eléctricas y autopistas. Sin embargo, la joya de la corona es la petrolera Petrobras, proceso que no ha podido concluir porque tiene mucha resistencia en la sociedad brasileña, principalmente su clase trabajadora.

Semanas atrás, los trabajadores efectuaron  una huelga de tres días para exigir la reducción de los precios de los combustibles, así como también para rechazar la privatización de la empresa estatal.

La ola privatizadora, característica de los gobiernos liberales, se realiza para recaudar cerca de 14 mil millones de dólares y «reducir el abultado agujero en las cuentas públicas del país».

El plan del Ejecutivo incluye la privatización y concesión de 14 aeropuertos, 15 terminales portuarias y 11 lotes de líneas de transmisión eléctrica, además de importantes empresas estatales.

Entre las nuevas propuestas está el aeropuerto de Congonhas, en San Pablo, el segundo mayor del país en número de pasajeros; la Casa de la Moneda, entidad encargada de la impresión de los billetes de la moneda brasileña y los pasaportes; y Lotex, encargada de la venta de lotería y apuestas, entre otras.