Presiones del propio Sebastián Piñera y de la directiva de la Democracia Cristiana en Santiago recibieron los concejales de Valparaíso horas previas a la votación de la modificación al seccional porteño que permitirá que el grupo Mall Plaza diseñe a su pinta el borde costero de la ciudad. Además la empresa compraría a 2,5 UF el metro cuadrado a la portuaria estatal, considerando que iguales paños de terreno en Viña del Mar superan las 25 UF.
El 8 de abril fue una día tenso en Valparaíso. Luego de postergarse la votación desde el año pasado, argumentándose razones electorales, el Concejo Municipal de Valparaíso votó las modificaciones al plano regulador de la ciudad que permitirán al grupo Mall Plaza edificar el polémico proyecto Puerto Barón en el borde costero de la ciudad.
El Concejo porteño aprobó por 7 votos a favor y 4 en contra, el cambio del seccional que permite un 20% más de altura en los terrenos donde el grupo Mall Plaza planea construir un hotel y un mall, entre otras edificaciones que cambiarán radicalmente el paisaje de la ciudad.
Votaron en contra de la modificación los concejales Alberto Neumann (PC), Katrina Sanguinetti (PS), Marina Huerta (DC) y Máximo Silva (RN). Tanto el alcalde Jorge Castro (UDI), como el resto de los concejales apoyaron la iniciativa.
“Hubo presiones políticas y comerciales para que se aprobara esta enmienda – acusa el concejal Neumann – Si desde Santiago se llamó a los concejales para que se cuadraran con la medida, porque este es un proyecto apoyado por el gobierno, la empresa privada y la derecha”.
Neumann agregó que “hubo llamados del propio Sebastián Piñera al diputado Francisco Chahuán para que presionara al concejal Silva, quien mantuvo su rechazo”.
Otro de los que se dieron vuelta la chaqueta es el concejal DC Absalón Opazo, quien en votaciones anteriores se mantuvo en contra de cambiar el seccional. Opazo fue llamado de la dirección de la Democracia Cristiana, ubicada en Santiago.
Esta modificación da luz verde al desarrollo del proyecto inmobiliario y comercial del grupo Mall Plaza, en las 20 hectáreas del borde costero de la ciudad.
CIUDADANÍA FUERA
Como se anunciaba tensa la jornada ayer en el municipio porteño, ya que los escasos 1,8 mt. de mayor altura permitida implican un sustancial cambio en la morfología de la ciudad, el alcalde Castro hizo la sesión a puertas cerradas.
Desde poco después del mediodía se había congregado gente en el hall del edificio municipal. Afuera, en tanto, había al menos 10 vehículos policiales.
Hubo conatos entre partidarios y detractores del proyecto Puerto Barón. Incluso el concejal Eugenio González (RN), que aprobó las modificaciones, ingresó a la municipalidad fuertemente escoltado por cuatro guardias personales. Claro que el gesto matonesco no le sirvió mucho para protegerse de insultos, monedas y empujones que recibió.
Apoyaron la modificación el Consejo de Turismo Regional (Consetur), la Cámara Chilena de la Construcción (CCHC) y la Unión Comunal de Juntas de Vecinos porteña (Unco), claro que según dicen los críticos a ésta, sus dirigentes hace rato fueron cooptados por Mall Plaza.
Quienes rechazan la medida se agrupan fundamentalmente en el Comando de Defensa Ciudad Puerto, que agrupa a sindicatos de estibadores y trabajadores portuarios, vecinos y arquitectos de la ciudad.
Por su parte, el alcalde Castro señaló que “teniendo las reglas claras, teniendo un seccional de borde costero que hoy le estamos dando esta enmienda y tres precisiones, vamos a poder tener la inversión que necesitamos y requerimos”.
El próximo trámite de la polémica medida será en el Ministerio de Viviendas y Urbanismo, para finalmente tener toma de razón en la Contraloría. Castro estimó que el Grupo Plaza ingresará el anteproyecto en el segundo semestre.
El jefe comunal dijo que no puede haber crecimiento sin inversión, y que precisamente esta iniciativa se traducirá en más puestos de empleo, ya que se estima generará 2.500 nuevos puestos de trabajo.
Respecto a la votación, Castro destacó que fue menos apretada de lo que se esperaba, con lo cual su voto no fue dirimente.
María Quezada, del Comando de Defensa Ciudad Puerto, adelantó que recurrirán a la Contraloría para parar esta modificación. “De partida, vamos a la Contraloría y, en estos momentos, tenemos demandas en el Ministerio Público”- sostuvo.
POLÉMICO PROYECTO
Mall Plaza quiere invertir algo más de 100 millones de dólares en el borde costero del puerto, en donde edificaría un hotel, un mall, tiendas de departamentos, restaurantes, un supermercado.
También Mall Plaza dice que hará paseos, plazas y avenidas abiertas a la comunidad. Esto sería un paseo costero de 40 mt. promedio en su tramo central y de aproximadamente 840 metros de largo, equivalente a la distancia entre el Congreso Nacional y la Plaza Victoria.
También habría dos plazas públicas temáticas (Plaza Barón y Plaza Francia), las que tendrían una superficie similar a la de la suma de las plazas Victoria y Simón Bolívar.
Pero lo que más causa polémica es la altura permitida que atentará nuevamente con el derecho a vista de muchos porteños que tienen sus casas en los cerros, la que se verá obstruida por los edificios contemplados por Mall Plaza.
También habrá un ajuste de viabilidad de la nueva Avenida Bicentenario, la cual se moverá hacia el costado de la vía férrea en el sector próximo a la bodega Simón Bolívar. Dicha avenida conecta las Avenidas Francia y Argentina, de oriente a poniente, y en el Plan Regulador vigente se encontraba ubicada en medio del paño.
Entre las críticas que se hacen al proyecto están la venta de terrenos portuarios para la construcción de 500 departamentos, la colusión ente privados y autoridades publicas para engañar a la ciudadanía con una maqueta del proyecto que no refleja lo que dice el contrato entre EPV y Mall Plaza, además de su publicidad constante en el Muelle Barón, lugar de paseo de los porteños. También acusan que no hay ninguna instancia de participación ciudadana más que la que ha hecho Mall Plaza para engatuzar a algunos dirigentes vecinales llevándolos a comidas y a eventos en Malls de Santiago.
Los porteños miran el entramado con gran suspicacia, ya que Mall Plaza compraría el terreno a un precio de 2,3 UF el mt2. Juan Díaz, dirigente de los trabajadores marítimo portuarios, acusa que “acá alguien está haciendo un negocio y la Empresa Portuaria de Valparaíso se está prestando para esto”. Según corredores de propiedades de la ciudad es irrisorio que EPV venda a ese precio el metro cuadrado; siendo un precio mínimo de venta en Avenida Errázuriz y los alrededores, con menor valor que el muelle, unas 12 ó 13 UF el metro cuadrado. El mismo terreno en la costanera de Viña del Mar supera las 25 UF.
¿QUIÉN DEFINE EL ESPACIO URBANO?
De concretarse el proyecto Muelle Barón, terminaría por demostrarse que los arquitectos y configuradores del espacio urbano son las empresas privadas. Si bien para muchos porteños es un gran avance tener una costanera que les permita acceder al mar, el hecho de que esto viene a ocurrir luego de que un holding de mega centros comerciales decidiera “invertir” en la ciudad, da cuenta de las dimensiones reales de este proyecto.
La ciudad como voluntad y representación del capital privado, modelada según el arbitrio d sus intereses comerciales: Aquí un hotel y un edificio de departamentos, allá una plaza y una costanera. La relación costo beneficio es tácita en todo esto. De concretarse Puerto Barón, terminará por demostrarse que ni la ciudadanía importa ni las autoridades públicas a la hora de ordenar el espacio urbano.
A través de un comunicado, el Comando de Defensa Ciudad Puerto, condenó la “la actitud antidemocrática asumida por la Municipalidad de Valparaíso, siendo el Alcalde Jorge Castro el responsable, negando la entrada de los/as ciudadanos/as, al Concejo, para lo cual se valio de pobladores engañados, copando el Salón de Concejo, cuatro horas antes. Los actos violentos realizados por los guardias municipales, por impedir que un Concejal de Valparaíso y sus asesores asistieran al Concejo revelan, ciertamente, la calidad de la actual Administración”.
También acusan que el resultado de la votación da cuenta de las irregularidades manifiestas en el proyecto, las que involucran al municipio, el gobierno central, autoridades del Gobierno Regional y a la estatal Empresa Portuaria de Valparaíso.
“La construcción de un Mall y 500 departamentos asociados al proyecto, limita para siempre el desarrollo del puerto por el norte, un puerto NO debe tener una sola entrada. A menos de un año en funcionamiento el acceso sur (ZEAL), hemos sufrido la pérdida de muchos trabajadores”- señala el comunicado.
También llaman a que se integre a la discusión a “todos los protagonistas, trabajadores, empresarios, en general, porteños y porteñas”, no descartando llamar a una consulta ciudadana o plebiscito.
El Ciudadano
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