Concentrados superan exportación de cobre refinado en Chile

Durante el año 2023, el 41,3% del total de exportaciones mineras son concentrados, superando al cobre refinado (34,9%). En los concentrados puede ir además de Cobre, metales como Oro, Platino, Telurio, Renio, entre otros de gran valor. El cierre de la Fundición Paipote avanza un paso más en esta tendencia que tiene como objetivo que el país pierda la capacidad de refinar minerales en Chile.

Concentrados superan exportación de cobre refinado en Chile

Autor: Mauricio Becerra

El año 2023 el principal producto exportado por Chile fueron los concentrados mineros, superando en 6,4 por ciento al cobre, el principal metal de exportación del país. Según las cifras anuales del Reporte de Comercio Exterior correspondientes al año 2023, los concentrados de cobre representaron el 41,3% del total de productos mineros exportados, en tanto que el cobre ya refinado es apenas un 34,9%.

La exportación de minerales concentrados fue de US$ FOB 23,505.4 millones, rerpresentando un alza de 6,6% de alza en comparación al año anterior (US$ FOB 22,057.7).

El valor FOB (Free On Board) es usado en las transacciones marítimas e incluye el total del costo de producción de la mercancía en el país de origen, el transporte y el pago de los derechos de exportación.

En tanto, el cobre exportado alcanzó los US$ FOB 19,889.6, sufriendo una disminución de -3,7% respecto del año 2022.

Las cifras dan cuenta que el cobre y sus derivados son el principal producto de exportación del país. El litio, en tanto, representa el 11% de las exportaciones mineras.

También el metal blanco experimentó un fuerte descenso de -29,3 por ciento, en relación a la alta demanda ocurrida en los dos años precedentes.

En relación a las exportaciones globales, los productos mineros son el principal producto que sale de los puertos y aeropuertos chilenos. Durante todo el año 2023 acumularon el 58,9% del total, lo que equivale a US$ FOB 56,926.7 millones. En tanto, el sector no minero representó un 41,1% de las exportaciones (US$ FOB 39,777.8 millones).

EL DESMANTELAMIENTO DE LA CAPACIDAD INDUSTRIAL DEL PAÍS

Si en 1990 apenas un 16 por ciento del cobre producido en Chile fue concentrado, la cifra aumentó al 38% en el año 2000 y llegó al 50 por ciento en 2020, según cifras de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco). Según el estudio ‘Mercado chileno del ácido sulfúrico’ (2022), de seguir dicha tendencia, al año 2030 la proporción de concentrado superará el 70 por ciento.

En esa época Chile era líder en fundiciones a nivel mundial, manteniendo en su territorio el 14,6% de la capacidad de fundición de minerales en todo el orbe, seguido por Estados Unidos con un 12,9 por ciento.

Tres décadas después, en 2018, el país tenía apenas un 7,9% de la capacidad de fundición global. De esta forma, la exportación de concentrados de cobre estimulado por la gran minería privada, ha desindustrializado Chile en los últimos años.

La exportación de concentrados permite que minerales de gran valor, como oro, platino, paladio o renio no sean recuperados en Chile, perdiendo así el país millonarias divisas.

Es el caso de los minerales del grupo Platino (PGM), presentes en los barros anódicos y en los concentrados exportados, como el Oro (Au), cuyo precio alcanza los $65.740,963, según las estimaciones del Banco Central.

Además en los concentrados está el Platino (Pt), cuyo kilo está avaluado en $ 15.286.794 (US$31.488); el Paladio (Pd), tasado en $33.664.299 el kilo (US$ 39.839); o el Rodio (Rh), cuyo valor es diez veces más caro que el oro, situándose entre 388 mil y 434 mil dólares el kilo.

También ocurre con el Renio, que desde 2018 no se fiscaliza en los concentrados de Molibdeno, siendo un mineral muy cotizado por su resistencia a temperaturas extremadamente altas, por lo que es utilizado en la fabricación de piezas de turbinas de aviones o blindaje de naves espaciales. Su valor está actualmente entre 2.000 y 3.000 dólares el kilo.

Pese a su importancia, estos minerales están excluidos de control en su paso por Aduana, como ocurre con el Oro y la Plata, cuya presencia no tiene que ser declarada en la exportación de concentrado de Molibdeno.

Este contrabando es permitido por las Resoluciones Exentas (RE) de Aduana Nº 3624, de 2018; y Nº 4449, de 2019. Según informó El Ciudadano, la primera rebajó varios minerales a ser fiscalizados en dicho tipo de exportación, destacando el Molibdeno. En tanto, la resolución en vigor (RE 4449), publicada por Aduana el 12 de septiembre de 2019, bajo el gobierno de Sebastián Piñera, sacó varios minerales de ser declarados. Así, si la RE de 2018 establecía el control de 14 elementos en los concentrados sacados del país, con la nueva resolución, estos fueron reducidos a apenas cuatro: Cobre, Oro, Plata y Molibdeno.

La refinación de concentrados en el país implicaría un fuerte intensivo a la actividad económica, que acumula varios años de magro crecimiento y merma en los ingresos fiscales. Según el Informe de Finanzas Públicas correspondiente al año 2023, los ingresos del Gobierno Central experimentaron una caída real anual de 12,5%, lo que equivalen a $64.111.891 millones, lo que representa un 23 por ciento del PIB. En tanto, los Ingresos Tributarios Netos alcanzaron $49.740.806 millones en 2023, teniendo una caída de 16,6% real anual.

EL CIERRE DE LA FUNDICIÓN PAIPOTE

El anuncio reciente del cierre de la Fundición Hernán Videla Lira, también conocida como Paipote, profundizará el proceso de desindustrialización de la actividad minera.

La planta, que comenzó a operar en enero de 1952, fue parte central del proceso de tecnificación de la minería chilena que aunó las fuerzas políticas chilenas durante el siglo XX, siendo además un pilar clave para la función de la Empresa Nacional de Minería (Enami) de permitir a pequeños y medianos productores mineros poder refinar sus minerales.

Paipote al momento de su cierre tenía una capacidad de procesamiento de 340 mil toneladas anuales de barros anódicos, en los cuales se encuentra Oro, Plata, Cobre y varios otros minerales valiosos, los que este año están experimentando un nuevo ciclo al alza en su cotización internacional.

La paralización de la Fundición Paipote se suma a la clausura de Ventanas, cuya refinería era capaz de procesar 420 mil toneladas anuales, produciéndose en promedio 4296,875 kilos de Oro cada año.

El doctor en Química, Juan Camus, quien trabajó en El Laboratorio de Metales Nobles de la Fundición Ventanas, comentó a El Ciudadano que allí se extraían de los concentrados de cobre metales como el níquel, el paladio, el selenio, el platino o el telurio.

“Puedo hacer un cálculo a partir de mi propia experiencia en Enami Ventanas: Producíamos alrededor de 400 mil toneladas de cobre electrolítico, esto es un con 99,9% de pureza, que son los cátodos principalmente- cuenta Camus- La planta tenía una capacidad para 420 mil toneladas por año. En 48 años, o sea entre 1964 y 2012, se produjeron 16.500 lingotes de oro de 12,5 kilos cada uno. Todo ese oro fue sacado de lo que se llaman barros anódicos, residuos que quedan en el proceso de refinería de cobre”.

La política de cierre de estas fundiciones ha sido promovida por el Consejo Minero, espacio que integra a la gran minería privada y que apunta a que todos estos valiosos minerales sean recuperados en el exterior, no pagando así su costo real en Chile al ser exportados como concentrados.

Un articulador de esta política fue el primer subsecretario de Minería del actual gobierno, Willy Kracht, quien se preocupó de instalar en la cúpula gobernante la idea de que el compromiso asumido por Michelle Bachelet en 2016 de remodelar la Fundición Paipote, era inviable económicamente, al establecer un cálculo de ganancias proyectados apenas a 25 años de funcionamiento de la refinería.

La Fundición Hernán Videla Lira cerró tras funcionar durante 72 años.

Parar los hornos de la fundición implicó dejar sin empleo a casi 500 trabajadores de Paipote. Según la prensa local, una veintena de estos comenzaron cursos de reconversión laboral, siendo capacitados en soldadura y oxicorte.

EL FUTURO DE LOS MINERALES CRÍTICOS

Los países cada vez cuidan más la producción de minerales críticos, situación que se profundizó tras el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania. Recientemente Indonesia impuso un embargo a sus exportaciones de Níquel con el objetivo de obligar a los inversores en metales a invertir en el desarrollo de la industria local.

Según la OCDE, los países han quintuplicado las restricciones a la exportación de metales críticos desde 2009, estando al menos el 10% del comercio mundial de estos metales afectado por diversos tipos de barreras comerciales, ya sean cuotas fijas o prohibiciones de exportación de determinados minerales, como las establecidas por Vietnam, Argentina, Rusia, Kazajistán, Indonesia y China, país que ha pasado a liderar la fundición global.

Si a fines del siglo XX Chile era el país líder en fundiciones a nivel global, las políticas mineras seguidas desde mediados de los noventa han hecho perder en no más de dos décadas dicho lugar. Hoy el país ha reprimarizado su economía, enviando sus ricos recursos mineros en forma de concentrados para ser convertidos en lingotes de oro o renio ultra refinado en plantas asiáticas o europeas.

Y en lo que va del 2024 la tendencia sigue. Durante los meses de enero y febrero los concentrados representaron el 45,1% de las exportaciones mineras (US$ FOB4,482). En tanto, el cobre apenas alcanzó a ser el 35,8% (US$ FOB 3,561.4).

Es el gran agujero negro de la economía chilena.

Mauricio Becerra R.

El Ciudadano


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