Coquimbo: Polémica por denuncia de supuesto abandono de cajas de ayuda y mediaguas para damnificados del terremoto

A través de su cuenta de Facebook, Rodrigo Tapia Flores denunció que en el complejo deportivo Fortín Motta, ubicado en La Pampilla en Coquimbo y que funciona como bodega de la Dirección de Protección Civil y Emergencias de ese municipio, se encontrarían cajas de la Onemi con productos de primera necesidad destinados a los damnificados del terremoto y tsunami del 16 de septiembre de 2015.

De acuerdo al relato de Tapia, los insumos estarían «en estado de deterioro» y habrían sido entregados a la Municipalidad en octubre del año pasado, al igual que 56 mediaguas con baño incluido que se encuentran en el recinto, sin llegar a manos de los afectados después de 5 meses.

La respuesta del municipio

Esta mañana el alcalde de Coquimbo, Cristian Galleguillos (DC), emitió declaraciones ante la prensa en el mismo Fortín Motta, asegurando que la denuncia tiene ribetes políticos y que se trata de «una falsedad absoluta que lamentablemente se realiza en un ambiente de espera a las próximas elecciones primarias, a 48 horas de una elección».

El edil destacó que abrieron las puestas del lugar precisamente para que la prensa se pudiera cerciorar de que allí «no hay ni una sola caja de alimentos» y que ya se han entregado 8 mil de éstas. Sin embargo, reconoció que sí hay cajas con kit de aseo, las que -dijo- formarían parte del stock de la Dirección de Protección y Emergencias.

Sin embargo, al ser consultado Galleguillos sobre si éstas correspondían o no a insumos para el terremoto, dijo: «El 90% del material de aseo que nosotros recibimos se entregó; siempre hay un stock, un saldo que queda acá en las bodegas que corresponde a este 10%, pero te insisto, no es alimento». Por su parte, el director regional de la Onemi, Rubén Contador, sostuvo que «esto no tiene exactitud con la realidad», porque son cajas «que no corresponden a alimentos», sino que a «kit de emergencia».

Respecto a los materiales que serían para mediaguas, el alcalde planteó que «estas son viviendas de emergencia mejoradas que efectivamente llegaron y están siendo distribuidas e instaladas a lo largo de toda la comuna». Junto con eso señaló que ya han colocado 20 y que con las que están en esa bodega -otra veintena- ocurrirá lo mismo durante las próximas semanas.

Sin embargo, la versión del alcalde fue cuestionada cuando un periodista le consultó por camiones cargados que se vieron salir del Fortín Motta durante la mañana y por gente que llegó a limpiar el lugar. «Es un proceso que se desarrolla normalmente; creo que en la mañana salieron algunas casas de emergencia, están siendo instaladas en diferentes sectores de la comuna», aseguró el edil.

«No me interesa la política, no me gusta»

El Ciudadano conversó con Rodrigo Tapia, quien subió las imágenes a Facebook, el que sostuvo respecto a la acusación del alcalde de que esto se trataba de una maniobra política que «siempre dicen lo mismo» y que él no milita en ningún partido político y que ni siquiera vota. «No me interesa la política, no me gusta», aclaró.

«Lo que me interesa es la gente de Coquimbo», dice Tapia, quien cuenta que para el terremoto su madre también perdió su casa y aún no recibe ayuda. «Basta pegarse una vuelta por Baquedano y ver que todavía hay gente que está en carpas, en tomas, casas cerradas con calamina, y perfectamente les podría llegar una mediagüa… ¡Si tienen hasta baños y son bonitas!», plantea.

Sobre la precisión del edil de que se trata de cajas de kit de emergencia y no alimentos, Tapia respondió: «Bueno, ¿y cuál es la diferencia? Es para la gente, no para que estén encerradas». Respecto a las mediaguas, el denunciante destacó el hecho de que estas estuvieron expuestas al sol durante todo el verano, puesto que fueron llevadas a ese lugar en octubre pasado. «Están medias dobladas y con las cajas está la cagada al interior del Fortín Motta», aseguró, y agregó: «Tuvieron seis meses para repartirlas: ¿por qué no lo hicieron?… Y ahora yo saco unas fotos, las subo a Internet y por arte de magia llegan los camiones a sacarlas…».

Por Daniel Labbé Yáñez