El economista Vittorio Corbo ha hecho algunas declaraciones bastante razonables en una entrevista publicada en el Diario La Tercera, el Domingo 15 de marzo del 2009.
“Para reactivar, la política fiscal es mucho mas efectiva que la monetaria, al menos en el corto plazo” reconoció el ex Presidente del Banco Central. Pero los editores de La Tercera no le entendieron y en el llamado de primera página a esta entrevista lo citaron exactamente al revés. No es raro, puesto que representa un giro de 180 grados no sólo en la posición de Corbo, sino en lo que dicho diario ha venido transmitiendo desde hace tres décadas.
“No es tiempo de bajar impuestos” remachó Corbo.
Se contrapone de este modo, frontalmente, al programa reactivador propuesto por Piñera y reafirmado por la UDI en el curso de la semana. Éste consiste prácticamente sólo en rebajas de impuestos. Algunos economistas de gobierno andan en la misma onda que la Derecha en esta materia, incluyendo miembros del comando del candidato Frei.
Es sabido que rebajar impuestos a los capitalistas en medio de las crisis no reactiva nada. No se los va a convencer de esta manera ni de ninguna otra de invertir dinero puesto en su bolsillo en medio de la crisis. Tendrían que estar locos, porque es mal negocio.
Incluso en el caso de rebajar el IVA, por ejemplo, lo que ciertamente beneficia a toda la población, no hay que olvidar que el 10% de mayores ingresos consume la mitad del total que se gasta en Chile. Es decir, la mitad de los inmensos recursos devueltos a la población por esta vía terminará en manos del 10% que menos los necesita.
“Lo más efectivo es gastar más en subsidio de cesantía y otro bono a los sectores más desprotegidos”, dijo Corbo.
Exactamente. Es lo mismo que han dicho Krugman, Stiglitz y muchos otros.
Esa forma de entregar recursos a la población no sólo es la más justa, sino que la más efectiva para reactivar. Todo ese dinero va de inmediato a consumo y especialmente en productos que producen las PYMES, de las que a su vez depende la mayor parte del empleo.
En el caso del subsidio de cesantía, hay que recordar que en Chile ahora no existe. Antes si había, desde los años 1930, pero se congeló en 17.000 mensuales desde mediados de los años 1990 y finalmente se eliminó con el nuevo seguro de cesantía.
Este último está basado en la misma falacia que las AFP, que los ahorros individuales invertidos en los mercados financieros son suficientes para resolver el problema.
Tanto así, que en la última reforma aprobada en febrero del 2009, se permitió que el fondo acumulado, que no es menor, se invierta en el extranjero y de la misma forma que los fondos de pensiones. Hasta ahora se manejaba conservadoramente y no había perdido desde el inicio de la crisis. Ahora se permite a los operadores financieros jugar a la ruleta con estos fondos y perderlos como lo han hecho con buena parte de los fondos AFP ¡Parece increíble!
El seguro de cesantía incluye, es cierto, un pequeño fondo solidario con cargo a los empleadores. Sin embargo, podía acceder al mismo porque exigía 12 meses de estabilidad en el empleo, que en Chile no tiene casi nadie. La reciente reforma flexibilizó esto un poco.
Sin embargo el subsidio fiscal sigue siendo ridículamente bajo, poco más de 10 millones de dólares anuales para una masa de desempleados que llegará fácilmente al millón de personas, incluso según las cifras oficiales. Es decir, equivale a 10 dólares por persona cesante al año. Esto lo aprobó el parlamento en febrero pasado, a instancias del gobierno, a instancias de la comisión Meller ¡Inconcebible!
Mejor háganle caso a Corbo.
Manuel Riesco
Economista CENDA
CENDA inaugurará este año la Cátedra Anastasio Mansilla con el curso «La Crisis Mundial y los Economistas Prohibidos» estudiando la principal obra de Marx, El Capital (los tres libros) y de Keynes, Teoría General de de la Ocupación, el Interés y el Dinero; y al estadounidense Robert Brenner, cuya obra Turbulencia en la Economía Mundial parece la explicación más convincente de los ciclos largos del capitalismo.