El presidente del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (CENDA), Hugo Fazio Rigazzi, entregó personalmente en La Moneda y ante el Banco Central (BC) un estudio de la institución que preside en el cual refutó un reciente informe del BC sobre el sistema de pensiones. En la investigación, CENDA califica las conclusiones del BC de «erróneas», además de cuestionables «desde el punto de vista moral y político».
El informe del Banco Central recomienda destinar a ahorro la totalidad o la mayor parte del cinco por ciento de cotizaciones previsionales adicionales propuesto por el gobierno. El informe del BC, solicitado por el Ministro de Hacienda y titulado “Evaluación de impactos macroeconómicos de largo plazo de modificaciones al sistema de pensiones”, fue presentado en enero pasado con gran despliegue publicitario de sus principales conclusiones, las que reconocen un impacto negativo sobre el empleo y los salarios del aumento de las cotizaciones previsionales, aunque el mismo sea de cargo del empleador.
CENDA muestra que tal conclusión es cuestionable desde el punto de vista moral y político, además de errónea. Ello, porque el BC sugiere aumentar el ahorro forzoso, una propuesta “que es inmoral puesto que la base del pacto social es que debe ser financiado íntegramente con cargo al excedente de explotación y no a los salarios”, señala el estudio entregado en La Moneda.
El Banco Central, añade el estudio presentado por Fazio, basa su conclusión contraria al reparto en una metodología que consiste en calcular el flujo de caja de dicho esquema, “pero minimiza ingresos y exagera gastos para demostrar su inviabilidad, corregido lo cual se comprueba que destinar el 5 por ciento adicional a reparto duplica las pensiones y se sostiene sin subsidios fiscales”.
El BC, señala CENDA, “pretende demostrar lo indemostrable, puesto que sería muy extraño que el sistema de pensiones basado en el reparto, que utilizan casi todos los países del mundo y todos los más desarrollados a lo largo de más de un siglo, con superávit corrientes en todos ellos y también en Chile hasta 1981, resultase inviable ahora en Chile”.
El Banco Central, agrega el estudio, “reconoce que el sistema de AFP ha generado un ahorro forzoso de los trabajadores equivalente a un tercio del total nacional y, sin cuestionar la moralidad del mismo, argumenta sesgadamente en favor de mantenerlo e incrementarlo en más de un 50 por ciento”.
Para CENDA, el BC desconoce que en todas las sociedades civilizadas el ahorro requerido para renovar y ampliar la capacidad productiva del país “no es responsabilidad de los trabajadores con cargo a sus salarios, sino debe ser financiado íntegramente por las élites con cargo al excedente”. La imposición forzosa a los trabajadores a contribuir parte de sus salarios a este fin “constituye un abuso, aunque cada trabajador individual reciba íntegramente lo aportado de vuelta al jubilar”.
El BC pretende sustentar su conclusión negativa respecto del sistema de reparto utilizando la metodología adecuada para ello basada en el análisis del flujo de caja neto de sus ingresos y gastos, pero utiliza supuestos y parámetros manifiestamente sesgados, reduciendo los primeros y exagerando los segundos para “demostrar” de ese modo su supuesta inviabilidad financiera y especialmente fiscal.
La simple corrección de dichos supuestos y parámetros a valores más razonables y acordes con la teoría, su comportamiento histórico y actual y las proyecciones más conservadoras de su comportamiento futuro , permite comprobar la sostenibilidad económica, financiera y fiscal de destinar todo el incremento de cotizaciones a reparto, lo cual permite duplicar el monto de las pensiones actuales y sostener su incremento futuro al ritmo de las remuneraciones, sin subsidio fiscal alguno.