Desempleados y subempleados alcanzan casi el millón de personas

Economistas de la Fundación Sol advierten que al medir la tasa de desempleo integral (TDI), que incluye a los trabajadores desalentados y subempleados, Chile alcanza una tasa de desempleo de 11,8%, mucho más alta que el 7% pregonado por el Ejecutivo

Desempleados y subempleados alcanzan casi el millón de personas

Autor: Mauricio Becerra


Economistas de la Fundación Sol advierten que al medir la tasa de desempleo integral (TDI), que incluye a los trabajadores desalentados y subempleados, Chile alcanza una tasa de desempleo de 11,8%, mucho más alta que el 7% pregonado por el Ejecutivo. Es decir, el número real de personas sin un trabajo es de casi un millón de personas. Y entre los que gozan de un sueldo, sólo un 52% tiene protección laboral.

Un grupo de obreros de un edificio en construcción de Ñuñoa ven un noticiario de televisión a la hora de almuerzo. Parados en un almacén, con una empanada en la mano y una bebida express en la otra ven cuando se emite la noticia de que las cifras de desempleo en Chile alcanzan el 7 por ciento.

Cuando oyen que el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, anuncia que se crearon  475.000 empleos en los últimos doce meses, miran extrañados. ‘Puchas que estamos bien’ -comenta uno. Luego en el noticiero aparece la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, quien dice que «tenemos una economía que está creciendo vigorosa y que está creando empleo».

‘Saaaaaaaaaaaaaale” -se escucha decir.

La reacción de los trabajadores, quienes laboran contratados y perciben en promedio unos 300 mil pesos mensuales, contrasta con el optimismo de las autoridades. “Tenemos contratos y la construcción está reactivada –comenta José, uno de los trabajadores– pero en tu familia, entre tus amigos o en el barrio se nota que la cosa no es así. Las pegas que hay son re malas y cuesta que te contraten”.

LAS SONRISAS DE LAS AUTORIDADES

Al ritmo que van las cifras de empleo del Gobierno de aquí a fines del próximo año, o sea, a sólo dos años de su mandato, el presidente Sebastián Piñera podría exhibir que una de las principales promesas de su gobierno se cumplió: crear un millón de empleos.

Así se evidencia en el optimismo de sus ministros. Si por un lado el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, comenta que “la economía sigue creando empleo, la tasa de desempleo sigue cayendo”.

Según las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), hubo una disminución de la tasa de desocupación desde el 7,3% del período enero-marzo a 7% en el periodo abril-mayo.

En el trimestre móvil febrero-abril se crearon cerca de 30.000 nuevos empleos en relación al periodo anterior, cuando fueron 8 mil los puestos de trabajo creados.

Además se indicó que más del 50% de los nuevos empleos corresponden a mujeres y más del 60% son empleos dependientes.

Según estas cifras en los últimos doce meses los desempleados se han reducido en 100 mil personas. Así, el total de desocupados en el trimestre febrero-abril alcanzaron las 558.250 personas.

En tanto, la ministra Matthei dijo que las cifras plantean un escenario positivo que supera al previo a la crisis económica.

CIFRAS BAJO LA MANGA

Pese al optimismo de las autoridades, para muchos analistas las cifras dadas por el INE representan una prestidigitación estadística. Así lo ven los economistas de la Fundación Sol, quienes tras analizar los datos entregados por la Nueva Encuesta de Empleo (Nene), la que es aplicada por primera vez, concluye que la cifra dada por el Gobierno es engañosa.

Las cifras varían mucho: Al medir la tasa de desempleo integral (TDI), que incluye a los trabajadores desalentados y subempleados, alcanza una tasa de desempleo de 11,8%, mucho más alta que la tasa oficial. Así el desempleo real en Chile sería de 11,8%, llegando a 992.608 personas.

Gonzalo Durán, economista de la Fundación Sol, señala que “no se están aprovechando los datos recogidos por esta encuesta nueva, no se hace el análisis de los indicadores de empleo protegido, que implica la existencia de contrato, estabilidad y protección social”.

Los cambios de criterio aplicados por el INE para equipararse a los instrumentos de medición que exige la OCDE, permitió incorporar trabajos que antes no eran considerados como tales, como los temporales o a contrata.

También consideran que es importante aplicar el indicador de la Tasa de Desempleo Integral (TDI), la que recoge las modificaciones sufridas en el mundo del trabajo en las últimas décadas, como flexibilización laboral, la precarización y el subempleo.

Dicha tasa es recomendada por la OCDE, Erostat y Naciones Unidas, además de ser el parámetro de medición de los institutos estadísticos de Estados Unidos y Canadá. Esta medición incorpora además variables como el subempleo, que incluye a quienes trabajan la mitad de una jornada laboral pese a que están dispuestos a desempeñarse a tiempo completo; y a los desalentados, que son quienes no buscan trabajo porque el intento le ha hecho pensar que no hay empleos disponibles.

Esta información se obtuvo con la aplicación de la Nene, señala el economista Marco Kremerman, pero los datos no han sido procesados.

Al aplicarlos se da cuenta de que entre enero y marzo de 2010 y febrero a abril de 2011 si bien los desocupados y desalentados caen, el subempleo se ha incrementado en un 11,4%, lo que a juicio de los economistas “ha sido uno de los factores centrales para explicar la disminución en la tasa de desempleo oficial registrada durante este año”.

Los economistas advierten que la disminución de la desocupación se debe a un gran aumento del subempleo (trabajadores que desean trabajar más tiempo del que laboran, pero que no encuentran tal fuente laboral), fundamentalmente entre las mujeres y en regiones afectadas por el terremoto y maremoto.

La pregunta que se hace al momento de hacer una encuesta es si la persona tuvo un trabajo con remuneración durante la semana anterior al estudio. Es decir, si una persona tejió un chaleco para venderlo, en las cifras del Gobierno, dicha persona estaría con trabajo.

CALIDAD DEL EMPLEO

Respecto a la calidad de empleos  sólo un 38, 9 por ciento del total de ocupados presentan un empleo protegido, es decir con contrato escrito, indefinido, liquidación de sueldos y cotización para salud, pensión y seguro de desempleo.

Alexánder Páez, sociólogo de la Fundación Sol, señala que “un 95% de los empleos asalariados acumulados desde enero-marzo 2010 son tercerizados”.

Según estas cifras un 52% de las 516.000 plazas creadas desde enero-marzo del 2010 son por cuenta propia, servicio doméstico, empleadores de menos de 5 personas y familiar no remunerado. Estos “tienen un trabajo precario con jornada parcial y con trabajadores poco calificados; no se trata de emprendimientos robustos ni de profesionales independientes”, señala Kremerman.

Por Mauricio Becerra R.

El Ciudadano

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