Este viernes 15 de julio, el Buró Nacional de Estadística (BNE) de China informó que el producto interno bruto del país creció solamente un 0,4 % interanual, en el segundo trimestre del año 2022. El informe explica que esta situación se debió fundamentalmente a un entorno internacional cada vez más difícil, así como al impacto que tuvieron las fuertes medidas para contener el rebrote de la pandemia de COVID-19.
Este fue el peor PIB trimestral de los últimos dos años, cuando en el primer trimestre de 2020 China comenzó a luchar contra el coronavirus y comunicó una contracción del 6,8 %, informa The Washington Post.
La desaceleración se produce después de que la ciudad más grande y poblada de China, Shanghái, estuviera cerrada durante dos meses, mientras luchaba contra una nueva ola de contagios del COVID-19, perjudicando las cadenas de suministro y obligando a las fábricas a detener sus operaciones.
El año pasado, el gigante asiático lideraba el grupo de las principales economías en su recuperación de la pandemia. Sin embargo, este año el Gobierno de Pekín ha tenido que volver a su controvertido plan de «cero covid» (con el objetivo de acabar con todos los brotes a través de medidas de control extremas) por temor a un incremento masivo del número de muertos si levanta las restricciones. Esta medida fue especialmente dañina para la economía del país.
Otros indicadores macroeconómicos revelados por el BNE mostraron cifras más positivas cuando se relajaron los controles para combatir la COVID-19 en junio. Así, la producción industrial aumentó un 3,9 % interanual el mes pasado, frente al 0,7 % de mayo. Las ventas minoristas repuntaron un 3,1 %, tras caer un 6,7 % en mayo. La tasa de desempleo urbano fue del 5,5 %, por debajo del 5,9 % de mayo.
Fuente: RT.