La economía naranja ha llegado para quedarse, pero de qué trata esta economía. Simple, es aquella cuyo modelo de desarrollo tiene como pilares a la diversidad cultural y la creatividad como ejes de transformación social y económica del país, desde las regiones. Este modelo cuenta con herramientas de desarrollo cultural, social y económico
Esto se debe a que la creatividad es un recurso renovable, sostenible e ilimitado que podemos encontrar en cualquier parte del mundo y que está relacionado con la conectividad y simultaneidad.
Es clave considerar la creatividad como un recurso valioso en la organización humana, pues es la llave de acceso a la sustentabilidad de cualquier proyecto.
Repetir lo que sabemos que funciona, nos lleva a la rutina y finalmente al estancamiento. El cambio nos permite ser mejores y más eficientes. El desarrollo de la creatividad requiere que estemos en constante transformación y nos hace potenciar nuestra intuición, curiosidad y la capacidad de aceptar que podemos equivocarnos.
La creatividad no solo es una disciplina individual propia de las artes, la música o la literatura. Es un espacio que se debe instaurar en la cultura de las grandes empresas, corporaciones e incluso el estado. Es parte de la vida, y si la aplicamos de manera consciente trae como consecuencia nuevas innovaciones y desarrollo tecnológico.
Una de las instancias más importantes a nivel creativo es el Festival Internacional de Cannes Lions, que anualmente se celebra en Francia y reúne a los mejores exponentes en publicidad, diseño, marketing y relaciones públicas a nivel mundial.