Al día siguiente de las elecciones, la Bolsa de Santiago reaccionó y experimentó una caída. Durante el lunes 20 de noviembre, el IPSA cayó 5,86%, el mayor descenso desde la jornada del 8 de agosto de 2011.
La sorprendente votación de la candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, y la menor cantidad de sufragios obtenida por Sebastián Piñera –en relación a los pronósticos–, constituyeron los factores con mayor incidencia en el movimiento bursátil. Así lo hizo saber el gerente general de Octogone Chile, Manuel Bengolea. «El candidato más pro-mercado sacó menos votos de los que se esperaba y la candidata anti-mercado obtuvo más votos de lo esperado, y esas no son buenas noticias para la bolsa”, consignó Diario Financiero.
A su vez, el resultado del IPSA podría interpretarse como una reacción en línea con la amenaza del presidente de la Bolsa de Comercio de Santiago, Juan Andrés Camus, quien a principios de octubre afirmó que “si no saliera elegido Piñera, la probabilidad que tengamos un colapso en el precio de las acciones es alta” y que con la vuelta del expresidente a La Moneda “vamos a tener un mercado más bien boyante que deprimido”.
Patricio Guzmán, economista de la Coordinadora Nacional de Trabajadores No+AFP, piensa que el descenso bursátil es un caso de “previsión autocumplida”, atendiendo la advertencia realizada por Camus.
En conversación con El Ciudadano, comenta que “la bolsa se caracteriza, por lo menos desde el 2008 en adelante, por una tremenda volatilidad. Es decir, los precios, sobre todo en los instrumentos de renta variable como las acciones, suben y bajan con una celeridad impresionante. Ante cualquier señal, a veces errática, se producen estas reacciones, de manera que lo más probable es que muchos inversores que pensaban que con un gobierno de Piñera iban a tener aseguradas grandes utilidades, ahora que ven que no es seguro el triunfo, tratan de salirse de inversión especulativa antes de una previsible caída”.
Agrega que “la gente que invierte especula sobre lo que va a pasar para bien o para mal. Creen que, desde el punto de vista de sus intereses, habrá algo menos bueno de lo que esperaban, prefieren salirse y vender. Por supuesto no es que todos se salgan, pero que haya una masa importante que venda sus posesiones, ya implica que van a caer los precios”.
De todas formas, Guzmán aclara que “puede caer mucho la bolsa, después habitualmente hay un rebote, se puede recuperar totalmente o en parte. A veces la recuperación es pequeña, nadie puede saberlo a ciencia cierta. Lo que está claro, es que las bolsas no son lugares seguros de inversión, entonces, habrá un impacto en los fondos de pensiones”.
Ciclo y crecimiento más allá del presidente
Lo cierto es que la mayoría de los observadores de los movimientos bursátiles no esperaban un resultado como el que se dio la noche del domingo 19 de noviembre. En este sentido, el ex gerente general de la Bolsa de Comercio, Cristián Solís de Ovando, dijo a CNN Chile que “hay mayor incertidumbre que lo que existía la semana pasada”.
En la misma línea, un informe publicado por dos analistas de JPMorgan indica que el resultado de la primera vuelta de la elección presidencial implica «una carrera mucho más ajustada en diciembre de lo que habíamos esperado”.
Si bien Ariane Ortiz-Bollin, analista de riesgo soberano de Moody’s, dijo a La Tercera que los resultados electorales no le sorprenden, acotó que “sí muestran un futuro un poco más incierto de lo que estábamos esperando”.
No obstante, la especialista descartó que el ciclo económico sufra grandes modificaciones si Piñera o Alejandro Guillier ganan la elección presidencial. “Proyectamos un crecimiento entre 2,3% y 2,7%, entonces sí estamos esperando una recuperación independientemente de quién gane y tiene mucho que ver con la recuperación del cobre, pero también con un nivel mínimo de inversión que se espera”, explicó al matutino de Copesa.
Diagnóstico compartido por Patricio Guzmán, puesto que a su juicio, «no está en cuestión el modelo económico de alta concentración que tenemos en Chile. Siempre pueden haber mentes afiebradas que creen que con Guillier va a llegar el comunismo, pero decían lo mismo de la presidenta Bachelet. No hay nada serio en juego; hay matices, por supuesto”.
La estabilidad de la economía parece tener sustento en las proyecciones del precio del cobre, cuyo valor para 2018 se estimó en US$ 2,96 la libra, según la Comisión Chilena del Cobre.
“Pase lo que pase, el próximo gobierno tendrá mejores cifras económicas que el actual. Va a ser así a menos que pase algo realmente grande, como que estalle una ‘burbuja’ en China o se produzca una guerra entre Corea del Norte y Trump”, señaló Gustavo Lagos, académico del Centro de Minería de la Universidad Católica, a BBC Mundo.
Felipe Menares Velásquez