El endeudamiento en Chile no lo trajo ni la cigüeña ni tampoco el viejito con panza vestido de rojo. Fue traído e instaurado como hijo pródigo del modelo neoliberal consolidado en Dictadura. Se estableció la precariedad del empleo con malas remuneraciones, pero fueron «humanos» y entregaron una solución -el crédito- que permitió a los trabajadores cubrir sus necesidades en cierta medida. La explotación y precariedad laboral aumentó, los empleados se volvieron sumisos pues debían mantener sus trabajos por indignos que sean para pagar las deudas contraídas al solicitar los créditos. En la actualidad la situación se mantiene igual. Hoy el 41% de los chilenos está endeudado o le cuesta llegar a final de mes. Esto corresponde a casi 7.000.000 de chilenos.
El estudio «Endeudamiento» fue realizado a nivel nacional por Adimark, empresa dedicada a la investigación de mercado y opinión pública, entregó antecedentes que permiten hacerse un panorama de la situación al 2014. Una de sus afirmaciones fue: «El endeudamiento se extiende desde la dimensión económica afectando la satisfacción con el hogar, con la propia salud y apariencia física e incluso en la relación de pareja».
¿Se siente feliz o muy feliz con su vida?, fue uno de los aspectos consultados. Sólo un 48% de las personas que se encuentran en esta condición se declara feliz mientras que el indicador llega al 68% cuando se trata de quienes están fuera de ella. El 18% de los endeudados se sienten satisfechos por su situación económica ante el 55% del no endeudado. Claramente, la felicidad y satisfacción están mediadas por esta situación, como no estarlo si es una condición que trae consigo inestabilidad y preocupaciones que atentas contra esto.
Luego, una distribución bastante esperable de los endeudados por Grupos Socio Económicos muestra un aumento a medida que se llega a los grupos con menores ingresos; estrato ABC1 (7%), C2 (21%), C3 (42%) y D (60%). Recordemos que esto responde a la desigualdad salarial, contra más bajos los duelos mayor es la necesidad de recurrir a créditos o préstamos. El panorama de los ingresos queda claro en el estudio “Los Verdaderos Sueldos de Chile” realizado por la Fundación Sol, donde se muestra que 53,5% de los trabajadores chilenos reciben un salario menor a los 300 mil pesos líquidos mensuales, mientras que incluyendo el porcentaje anterior, el 70% gana menos de $426.000.
Tampoco sorprende que los mayores porcentajes de endeudamiento se dan entre los 65 y 75 años con un 62% y entre quienes se encuentran sobre los 75 años, de ellos el 64% sostiene la misma situación. Precisamente estamos frente a los estratos de edad que reciben pensiones indignas, todo gracias al buen aprovechamiento que hace de las cotizaciones de los trabajadores el actual sistema de pensiones, instaurado en 1980; esto no permite generar más ahorros para la jubilación. Entonces, para poder vivir la tercera edad ¿qué debe hacer? Endeudarse.
Es del todo normal escuchar constantemente, en Chile no alcanza para vivir, seguidos de un, por eso no queda más que endeudarse. Y es así como el imperio de los bancos sigue recibiendo a chilenos y chilenas que piden préstamos o créditos con altos intereses para resolver sus problemas económicos que median todas las aristas de la vida. Endéudate si quieres tener salud, vivienda, estudiar o incluso ser padre; respeto a lo último el estudio dice que la tendencia de hijos es un factor clave en los chilenos con deudas, pues quienes tienen hijos están doblemente endeudados en comparación a quienes no los tienen.
La condición de endeudamiento en Chile muestra y hace reflexionar acerca de la precarización que sufre la vida como consecuencias de las deudas; salud, educación, bienestar, satisfacción con el hogar y en general todas sus dimensiones se ven afectadas. Finalmente, cuando vemos las causas y consecuencias de las deudas vemos que es culpa de un modelo neoliberal y que sin duda las condiciones socio económicas de los grupos con bajos ingresos son determinante para entrar en esta situación.