Trabajadores de Codelco Chile están profundamente molestos con el actuar de Máximo Pacheco a la cabeza de la estatal.
Bastante incómodo se vio al presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, en la exposición que tuvo que dar en la Comisión de Minería de la Cámara de Diputados y Diputadas, instancia a la que fue convocado a explicar por qué la cuprífera estatal contrató en dos oportunidades a la empresa Outotec, en 2017 y 2022, pese a que ya en la primera oportunidad demoró y dejó inconclusa la mantención del horno flash de fundición de concentrados de cobre en Chuquicamata.
Si bien, de la gestión de Pacheco sólo depende la segunda vez en que se contrató a Outotec, tanto en la primera como en la última ocasión, la subcontratista no cumplió el plazo de entrega de obras y entregaron el horno sin el piso de cerámica que soporta las altas temperaturas.
El horno es indispensable en la refinación de los concentrados de cobre, basándose en el proceso de fusión Flash, que consiste en la suspensión de la carga de minerales secos en un flujo de aire enriquecido con oxígeno. Dicho horno era capaz de producir en promedio unas 90 toneladas de cobre de alta ley por hora antes de contratarse los servicios de Outotec.
En abril pasado trascendió que el Consejo de Defensa del Estado (CDE) estaba preparando una querella contra quienes resulten responsables por un fraude al fisco en Codelco estimado en $12.800 millones, producto de la externalizar la mantención del horno flash a Outotec.
La investigación se originó en una denuncia pública realizada por los trabajadores del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de Chuquicamata, lo que gatilló una auditoría desarrollada por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), según la cual pese a que los ejecutivos de la estatal estaban informados de la diferencia de costos que implicaba externalizar funciones, optaron por el método más caro.
Se estimó que si el costo de limpieza y reparación del horno flash era realizado por el propio personal de Codelco, tenía un costo de $3.800 millones; se acabó contratando a una empresa privada que cobró una tarifa de $12.445 millones.
El atraso de 23 días en la entrega generó una pérdida de 9,2 millones de dólares para Codelco.
La denuncia original, presentada en diciembre de 2020, acusa además una pérdida de US$ 128.219.178, por el atraso de 80 días en la reparación del horno, además de dejarse de fundir concentrado por un monto de US$ 788.625.000.
NO HAY CONTRATOS CON CLÁUSULA DE LUCRO CESANTE EN LA GRAN MINERÍA
Según relató Pacheco, en las tres auditorias internas realizadas -la última en mayo de 2021- no se encontró falencia alguna en los procesos de selección de Outotec.
Sostuvo que “no se identificaron incumplimientos contractuales o normativos” y que se realizó el trabajo y se pagó íntegramente el servicio, salvo los 241 millones descontados.
También argumentó que pese al atraso en la entrega de las obras, no hay contratos con cláusula de lucro cesante en la gran minería, porque si lo tuvieran “lo que pierde en utilidades en la producción serían de una magnitud total que los precios por la mantención sería exorbitantes”.
En otras palabras, no hay como cobrar la pérdida de 9,2 millones de dólares por haber tenido paralizado el principal horno de fundición.
Respecto de la contratación de personal externo por faenas que los propios trabajadores de Codelco podrían haber realizado, Pacheco sostuvo que no se escogió a personal de planta porque “no era posible por falta de dotación disponible, podría dejar sin cobertura de mantenimiento a otras áreas de fundición, poniendo en riesgo la continuidad operacional”.
Sin duda, los trabajadores de Codelco Chile están profundamente molestos con el actuar de Máximo Pacheco a la cabeza de la estatal,
EL TREN DE RANCAGUA
El Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de Chuquicamata, que había presentado la denuncia pública sobre el horno flash, también tuvo oportunidad de mostrar su versión de los hechos en la sesión de la Comisión de Minería.
Hernán Guerrero, presidente de dicho sindicato, partió diciendo que no se trata apenas del horno flash, sino que “Outotec es parte de la extrema privatización de las funciones estratégicas de Codelco. Todas las contratistas tienen ganancias, pero Codelco tienen la mínima ganancia. De esa manera están destruyendo Codelco”.
Si bien desligó de responsabilidades en el caso del horno flash a Pacheco, dado que aún no era presidente del directorio, consideró que los responsables de la crisis de la empresa estatal son los que administran Codelco en los cargos gerenciales. Denominó así al Tren de Rancagua, como el grupo de ejecutivos forjados en la División El Teniente, quienes serían los principales responsables de los malos negocios de Codelco.
Miguel Véliz, integrante de la directiva del sindicato de Chuquicamata, comentó por su parte que “nuestras aspiraciones en el corto plazo es trabajar en el tema más importante para Codelco y el país, que es la capacidad de fundición y refinería”.
Comentó que para lograr dicho objetivo, la cuprífera «debe sacar a los ejecutivos que han destruido la empresa».
Respecto de la externalización de funciones, Guerrero comentó a El Ciudadano que “hay compañeros con experiencias de más de 30 años trabajando en el horno flash y estamos hablando de un tipo de horno que tendrá 5 ó 6 similares en el mundo, por lo que es raro ver la aparición de empresas que compiten diciendo que son especialistas en mantener esos hornos ¿dónde desarrollaron esa experiencia?”.
Véliz agregó que “los verdaderos expertos somos los trabajadores, que tienen 10 ó 20 años de experiencia operando el único horno de esa envergadura y con esas características en Sudamérica”.
PROPUESTAS PARA SALVAR CODELCO
Los trabajadores también aprovecharon la ocasión para presentar una batería de tres ejes para sacar a Codelco de la crisis por su baja producción y los proyectos estructurales mal desarrollados. El principal es la internalización de las funciones laborales,lo que implica el fin de subcontratistas que encarecen las faenas y dan espacios para actos de corrupción.
El segundo eje estratégico propuesto es aumentar la capacidad de fundir y refinar en Chile.
En 2023, según reportó El Ciudadano, los concentrados de cobre fueron el principal producto de exportación minero chileno, representando el 41,3%. En tanto que el cobre refinado fue apenas un 34,9%.
Un cálculo hecho por funcionarios de Aduana del puerto de Antofagasta, estimó una subfacturación entre los años 2017 y 2021, de US$119.664.470.383 en los minerales que salen en los concentrados.
Valiosas divisas para el país, como oro, plata o renio, se fugan en los concentrados mineros que, según resoluciones promovidas en el último gobierno de Sebastián Piñera dejaron de ser controlados en su paso por Aduana.
La fuga de concentrados mineros se ha profundizado en el actual gobierno con el cierre de Fundiciones como Paipote en Copiapó y Ventanas, en Quintero, las que pese a las promesas de renovación aún no iniciadas, dan cuenta de una política de desindustrialización del país.
Para superar dicho proceso, el Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de Chuquicamata, presentó el año pasado una propuesta de renovación de la Fundición Chuquicamata de Codelco, elaborado con el objetivo de fortalecer su competitividad.
El tercer eje es la participación de los trabajadores en forma real en las soluciones y medidas para superar la crisis. Argumentan que quienes trabajan día a día en los procesos mineros son importantes conocedores de los problemas y falencias de Codelco. No en vano destacan que fueron los funcionarios de planta de la estatal quienes tuvieron que resolver el entuerto dejado por Outotec en la reparación del horno flash.
A través de un comunicado, dicho gremio llamó a tomar las riendas para la defensa del cobre y de Codelco como empresa estatal. “Tenemos el deber ético para colocar a Codelco a la vanguardia de la industria del cobre, para continuar suministrando los recursos fiscales que requiere el Estado para financiar las diversas necesidades sociales de Chile”- sentenciaron.
Consultado por El Ciudadano, el dirigente Véliz, comentó que “marcamos un punto de no retorno, que es la defensa de la principal fuente de recursos del Estado, lo que demandará de nuestra para un alto capital político sindical, además de estar dispuestos a sumar apoyos desde el más amplio espectro social”.
Consultado sobre cuál es la principal tarea en la que se enfocarán, respondió que “concentrarnos en el proyecto de aumento de capacidad de fundición y refinería de Chuquicamata”.
Mauricio Becerra R.
El Ciudadano