Ese articulo tiene el objetivo de analizar algunos aspectos de la evolución reciente del comercio exterior de Venezuela y las posibilidades de aumentar la utilización del Sistema Único de Compensación Regional de Pagos (Sucre) como elemento facilitador de las transacciones comerciales entre los países de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (Alba). Ese mecanismo permite la realización del intercambio comercial sin obligatoriedad de utilización del dólar, contribuyendo con el ahorro de divisas y con la reducción de la vulnerabilidad externa de las economías del bloque.
Vale decir que las negociaciones para la creación del Sucre son bastante recientes. Fue en 2009 que Venezuela, Ecuador, Cuba, Bolivia y Nicaragua firmaron el acuerdo marco y el tratado constitutivo para ponerlo en marcha. Igualmente manifestaron interés por el sistema Dominica, Antigua y Barbuda y San Vicente y Granadinas. En febrero de 2010, Venezuela y Cuba efectuaron la primera transacción a través de ese sistema, con un monto equivalente a 135 mil dólares. En julio, Venezuela y Ecuador realizaron la segunda transacción por una cuantía de 2,4 millones de dólares. Fueron las dos únicas operaciones hechas hasta el momento. Como argumentamos en un trabajo anterior[ii], el éxito del Sucre depende especialmente de dos acciones: 1) ampliar el bajísimo comercio entre esos países; y 2) buscar el equilibrio comercial, porque el instrumento de compensación tendría muy poca utilidad en el caso de grandes asimetrías en las balanzas de importación y exportación.
Es decir, cuanto más elevados sean los montos comercializados y cuanto mayor sea la complementariedad de las economías, más útil estará siendo el Sucre. Como Venezuela, debido a las exportaciones petroleras, obtiene saldos comerciales positivos en sus relaciones con todos los miembros del Alba (excepto Bolivia), la capacidad de utilización del mecanismo de compensación está directamente relacionada con los esfuerzos venezolanos para importar más de esos países. El gran desafío, por lo tanto, es crear simetrías e impulsar procesos convergentes, coordinados y complementarios de desarrollo económico, con los Estados Nacionales orientando hacia dentro de la región el comercio, la producción, las fuentes de financiamiento y las políticas de progreso tecnológico.
LOS NUEVOS NÚMEROS
Según los datos del recién creado Sistema de Consulta de Estadísticas de Comercio Exterior del Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela (INE), entre enero y junio de 2010, ese país continuó importando relativamente muy poco de los países del Alba. Sin embargo, en comparación con los años anteriores, se notan algunos movimientos bastante interesantes. Todavía no se puede garantizar que dichos resultados representen una tendencia. Lo que sí se puede sugerir es que Venezuela ha estimulado el comercio con los países del nuevo bloque. Veamos a continuación algunas evoluciones.
Durante el primer semestre de 2010, Venezuela ha importado del mundo cerca de 13,9 mil millones de dólares. Más de 3,9 mil millones (el 28,2% del total) fue comprado de Estados Unidos. Un 11% fue de China; un 10%, de Brasil; un 5,9%, de Colombia; y un 4,7%, de México. O sea, un 59,6% de las compras venezolanas tuvieron origen en esos cinco países. Por otro lado, Argentina (2,6%), Bolivia (1,3%), Ecuador (2,6%), Paraguay (0,2%), y Uruguay (0,9%) sumados alcanzaron el 7,5%. Chile representó el 1,7% y Perú, el 1,1%. Sudamérica acumuló un 26,2%; Centroamérica y Caribe, un 5,5%; y México, un 4,7%. El total de Latinoamérica fue 36,4%.
COMERCIO INTRA ALBA
En el caso del Alba, entre 2006 y 2010, ocurrieron fuertes crecimientos de las compras venezolanas con origen en Ecuador (de 0,9% para 2,6% del total de importaciones), Cuba (de 0,1% para 0,8%), Nicaragua (de 0,01% para 0,14%) y Bolivia (de 1% para 1,3%). En los cinco años señalados, los montos importados por Venezuela desde esos países presentaron los siguientes incrementos: Nicaragua, 809,7%; Cuba, 740,9%; Dominica, 534,6%; Ecuador, 123,7% y Bolivia, 6,7%. En valores absolutos, las compras venezolanas aumentaron de 639 millones de dólares en 2006, cuando aún no existía el bloque, para 1,2 millardo de dólares en 2009. En 2010, el monto será cercano a 1,4 millardo de dólares. El aumento total acumulado entre 2006 y 2009 fue de un 90,7%.
Es posible observar que la participación de las importaciones venezolanas de los países del Alba en el total de importaciones venezolanas aumentó de 2,1% en 2006 para 3,3% en 2009 y 4,9% durante el primer semestre de 2010. Eso representa mucho, si se toma en cuenta que superaron con creces el porcentaje de tradicionales socios comerciales de Venezuela, como Alemania (3,9%), Italia (2,5%), España (2,3%), Panamá (2,2%), Francia (1,9%) y Japón (1,6%). Sin dudas, ese cuadro genera una situación nueva y más favorable para la utilización del Sucre.
Durante los seis primeros meses del año, las compras desde Bolivia continuaron muy concentradas en pocos productos. De los 42 rublos importados por Venezuela, seis representaron el 90,1% del total mientras 33 correspondieron a menos de 1%. Solamente los desperdicios de las industrias alimentarias y alimentos preparados para animales constituyeron el 66,1%. El en caso de Ecuador, la situación es un poco distinta. En primer lugar, el monto fue de 363,8 millones de dólares, el doble de lo importado desde Bolivia. Además de eso, fueron 65 los productos comprados por Venezuela. Los seis primeros alcanzaron un 73% del total mientras 49 rublos representaron menos de 1%. El lista es liderado por instrumentos y aparatos de óptica, fotografía o cinematografía, de medida, control o precisión; instrumentos y aparatos médicos quirúrgicos; preparaciones de carne, pescado o de crustáceos, moluscos o demás invertebrados acuáticos; telas impregnadas, recubiertas, revestidas o estratificadas y artículos técnicos de materia textil; grasas y aceites animales o vegetales; grasas alimenticias elaboradas; ceras de origen animal o vegetal; manufacturas de fundición, de hierro o de acero.
LAS EXPORTACIONES PETROLERAS
Los datos estadísticos de las exportaciones totales venezolanas (petroleras y no petroleras) todavía no están disponibles en el nuevo sistema del INE. Se presentan únicamente las exportaciones no petroleras, responsables por el 4,9% del total. No obstante, de acuerdo con los datos divulgados en el Informe de Gestión Anual de PDVSA 2009, Venezuela exporta mucho más que importa para todos esos países, con excepción de Bolivia. Aunque en dicho documento no figuren los montos de las exportaciones petroleras, se puede tener idea de los números a través de la cantidad vendida, expresada en miles de barriles diarios (MBD). También es posible utilizar las informaciones disponibles en la página web del Banco de Comercio Exterior (Bancoex), divulgadas separadamente por cada país y todavía con datos preliminares.
De acuerdo con el referido informe, hubo exportaciones petroleras bajo dos condiciones: transacciones normales o alianzas de cooperación como Petrocaribe, Acuerdo de Cooperación Energética de Caracas, Convenio Integral de Cooperación, Acuerdo de San José y a través de formas especiales de financiamiento del Alba. En 2009, Cuba compró cerca de 120 MBD; Ecuador, 25 MBD; y Nicaragua, 18 MBD. En el marco de los convenios, Bolivia ha recibido 4,2 MBD; Dominica, 0,3 MBD; San Vicente y Granadinas, 0,2 MBD. También existen cuotas de suministro de petróleo venezolano para República Dominicana (27,6 MBD), Uruguay (22 MBD), Haití (14,2 MBD), Paraguay y Argentina (ambos 8 MBD). A su vez, las exportaciones de petróleo para EEUU llegaron a 1200 MBD, mientras fueron de 217 MBD para Asia (con destaque para China, con 107 MBD, y India, con 103 MBD) y de 148 para Europa (con 40 MBD para España, 23 para el Reino Unido, 19 para Suecia y 17 para Alemania y Italia).
El análisis de los datos del comercio exterior y del documento de PDVSA permite decir que la utilización del Sucre como alternativa al dólar tendrá un impacto positivo mucho mayor para los demás países del Alba que para Venezuela. Ese es exactamente el compromiso que la principal economía del bloque debe asumir. Al esforzarse para aumentar sus importaciones y al aceptar el pago de sus exportaciones con Sucre (a través de la compensación y no del dólar), Venezuela está en verdad financiando los demás países. Esa es la postura que se espera, por ejemplo, de Brasil en el caso del Convenio de Créditos y Pagos Recíprocos (CCR) de Aladi, creado en los años 1960[iii].
LOS DEMÁS SOCIOS
Entre 2006 y 2010 también ocurrieron variaciones positivas en el monto de las importaciones venezolanas con origen en otros países latinoamericanos, como Uruguay (de 0,2% para 0,9%), Argentina (de 2,1% para 2,6%) y Brasil (de 9,7% para 10%). Eso se debe incluso a la existencia del Convenio Aladi, que tiene a Venezuela como su mayor usuario. De manera general, el suministro de carnes es garantizado por Brasil (35,6%), Uruguay (34,5%) y Argentina (15,1%); los pescados vienen de Ecuador (31%), Perú (30,1%) y Chile (19,8%); las frutas, de Chile (50,2%), Estados Unidos (30,3%) y Perú (11,7%); el estaño, de Perú (60,9%), Bolivia (15,2%) y Brasil (7,1%); el zinc llega de México (68,8%) y Perú (28,7%); el cobre y sus manufacturas, 52,1% de Chile, 14,6% de Colombia y 11,6% de Brasil.
Al mismo tiempo, en los cinco años analizados, se identifican caídas importantes en las compras venezolanas de Colombia (de 10% para 5,9%), México (de 6,2% para 4,7%) y Japón (3,5% para 1,6%). Chile, Panamá y Perú también acumularon pequeñas reducciones. A modo de curiosidad, en el primer semestre de 2010, un 92% de los 37,6 millones de dólares importados de whisky llegaron del Reino Unido, mientras un 69,1% de los 145 mil de dólares importados de plantas vivas y productos de la floricultura vinieron de Holanda. La Federación Rusa vendió un 45,7% de los abonos que importó Venezuela e Italia, un 82,8% de las pequeñas armas, municiones y accesorios.
Sería posible continuar ese análisis de las importaciones en cada uno de los sectores o incluso productos de manera muy detallada, por país, por bloques económicos y por tratados de comercio. El nuevo sistema ofrecido por el INE representa un importante avance, que permitirá a los investigadores realizar análisis pormenorizadas sobre parte del comercio exterior de Venezuela. Ojala esa herramienta pase a ser utilizada también en el caso de las exportaciones petroleras. Eso facilitará la creación rápida y segura de estadísticas completas de las transacciones comerciales de Venezuela con el mundo.
EEUU Y CHINA
A pesar de EEUU haber disminuido su participación en las importaciones venezolanas de 32,8% en 2003 para 28,2% en 2010, continua como principal proveedor. Ese país es responsable por el 74,7% de las compras venezolanas de aeronaves, vehículos espaciales y sus partes; el 62,3% del níquel y sus manufacturas; el 60% de las compras venezolanas de cereales; el 54,2% de los productos de la industria química; el 43,3% del plomo y sus manufacturas; el 40% de las semillas; el 38% de los vehículos y partes; el 37,5% de las maquinas, aparatos y materiales eléctricos; el 34,1% de las tintas, colorantes y pinturas; el 33,7% de los vehículos y material para vías férreas; el 27,2% de las manufacturas de fundición, de hierro o de acero; 23,8% del plástico y sus manufacturas. Esos son solamente algunos ejemplos.
Con todo, lo que sí llama la atención es el acelerado avance de la presencia de China, que creció de 2,1% de las importaciones de Venezuela en 2003 para 11% en 2010. En los últimos dos años, superó a Colombia y Brasil, saltando para la segunda posición. Eso ha disminuido todavía más el espacio para las exportaciones de algunos países de la región en renglones como maquinarias y equipos, productos químicos, productos eléctricos y electrónicos, vehículos y partes, aluminio, hierro y acero, productos cerámicos, madera, textiles, fibras sintéticas, algodón, cuero, lana y calzados, entre otros.
Los ramos que todavía resisten a la competencia de los productos chinos son esencialmente los de alimentos y bebidas (donde, dependiendo del rublo, hay predominancia de EEUU y países latinoamericanos) y de productos farmacéuticos (con elevadas participaciones de Alemania, EEUU, México, Cuba, Suiza, Brasil y Francia). El proceso de integración exige que cada vez más sea priorizado el comercio dentro del bloque, especialmente en sectores en los cuales la región cuenta con ventajas comparativas relacionadas con los recursos naturales, energía y algún nivel de desarrollo industrial.
CONSIDERACIONES FINALES
Para concluir, vale reafirmar que el Sucre no sería un fin sino un medio para disminuir el crónico problema de restricción de divisas en los países del Alba. Cada dólar economizado en el comercio intra-bloque podrá ser asignado para proyectos de industrialización, modernización productiva, complementación energética y económica, avance tecnológico, mejora de la calidad de vida de las poblaciones y obras de infraestructura para la integración de transportes, energía y comunicaciones.
En los últimos años, se observan iniciativas similares en el comercio de países como Rusia, China e Irán, por ejemplo. En diciembre de 2007, los países del Mercosur firmaron un acuerdo de complementación económica con el objetivo de crear un sistema de pagos en moneda local, cuyas condiciones de operación serían definidas mediante convenios bilaterales entre los Bancos Centrales. Desde octubre de 2008, las transacciones comerciales entre Brasil y Argentina, a través del Sistema de Pagos en Moneda Local (SML), han crecido de forma acelerada, alcanzando un monto equivalente a 330 millones de dólares durante el primer semestre de 2010. En octubre de 2009, los Bancos Centrales de Brasil y Uruguay también firmaron un acuerdo para acelerar la puesta en marcha del nuevo sistema.
Cada día es más necesario profundizar los estudios, los trabajos y el compromiso con el largo y complejo proceso de integración regional. Crece la necesidad de transformar al Banco del Sur en una realidad, ampliar el Mercosur, fortalecer la Unasur y transcender las concepciones del “regionalismo abierto” de la Iniciativa para la Iniciativa para la Integración Regional Sudamericana (IIRSA). El gran esfuerzo debe ser dirigido hacia el desarrollo socioeconómico, la complementación de las cadenas productivas, la intensificación del comercio dentro del bloque y la integración física.
Por Luciano Wexell Severo[i]
El Ciudadano
[i] Economista brasileño, miembro del equipo del Portal Alba. Autor del libro “Economía venezolana 1899-2008. La lucha por el petróleo y la emancipación”, Editorial El Perro y la Rana, 2010. [email protected]
[ii] “Sucre: un instrumento para la integración”, disponible en http://www.alianzabolivariana.org
[iii] Participan del Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos (CCR) de Aladi los bancos centrales de doce países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Durante la crisis de la deuda externa, el mecanismo ganó fuerza y en algunos años cerca del 90% del valor de todas las importaciones intra-regionales fueron realizadas a través de él. La reacción estadounidense frente a la pérdida de poder del dólar se dio de forma contundente en el llamado Acuerdo de Basilea. El Fondo Monetario Internacional (FMI) pasó a desestimular el Convenio, que bajo su participación a 1,5%. En los años 2000 ha tenido repuntes y se encuentra alrededor del 9%.
Posibilidades para el avance del SUCRE
Luciano Wexell Severo[i]
Ese articulo tiene el objetivo de analizar algunos aspectos de la evolución reciente del comercio exterior de Venezuela y las posibilidades de aumentar la utilización del Sistema Único de Compensación Regional de Pagos (SUCRE) como elemento facilitador de las transacciones comerciales entre los países de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA). Ese mecanismo permite la realización del intercambio comercial sin obligatoriedad de utilización del dólar, contribuyendo con el ahorro de divisas y con la reducción de la vulnerabilidad externa de las economías del bloque.
Vale decir que las negociaciones para la creación del SUCRE son bastante recientes. Fue en 2009 que Venezuela, Ecuador, Cuba, Bolivia y Nicaragua firmaron el acuerdo marco y el tratado constitutivo para ponerlo en marcha. Igualmente manifestaron interés por el sistema Dominica, Antigua y Barbuda y San Vicente y Granadinas. En febrero de 2010, Venezuela y Cuba efectuaron la primera transacción a través de ese sistema, con un monto equivalente a 135 mil dólares. En julio, Venezuela y Ecuador realizaron la segunda transacción por una cuantía de 2,4 millones de dólares. Fueron las dos únicas operaciones hechas hasta el momento. Como argumentamos en un trabajo anterior[ii], el éxito del SUCRE depende especialmente de dos acciones: 1) ampliar el bajísimo comercio entre esos países; y 2) buscar el equilibrio comercial, porque el instrumento de compensación tendría muy poca utilidad en el caso de grandes asimetrías en las balanzas de importación y exportación.
Es decir, cuanto más elevados sean los montos comercializados y cuanto mayor sea la complementariedad de las economías, más útil estará siendo el SUCRE. Como Venezuela, debido a las exportaciones petroleras, obtiene saldos comerciales positivos en sus relaciones con todos los miembros del ALBA (excepto Bolivia), la capacidad de utilización del mecanismo de compensación está directamente relacionada con los esfuerzos venezolanos para importar más de esos países. El gran desafío, por lo tanto, es crear simetrías e impulsar procesos convergentes, coordinados y complementarios de desarrollo económico, con los Estados Nacionales orientando hacia dentro de la región el comercio, la producción, las fuentes de financiamiento y las políticas de progreso tecnológico.
Los nuevos números
Según los datos del recién creado Sistema de Consulta de Estadísticas de Comercio Exterior del Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela (INE), entre enero y junio de 2010, ese país continuó importando relativamente muy poco de los países del ALBA. Sin embargo, en comparación con los años anteriores, se notan algunos movimientos bastante interesantes. Todavía no se puede garantizar que dichos resultados representen una tendencia. Lo que sí se puede sugerir es que Venezuela ha estimulado el comercio con los países del nuevo bloque. Veamos a continuación algunas evoluciones.
Durante el primer semestre de 2010, Venezuela ha importado del mundo cerca de 13,9 mil millones de dólares. Más de 3,9 mil millones (el 28,2% del total) fue comprado de Estados Unidos. Un 11% fue de China; un 10%, de Brasil; un 5,9%, de Colombia; y un 4,7%, de México. O sea, un 59,6% de las compras venezolanas tuvieron origen en esos cinco países. Por otro lado, Argentina (2,6%), Bolivia (1,3%), Ecuador (2,6%), Paraguay (0,2%), y Uruguay (0,9%) sumados alcanzaron el 7,5%. Chile representó el 1,7% y Perú, el 1,1%. Sudamérica acumuló un 26,2%; Centroamérica y Caribe, un 5,5%; y México, un 4,7%. El total de Latinoamérica fue 36,4%.
Comercio Intra-ALBA
En el caso del ALBA, entre 2006 y 2010, ocurrieron fuertes crecimientos de las compras venezolanas con origen en Ecuador (de 0,9% para 2,6% del total de importaciones), Cuba (de 0,1% para 0,8%), Nicaragua (de 0,01% para 0,14%) y Bolivia (de 1% para 1,3%). En los cinco años señalados, los montos importados por Venezuela desde esos países presentaron los siguientes incrementos: Nicaragua, 809,7%; Cuba, 740,9%; Dominica, 534,6%; Ecuador, 123,7% y Bolivia, 6,7%. En valores absolutos, las compras venezolanas aumentaron de 639 millones de dólares en 2006, cuando aún no existía el bloque, para 1,2 millardo de dólares en 2009. En 2010, el monto será cercano a 1,4 millardo de dólares. El aumento total acumulado entre 2006 y 2009 fue de un 90,7%.
Es posible observar que la participación de las importaciones venezolanas de los países del ALBA en el total de importaciones venezolanas aumentó de 2,1% en 2006 para 3,3% en 2009 y 4,9% durante el primer semestre de 2010. Eso representa mucho, si se toma en cuenta que superaron con creces el porcentaje de tradicionales socios comerciales de Venezuela, como Alemania (3,9%), Italia (2,5%), España (2,3%), Panamá (2,2%), Francia (1,9%) y Japón (1,6%). Sin dudas, ese cuadro genera una situación nueva y más favorable para la utilización del SUCRE.
Durante los seis primeros meses del año, las compras desde Bolivia continuaron muy concentradas en pocos productos. De los 42 rublos importados por Venezuela, seis representaron el 90,1% del total mientras 33 correspondieron a menos de 1%. Solamente los desperdicios de las industrias alimentarias y alimentos preparados para animales constituyeron el 66,1%. El en caso de Ecuador, la situación es un poco distinta. En primer lugar, el monto fue de 363,8 millones de dólares, el doble de lo importado desde Bolivia. Además de eso, fueron 65 los productos comprados por Venezuela. Los seis primeros alcanzaron un 73% del total mientras 49 rublos representaron menos de 1%. El lista es liderado por instrumentos y aparatos de óptica, fotografía o cinematografía, de medida, control o precisión; instrumentos y aparatos médicos quirúrgicos; preparaciones de carne, pescado o de crustáceos, moluscos o demás invertebrados acuáticos; telas impregnadas, recubiertas, revestidas o estratificadas y artículos técnicos de materia textil; grasas y aceites animales o vegetales; grasas alimenticias elaboradas; ceras de origen animal o vegetal; manufacturas de fundición, de hierro o de acero.
Las exportaciones petroleras
Los datos estadísticos de las exportaciones totales venezolanas (petroleras y no petroleras) todavía no están disponibles en el nuevo sistema del INE. Se presentan únicamente las exportaciones no petroleras, responsables por el 4,9% del total. No obstante, de acuerdo con los datos divulgados en el Informe de Gestión Anual de PDVSA 2009, Venezuela exporta mucho más que importa para todos esos países, con excepción de Bolivia. Aunque en dicho documento no figuren los montos de las exportaciones petroleras, se puede tener idea de los números a través de la cantidad vendida, expresada en miles de barriles diarios (MBD). También es posible utilizar las informaciones disponibles en la página web del Banco de Comercio Exterior (Bancoex), divulgadas separadamente por cada país y todavía con datos preliminares.
De acuerdo con el referido informe, hubo exportaciones petroleras bajo dos condiciones: transacciones normales o alianzas de cooperación como Petrocaribe, Acuerdo de Cooperación Energética de Caracas, Convenio Integral de Cooperación, Acuerdo de San José y a través de formas especiales de financiamiento del ALBA. En 2009, Cuba compró cerca de 120 MBD; Ecuador, 25 MBD; y Nicaragua, 18 MBD. En el marco de los convenios, Bolivia ha recibido 4,2 MBD; Dominica, 0,3 MBD; San Vicente y Granadinas, 0,2 MBD. También existen cuotas de suministro de petróleo venezolano para República Dominicana (27,6 MBD), Uruguay (22 MBD), Haití (14,2 MBD), Paraguay y Argentina (ambos 8 MBD). A su vez, las exportaciones de petróleo para EEUU llegaron a 1200 MBD, mientras fueron de 217 MBD para Asia (con destaque para China, con 107 MBD, y India, con 103 MBD) y de 148 para Europa (con 40 MBD para España, 23 para el Reino Unido, 19 para Suecia y 17 para Alemania y Italia).
El análisis de los datos del comercio exterior y del documento de PDVSA permite decir que la utilización del SUCRE como alternativa al dólar tendrá un impacto positivo mucho mayor para los demás países del ALBA que para Venezuela. Ese es exactamente el compromiso que la principal economía del bloque debe asumir. Al esforzarse para aumentar sus importaciones y al aceptar el pago de sus exportaciones con SUCRE (a través de la compensación y no del dólar), Venezuela está en verdad financiando los demás países. Esa es la postura que se espera, por ejemplo, de Brasil en el caso del Convenio de Créditos y Pagos Recíprocos (CCR) de ALADI, creado en los años 1960[iii].
Los demás socios
Entre 2006 y 2010 también ocurrieron variaciones positivas en el monto de las importaciones venezolanas con origen en otros países latinoamericanos, como Uruguay (de 0,2% para 0,9%), Argentina (de 2,1% para 2,6%) y Brasil (de 9,7% para 10%). Eso se debe incluso a la existencia del Convenio ALADI, que tiene a Venezuela como su mayor usuario. De manera general, el suministro de carnes es garantizado por Brasil (35,6%), Uruguay (34,5%) y Argentina (15,1%); los pescados vienen de Ecuador (31%), Perú (30,1%) y Chile (19,8%); las frutas, de Chile (50,2%), Estados Unidos (30,3%) y Perú (11,7%); el estaño, de Perú (60,9%), Bolivia (15,2%) y Brasil (7,1%); el zinc llega de México (68,8%) y Perú (28,7%); el cobre y sus manufacturas, 52,1% de Chile, 14,6% de Colombia y 11,6% de Brasil.
Al mismo tiempo, en los cinco años analizados, se identifican caídas importantes en las compras venezolanas de Colombia (de 10% para 5,9%), México (de 6,2% para 4,7%) y Japón (3,5% para 1,6%). Chile, Panamá y Perú también acumularon pequeñas reducciones. A modo de curiosidad, en el primer semestre de 2010, un 92% de los 37,6 millones de dólares importados de whisky llegaron del Reino Unido, mientras un 69,1% de los 145 mil de dólares importados de plantas vivas y productos de la floricultura vinieron de Holanda. La Federación Rusa vendió un 45,7% de los abonos que importó Venezuela e Italia, un 82,8% de las pequeñas armas, municiones y accesorios.
Sería posible continuar ese análisis de las importaciones en cada uno de los sectores o incluso productos de manera muy detallada, por país, por bloques económicos y por tratados de comercio. El nuevo sistema ofrecido por el INE representa un importante avance, que permitirá a los investigadores realizar análisis pormenorizadas sobre parte del comercio exterior de Venezuela. Ojala esa herramienta pase a ser utilizada también en el caso de las exportaciones petroleras. Eso facilitará la creación rápida y segura de estadísticas completas de las transacciones comerciales de Venezuela con el mundo.
EEUU y China
A pesar de EEUU haber disminuido su participación en las importaciones venezolanas de 32,8% en 2003 para 28,2% en 2010, continua como principal proveedor. Ese país es responsable por el 74,7% de las compras venezolanas de aeronaves, vehículos espaciales y sus partes; el 62,3% del níquel y sus manufacturas; el 60% de las compras venezolanas de cereales; el 54,2% de los productos de la industria química; el 43,3% del plomo y sus manufacturas; el 40% de las semillas; el 38% de los vehículos y partes; el 37,5% de las maquinas, aparatos y materiales eléctricos; el 34,1% de las tintas, colorantes y pinturas; el 33,7% de los vehículos y material para vías férreas; el 27,2% de las manufacturas de fundición, de hierro o de acero; 23,8% del plástico y sus manufacturas. Esos son solamente algunos ejemplos.
Con todo, lo que sí llama la atención es el acelerado avance de la presencia de China, que creció de 2,1% de las importaciones de Venezuela en 2003 para 11% en 2010. En los últimos dos años, superó a Colombia y Brasil, saltando para la segunda posición. Eso ha disminuido todavía más el espacio para las exportaciones de algunos países de la región en renglones como maquinarias y equipos, productos químicos, productos eléctricos y electrónicos, vehículos y partes, aluminio, hierro y acero, productos cerámicos, madera, textiles, fibras sintéticas, algodón, cuero, lana y calzados, entre otros.
Los ramos que todavía resisten a la competencia de los productos chinos son esencialmente los de alimentos y bebidas (donde, dependiendo del rublo, hay predominancia de EEUU y países latinoamericanos) y de productos farmacéuticos (con elevadas participaciones de Alemania, EEUU, México, Cuba, Suiza, Brasil y Francia). El proceso de integración exige que cada vez más sea priorizado el comercio dentro del bloque, especialmente en sectores en los cuales la región cuenta con ventajas comparativas relacionadas con los recursos naturales, energía y algún nivel de desarrollo industrial.
Consideraciones finales
Para concluir, vale reafirmar que el SUCRE no sería un fin sino un medio para disminuir el crónico problema de restricción de divisas en los países del ALBA. Cada dólar economizado en el comercio intra-bloque podrá ser asignado para proyectos de industrialización, modernización productiva, complementación energética y económica, avance tecnológico, mejora de la calidad de vida de las poblaciones y obras de infraestructura para la integración de transportes, energía y comunicaciones.
En los últimos años, se observan iniciativas similares en el comercio de países como Rusia, China e Irán, por ejemplo. En diciembre de 2007, los países del MERCOSUR firmaron un acuerdo de complementación económica con el objetivo de crear un sistema de pagos en moneda local, cuyas condiciones de operación serían definidas mediante convenios bilaterales entre los Bancos Centrales. Desde octubre de 2008, las transacciones comerciales entre Brasil y Argentina, a través del Sistema de Pagos en Moneda Local (SML), han crecido de forma acelerada, alcanzando un monto equivalente a 330 millones de dólares durante el primer semestre de 2010. En octubre de 2009, los Bancos Centrales de Brasil y Uruguay también firmaron un acuerdo para acelerar la puesta en marcha del nuevo sistema.
Cada día es más necesario profundizar los estudios, los trabajos y el compromiso con el largo y complejo proceso de integración regional. Crece la necesidad de transformar al Banco del Sur en una realidad, ampliar el MERCOSUR, fortalecer la UNASUR y transcender las concepciones del “regionalismo abierto” de la Iniciativa para la Iniciativa para la Integración Regional Sudamericana (IIRSA). El gran esfuerzo debe ser dirigido hacia el desarrollo socioeconómico, la complementación de las cadenas productivas, la intensificación del comercio dentro del bloque y la integración física.
[i] Economista brasileño, miembro del equipo del Portal ALBA. Autor del libro “Economía venezolana 1899-2008. La lucha por el petróleo y la emancipación”, Editorial El Perro y la Rana, 2010. [email protected]
[ii] “SUCRE: un instrumento para la integración”, disponible en http://www.alianzaboliva
Posibilidades para el avance del SUCRE
Luciano Wexell Severo[i]
Ese articulo tiene el objetivo de analizar algunos aspectos de la evolución reciente del comercio exterior de Venezuela y las posibilidades de aumentar la utilización del Sistema Único de Compensación Regional de Pagos (SUCRE) como elemento facilitador de las transacciones comerciales entre los países de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA). Ese mecanismo permite la realización del intercambio comercial sin obligatoriedad de utilización del dólar, contribuyendo con el ahorro de divisas y con la reducción de la vulnerabilidad externa de las economías del bloque.
Vale decir que las negociaciones para la creación del SUCRE son bastante recientes. Fue en 2009 que Venezuela, Ecuador, Cuba, Bolivia y Nicaragua firmaron el acuerdo marco y el tratado constitutivo para ponerlo en marcha. Igualmente manifestaron interés por el sistema Dominica, Antigua y Barbuda y San Vicente y Granadinas. En febrero de 2010, Venezuela y Cuba efectuaron la primera transacción a través de ese sistema, con un monto equivalente a 135 mil dólares. En julio, Venezuela y Ecuador realizaron la segunda transacción por una cuantía de 2,4 millones de dólares. Fueron las dos únicas operaciones hechas hasta el momento. Como argumentamos en un trabajo anterior[ii], el éxito del SUCRE depende especialmente de dos acciones: 1) ampliar el bajísimo comercio entre esos países; y 2) buscar el equilibrio comercial, porque el instrumento de compensación tendría muy poca utilidad en el caso de grandes asimetrías en las balanzas de importación y exportación.
Es decir, cuanto más elevados sean los montos comercializados y cuanto mayor sea la complementariedad de las economías, más útil estará siendo el SUCRE. Como Venezuela, debido a las exportaciones petroleras, obtiene saldos comerciales positivos en sus relaciones con todos los miembros del ALBA (excepto Bolivia), la capacidad de utilización del mecanismo de compensación está directamente relacionada con los esfuerzos venezolanos para importar más de esos países. El gran desafío, por lo tanto, es crear simetrías e impulsar procesos convergentes, coordinados y complementarios de desarrollo económico, con los Estados Nacionales orientando hacia dentro de la región el comercio, la producción, las fuentes de financiamiento y las políticas de progreso tecnológico.
Los nuevos números
Según los datos del recién creado Sistema de Consulta de Estadísticas de Comercio Exterior del Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela (INE), entre enero y junio de 2010, ese país continuó importando relativamente muy poco de los países del ALBA. Sin embargo, en comparación con los años anteriores, se notan algunos movimientos bastante interesantes. Todavía no se puede garantizar que dichos resultados representen una tendencia. Lo que sí se puede sugerir es que Venezuela ha estimulado el comercio con los países del nuevo bloque. Veamos a continuación algunas evoluciones.
Durante el primer semestre de 2010, Venezuela ha importado del mundo cerca de 13,9 mil millones de dólares. Más de 3,9 mil millones (el 28,2% del total) fue comprado de Estados Unidos. Un 11% fue de China; un 10%, de Brasil; un 5,9%, de Colombia; y un 4,7%, de México. O sea, un 59,6% de las compras venezolanas tuvieron origen en esos cinco países. Por otro lado, Argentina (2,6%), Bolivia (1,3%), Ecuador (2,6%), Paraguay (0,2%), y Uruguay (0,9%) sumados alcanzaron el 7,5%. Chile representó el 1,7% y Perú, el 1,1%. Sudamérica acumuló un 26,2%; Centroamérica y Caribe, un 5,5%; y México, un 4,7%. El total de Latinoamérica fue 36,4%.
Comercio Intra-ALBA
En el caso del ALBA, entre 2006 y 2010, ocurrieron fuertes crecimientos de las compras venezolanas con origen en Ecuador (de 0,9% para 2,6% del total de importaciones), Cuba (de 0,1% para 0,8%), Nicaragua (de 0,01% para 0,14%) y Bolivia (de 1% para 1,3%). En los cinco años señalados, los montos importados por Venezuela desde esos países presentaron los siguientes incrementos: Nicaragua, 809,7%; Cuba, 740,9%; Dominica, 534,6%; Ecuador, 123,7% y Bolivia, 6,7%. En valores absolutos, las compras venezolanas aumentaron de 639 millones de dólares en 2006, cuando aún no existía el bloque, para 1,2 millardo de dólares en 2009. En 2010, el monto será cercano a 1,4 millardo de dólares. El aumento total acumulado entre 2006 y 2009 fue de un 90,7%.
Es posible observar que la participación de las importaciones venezolanas de los países del ALBA en el total de importaciones venezolanas aumentó de 2,1% en 2006 para 3,3% en 2009 y 4,9% durante el primer semestre de 2010. Eso representa mucho, si se toma en cuenta que superaron con creces el porcentaje de tradicionales socios comerciales de Venezuela, como Alemania (3,9%), Italia (2,5%), España (2,3%), Panamá (2,2%), Francia (1,9%) y Japón (1,6%). Sin dudas, ese cuadro genera una situación nueva y más favorable para la utilización del SUCRE.
Durante los seis primeros meses del año, las compras desde Bolivia continuaron muy concentradas en pocos productos. De los 42 rublos importados por Venezuela, seis representaron el 90,1% del total mientras 33 correspondieron a menos de 1%. Solamente los desperdicios de las industrias alimentarias y alimentos preparados para animales constituyeron el 66,1%. El en caso de Ecuador, la situación es un poco distinta. En primer lugar, el monto fue de 363,8 millones de dólares, el doble de lo importado desde Bolivia. Además de eso, fueron 65 los productos comprados por Venezuela. Los seis primeros alcanzaron un 73% del total mientras 49 rublos representaron menos de 1%. El lista es liderado por instrumentos y aparatos de óptica, fotografía o cinematografía, de medida, control o precisión; instrumentos y aparatos médicos quirúrgicos; preparaciones de carne, pescado o de crustáceos, moluscos o demás invertebrados acuáticos; telas impregnadas, recubiertas, revestidas o estratificadas y artículos técnicos de materia textil; grasas y aceites animales o vegetales; grasas alimenticias elaboradas; ceras de origen animal o vegetal; manufacturas de fundición, de hierro o de acero.
Las exportaciones petroleras
Los datos estadísticos de las exportaciones totales venezolanas (petroleras y no petroleras) todavía no están disponibles en el nuevo sistema del INE. Se presentan únicamente las exportaciones no petroleras, responsables por el 4,9% del total. No obstante, de acuerdo con los datos divulgados en el Informe de Gestión Anual de PDVSA 2009, Venezuela exporta mucho más que importa para todos esos países, con excepción de Bolivia. Aunque en dicho documento no figuren los montos de las exportaciones petroleras, se puede tener idea de los números a través de la cantidad vendida, expresada en miles de barriles diarios (MBD). También es posible utilizar las informaciones disponibles en la página web del Banco de Comercio Exterior (Bancoex), divulgadas separadamente por cada país y todavía con datos preliminares.
De acuerdo con el referido informe, hubo exportaciones petroleras bajo dos condiciones: transacciones normales o alianzas de cooperación como Petrocaribe, Acuerdo de Cooperación Energética de Caracas, Convenio Integral de Cooperación, Acuerdo de San José y a través de formas especiales de financiamiento del ALBA. En 2009, Cuba compró cerca de 120 MBD; Ecuador, 25 MBD; y Nicaragua, 18 MBD. En el marco de los convenios, Bolivia ha recibido 4,2 MBD; Dominica, 0,3 MBD; San Vicente y Granadinas, 0,2 MBD. También existen cuotas de suministro de petróleo venezolano para República Dominicana (27,6 MBD), Uruguay (22 MBD), Haití (14,2 MBD), Paraguay y Argentina (ambos 8 MBD). A su vez, las exportaciones de petróleo para EEUU llegaron a 1200 MBD, mientras fueron de 217 MBD para Asia (con destaque para China, con 107 MBD, y India, con 103 MBD) y de 148 para Europa (con 40 MBD para España, 23 para el Reino Unido, 19 para Suecia y 17 para Alemania y Italia).
El análisis de los datos del comercio exterior y del documento de PDVSA permite decir que la utilización del SUCRE como alternativa al dólar tendrá un impacto positivo mucho mayor para los demás países del ALBA que para Venezuela. Ese es exactamente el compromiso que la principal economía del bloque debe asumir. Al esforzarse para aumentar sus importaciones y al aceptar el pago de sus exportaciones con SUCRE (a través de la compensación y no del dólar), Venezuela está en verdad financiando los demás países. Esa es la postura que se espera, por ejemplo, de Brasil en el caso del Convenio de Créditos y Pagos Recíprocos (CCR) de ALADI, creado en los años 1960[iii].
Los demás socios
Entre 2006 y 2010 también ocurrieron variaciones positivas en el monto de las importaciones venezolanas con origen en otros países latinoamericanos, como Uruguay (de 0,2% para 0,9%), Argentina (de 2,1% para 2,6%) y Brasil (de 9,7% para 10%). Eso se debe incluso a la existencia del Convenio ALADI, que tiene a Venezuela como su mayor usuario. De manera general, el suministro de carnes es garantizado por Brasil (35,6%), Uruguay (34,5%) y Argentina (15,1%); los pescados vienen de Ecuador (31%), Perú (30,1%) y Chile (19,8%); las frutas, de Chile (50,2%), Estados Unidos (30,3%) y Perú (11,7%); el estaño, de Perú (60,9%), Bolivia (15,2%) y Brasil (7,1%); el zinc llega de México (68,8%) y Perú (28,7%); el cobre y sus manufacturas, 52,1% de Chile, 14,6% de Colombia y 11,6% de Brasil.
Al mismo tiempo, en los cinco años analizados, se identifican caídas importantes en las compras venezolanas de Colombia (de 10% para 5,9%), México (de 6,2% para 4,7%) y Japón (3,5% para 1,6%). Chile, Panamá y Perú también acumularon pequeñas reducciones. A modo de curiosidad, en el primer semestre de 2010, un 92% de los 37,6 millones de dólares importados de whisky llegaron del Reino Unido, mientras un 69,1% de los 145 mil de dólares importados de plantas vivas y productos de la floricultura vinieron de Holanda. La Federación Rusa vendió un 45,7% de los abonos que importó Venezuela e Italia, un 82,8% de las pequeñas armas, municiones y accesorios.
Sería posible continuar ese análisis de las importaciones en cada uno de los sectores o incluso productos de manera muy detallada, por país, por bloques económicos y por tratados de comercio. El nuevo sistema ofrecido por el INE representa un importante avance, que permitirá a los investigadores realizar análisis pormenorizadas sobre parte del comercio exterior de Venezuela. Ojala esa herramienta pase a ser utilizada también en el caso de las exportaciones petroleras. Eso facilitará la creación rápida y segura de estadísticas completas de las transacciones comerciales de Venezuela con el mundo.
EEUU y China
A pesar de EEUU haber disminuido su participación en las importaciones venezolanas de 32,8% en 2003 para 28,2% en 2010, continua como principal proveedor. Ese país es responsable por el 74,7% de las compras venezolanas de aeronaves, vehículos espaciales y sus partes; el 62,3% del níquel y sus manufacturas; el 60% de las compras venezolanas de cereales; el 54,2% de los productos de la industria química; el 43,3% del plomo y sus manufacturas; el 40% de las semillas; el 38% de los vehículos y partes; el 37,5% de las maquinas, aparatos y materiales eléctricos; el 34,1% de las tintas, colorantes y pinturas; el 33,7% de los vehículos y material para vías férreas; el 27,2% de las manufacturas de fundición, de hierro o de acero; 23,8% del plástico y sus manufacturas. Esos son solamente algunos ejemplos.
Con todo, lo que sí llama la atención es el acelerado avance de la presencia de China, que creció de 2,1% de las importaciones de Venezuela en 2003 para 11% en 2010. En los últimos dos años, superó a Colombia y Brasil, saltando para la segunda posición. Eso ha disminuido todavía más el espacio para las exportaciones de algunos países de la región en renglones como maquinarias y equipos, productos químicos, productos eléctricos y electrónicos, vehículos y partes, aluminio, hierro y acero, productos cerámicos, madera, textiles, fibras sintéticas, algodón, cuero, lana y calzados, entre otros.
Los ramos que todavía resisten a la competencia de los productos chinos son esencialmente los de alimentos y bebidas (donde, dependiendo del rublo, hay predominancia de EEUU y países latinoamericanos) y de productos farmacéuticos (con elevadas participaciones de Alemania, EEUU, México, Cuba, Suiza, Brasil y Francia). El proceso de integración exige que cada vez más sea priorizado el comercio dentro del bloque, especialmente en sectores en los cuales la región cuenta con ventajas comparativas relacionadas con los recursos naturales, energía y algún nivel de desarrollo industrial.
Consideraciones finales
Para concluir, vale reafirmar que el SUCRE no sería un fin sino un medio para disminuir el crónico problema de restricción de divisas en los países del ALBA. Cada dólar economizado en el comercio intra-bloque podrá ser asignado para proyectos de industrialización, modernización productiva, complementación energética y económica, avance tecnológico, mejora de la calidad de vida de las poblaciones y obras de infraestructura para la integración de transportes, energía y comunicaciones.
En los últimos años, se observan iniciativas similares en el comercio de países como Rusia, China e Irán, por ejemplo. En diciembre de 2007, los países del MERCOSUR firmaron un acuerdo de complementación económica con el objetivo de crear un sistema de pagos en moneda local, cuyas condiciones de operación serían definidas mediante convenios bilaterales entre los Bancos Centrales. Desde octubre de 2008, las transacciones comerciales entre Brasil y Argentina, a través del Sistema de Pagos en Moneda Local (SML), han crecido de forma acelerada, alcanzando un monto equivalente a 330 millones de dólares durante el primer semestre de 2010. En octubre de 2009, los Bancos Centrales de Brasil y Uruguay también firmaron un acuerdo para acelerar la puesta en marcha del nuevo sistema.
Cada día es más necesario profundizar los estudios, los trabajos y el compromiso con el largo y complejo proceso de integración regional. Crece la necesidad de transformar al Banco del Sur en una realidad, ampliar el MERCOSUR, fortalecer la UNASUR y transcender las concepciones del “regionalismo abierto” de la Iniciativa para la Iniciativa para la Integración Regional Sudamericana (IIRSA). El gran esfuerzo debe ser dirigido hacia el desarrollo socioeconómico, la complementación de las cadenas productivas, la intensificación del comercio dentro del bloque y la integración física.
[i] Economista brasileño, miembro del equipo del Portal ALBA. Autor del libro “Economía venezolana 1899-2008. La lucha por el petróleo y la emancipación”, Editorial El Perro y la Rana, 2010. [email protected]
[ii] “SUCRE: un instrumento para la integración”, disponible en http://www.alianzabolivariana.org
[iii] Participan del Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos (CCR) de ALADI los bancos centrales de doce países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Durante la crisis de la deuda externa, el mecanismo ganó fuerza y en algunos años cerca del 90% del valor de todas las importaciones intra-regionales fueron realizadas a través de él. La reacción estadounidense frente a la pérdida de poder del dólar se dio de forma contundente en el llamado Acuerdo de Basilea. El Fondo Monetario Internacional (FMI) pasó a desestimular el Convenio, que bajo su participación a 1,5%. En los años 2000 ha tenido repuntes y se encuentra alrededor del 9%.
[iii] Participan del Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos (CCR) de ALADI los bancos centrales de doce países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Durante la crisis de la deuda externa, el mecanismo ganó fuerza y en algunos años cerca del 90% del valor de todas las importaciones intra-regionales fueron realizadas a través de él. La reacción estadounidense frente a la pérdida de poder del dólar se dio de forma contundente en el llamado Acuerdo de Basilea. El Fondo Monetario Internacional (FMI) pasó a desestimular el Convenio, que bajo su participación a 1,5%. En los años 2000 ha tenido repuntes y se encuentra alrededor del 9%.