Las economías de la cuenca del Pacífico han decidido no esperar a Estados Unidos, que con la llegada de Donald Trump al poder ha mostrado una fuerte cara proteccionista. Mientras la primera potencia mundial se repliega en el ámbito comercial, los once países que aún forman el megatratado comercial conocido como TPP (por sus siglas en inglés) han decidido sacarlo adelante cuatro meses después de que el presidente Donald Trump lo dejara en estado comatoso al retirarse del pacto nada más llegar a la Casa Blanca. Los titulares de comercio del resto de naciones, incluidas México o Japón, abogan por explorar opciones que garanticen la continuidad del pacto lo antes posible, señala El País de España.
“Los ministros están de acuerdo en el valor de alcanzar los beneficios del TPP, y, con ese objetivo, acuerdan iniciar un proceso (…) para que el acuerdo (…) entre en vigor de forma expedita”, reza el comunicado suscrito hoy por los máximos representantes de comercio de los once países miembros (Japón, Canadá, Australia, México, Perú, Chile, Nueva Zelanda, Singapur, Malasia, Brunéi y Vietnam), tras un encuentro mantenido en los márgenes de una reunión ministerial del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Hanoi (Vietnam), tal como informa el periódico español.
El objetivo parece ser dicho proceso concluya antes de que vuelvan a reunirse con motivo de otro encuentro de la APEC previsto en Danang (Vietnam) los próximos 10 y 11 de noviembre. Un periodo en el que no descartan que se unan nuevos países -«que acepten los altos estándares del TPP”, enfatiza el texto-, y con el que dejan claro “nuestra contribución a mantener los mercados abiertos, fortalecer las reglas comerciales del sistema internacional, aumentar el comercio mundial y elevar el nivel de vida de la población”.
La presencia o no de EE.UU. sigue siendo toda una incógnita, aunque algunos miembros se muestran confiados de su participación. “Es importante dejar la puerta abierta a Estados Unidos. Aunque ahora puede que (el TPP) no se adapte a los intereses de EE.UU., las circunstancias pueden cambiar en el futuro”, aseveró el ministro de Comercio, Turismo e Inversión australiano, Steven Ciobo, desde Hanoi.
Sin embargo, desde el país del norte se muestran menos confiados al respecto:. “Estados Unidos se retiró del TPP y no va a cambiar esa decisión”, declaró este domingo el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, desde Hanoi. Sin cambios a la vista, su asistencia a la cumbre de Vietnam se consideró al menos una rama de olivo tras los desplantes de Trump al TTP.
De esta manera, la posible revitalización del TPP es también, indirectamente, un paso más que positivo para China. Con Trump y su “America First”, el gigante asiático se ha erigido como el nuevo baluarte del libre comercio, al menos en el plano internacional. Ante el futuro incierto del TPP, Pekín vio la oportunidad perfecta para promover sus propuestas de libre comercio, especialmente la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés). Este acuerdo comercial abarca solamente a los países asiáticos y, a diferencia del TPP, no obliga a unos estándares comunes en materia de propiedad intelectual o protección del medio ambiente.
¿Seguirá con vida el TTP o mutará a acuerdos regionales?