Con intervención de Fuerzas Especiales enviadas desde el continente terminó la protesta pacífica de un grupo de isleños en Rapa Nui. Pasadas las promesas de diálogo con los isleños sostenidas por el Intendente de la Región de Valparaíso, Raúl Celis, y la infructuosa visita de las autoridades de Bienes Nacionales junto al Subsecretario de Desarrollo Regional, Miguel Varas, el gobierno procedió a sitiar los doce terrenos que se encontraban en toma, deponiendo temporalmente la movilización.
Sin embargo, el representante del Consejo Urbano Rapa Nui, Lenki Atán, advirtió que las acciones en busca del cumplimiento de sus demandas se reanudaran a la brevedad y con mayor intensidad.
“Esta ha sido una toma pacífica, pero esto no significa que lo pacífico no sea radical, nosotros estamos súper radicales, vamos llegar a la huelga de hambre, vamos a salir muertos, si es necesario. Fueron 40 años y nos vamos a mantener en esta posición”, afirmó el representante.
La movilización, que desde la semana pasada mantenía en toma terrenos del estado, perseguía reivindicaciones territoriales históricamente buscadas por los pascuenses, reivindicaciones que giran principalmente en torno a la concesión de tierras hecha al Estado chileno.
Además, dentro de estas reivindicaciones, se especificó la importancia en la revisión del sistema de control migratorio en la isla, a raíz, principalmente, del constante ingreso de “delincuentes” chilenos a Rapa Nui.
“Son cincuenta años que el Estado chileno está ocupando las tierras de los Rapa Nui, está bueno ya que devuelvan las tierras. La posición del Parlamento Rapa Nui está por agilizar el sistema de control migratorio y el estatuto especial, que tiene que ser elaborado por nosotros, no por el Estado chileno”, recalcó el presidente del parlamento de la isla, Leviante Ariki Ariki, en entrevista para Radio Universidad de Chile. .
Alonso Barros, abogado de la Universidad Católica y defensor de los pueblos indígenas, señala que el problema de fondo en la isla es la propiedad de la tierra, de donde el Estado, concesionario de éstas, “se comporta como un latifundista usurpador de tierras, porque no tiene un título de propiedad legítimo. Se hace pasar por dueño a través de una ficción jurídica insostenible que se basa en nociones retrógradas de conquista y anexión, que por lo demás y en ningún caso, pueden fundamentar la propiedad privada sobre la tierra”.
“Sostener que el Estado chileno es dueño preeminente de los predios superficiales de Rapa Nui es totalitario y genocida, además de aberrante desde el punto de vista jurídico, del derecho civil” afirma el abogado.
Por Sebastián Fierro
Fotografía: N. Moncada
El Ciudadano
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