En la cuarta jornada de Huelga General en lo que va del año, los griegos insisten en rechazar las medidas de ajuste promovidas por la Unión Europea, los bancos alemanes y el FMI. Los medios cubren las protestas helenas diciendo que las medidas son inevitables para sacar al país de la crisis, pese a que la receta seguida desde el año pasado ha resultado un fracaso.
Miles de griegos volvieron a la huelga general durante 48 horas, iniciadas el día de ayer. Varios miles de estos se congregaron frente al Parlamento que somete a votación durante esta semana el paquete de recortes del gasto público, privatizaciones y reducción de salarios exigidos por la Unión Europea y el FMI para entregar el segundo monto del rescate financiero.
Manifestantes griegos afirmaron este martes que mantendrán las protestas en ese país hasta tanto no se anulen las medidas económicas que pretende imponer el Gobierno del primer ministro Giorgio Papandreou para paliar la grave crisis económica de la nación. Las concentraciones se realizan en medio de la huelga general de 48 horas.
Miles de personas se concentran desde la mañana de este martes en la plaza Syntagma de Atenas, delante del Parlamento, junto a los indignados griegos que llevan un mes acampados, en la primera de las dos jornadas de huelga general convocadas por los sindicatos con motivo de la votación del nuevo plan de recortes sociales impuesto por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) al Gobierno del primer ministro, Giorgos Papandreu.
El paquetazo neoliberal del Gobierno pretende llevar a cabo una serie de privatizaciones y recortes en pensiones, sueldos, sanidad y educación, así como despidos de funcionarios.
El primer ministro de Grecia, Giorgos Papandreou, solicitó oficialmente el pasado jueves a Europa y al Fondo Monetario Internacional (FMI) el segundo plan de ayuda financiera para tratar de paliar la grave crisis económica que experimenta la nación y que podría conducirla a la bancarrota.
Este paquete, que es debatido desde mediados de abril pasado, incluye privatizaciones y una vuelta en las medidas de rigor, con un ahorro previsto de 28 mil 400 millones de euros (41 mil 208 millones de dólares), de los cuales seis mil 400 millones (nueve mil 286 millones de dólares) son suplementarios este año.
El periodista griego Iasonas Pipinis informó a teleSUR, que los manifestantes, conducidos en su gran mayoría por los llamados «Indignados» han anunciado «que no abandonarán las calles y que su objetivos es anular el paquete de medidas económicas».
Pipinis indicó que »los diputados han expresado su preocupación y han criticado al vicepresidente Theodoros Pangalos quien afirmó que si el país declara la bancarrota el Ejército tiene que salir a las calles para proteger los bancos».
LOS BANCOS DETRÁS DE LAS POLÍTICAS DE AJUSTE
El Banco Central Europeo, el FMI, Bruselas y el Banco Central de Alemania son los principales impulsores de las medidas que los medios trasnacionales relatan como ‘ineludibles’.
El analista de La Jornada, José Blanco, detalla que Grecia vive un programa de ajuste asfixiante, pero ese cuarteto le ha dado unas cuatro vueltas de tuerca más y le ha exigido que venda y así privatice activos del Estado por unos 30 mil millones de euros. Todo para que en breve plazo la Unión Europea (UE) le conceda un préstamo de 12 mil millones, mientras se elabora un programa –que será insoportable para la población– de créditos por 120 mil millones mientras la población vivirá al borde de la asfixia.
Blanco añade que bien podría Grecia decidir otro programa: declarar la suspensión de pagos, salirse del sistema euro, volver al dracma –su moneda anterior al euro–, y devaluarla severamente. La población quedará igualmente al nivel de la asfixia, pero la recuperación de la economía podría ocurrir en un tiempo mucho más breve, y las pérdidas se distribuirán de otro modo: correrán a cargo también de los bancos alemanes y franceses, y no sólo de la población griega.
Irlanda es un claro ejemplo: después de haber seguido con diligencia las prescripciones del FMI y el BCE durante dos años, los recortes en los gastos del gobierno prolongaron y empeoraron la recesión. Grecia está sufriendo ese mismo ejemplo sombrío. Los recortes en el gasto público, lejos de estabilizar la economía, la pueden conducir a una recesión más severa. Y así lo demuestran los datos de la actividad económica griega. Grecia con ajuste draconiano o con default empieza a sumar a su grave crisis económica una crisis política que se sumará a las que empiezan a emerger en varios países de la UE.
El analista económico mexicano, Marcos Chávez consideró que con el paquete financiero en el país heleno »solamente se está ganando tiempo para tratar de salvar a los bancos europeos (…) que son los que van a beneficiarse de esta situación».
Además, opinó que »este tipo de política que está imponiendo el FMI y la UE lo único que van a provocar es el desastre de Grecia (…) ese país se encuentra en quiebra financiera y en una grave recesión que no le va a permitir pagar» los créditos pedidos a los organismos internacionales.
Recientemente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) afirmó que las políticas de austeridad, como las llevadas a cabo en España y Grecia, no sólo amenazan con aumentar el desempleo en esos países europeos sino que además ponen en peligro su recuperación económica.
La información fue dada a conocer en el informe mensual de la ONU sobre la situación social en el mundo difundido este miércoles. En éste el bloque señaló que “las medidas de austeridad adoptadas por ciertos países como Grecia y España frente a un excesivo endeudamiento público, amenazan el empleo en el sector público y los gastos sociales”.
Wall Street Journal informó este martes que Grecia está considerando la posibilidad de privatizar gran parte del país, como la lotería estatal, una concesión estatal de carreras de caballos, varios puertos, el correo nacional, dos empresas de agua, una fábrica de municiones, monopolios de gas y electricidad, un operador de telecomunicaciones, centenares de millas de carreteras y miles de acres de tierra, incluidas magníficas franjas de la célebre costa griega.
El cantante Nektarios Amartzis dijo: “Estas medidas están destruyendo al pueblo griego. Lamentablemente, las medidas serán aprobadas por el Parlamento. La gente que está afuera no debe aceptarlas. Cualquiera sea la votación allí dentro, no debemos aceptarla bajo ningún concepto porque la gente y nuestros niños resultarán muy perjudicados”.
Telesur – Democracy Now – La Jornada