Una polémica carta enviada el pasado 20 de abril, firmada por cinco relatores especiales y dos expertos internacionales de Naciones Unidas, pusieron en evidencia las preocupaciones de la sociedad civil sobre los diversos impactos que tendría el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica -conocido como TPP- si es ratificado en Chile.
En la misiva, de 18 páginas, se mencionan los efectos que el acuerdo tendrá sobre la regulación de medicamentos genéricos, el derecho de autor, la libertad de expresión y los derechos de los pueblos indígenas, entre otros aspectos. Además, la carta contiene un anexo de referencia al Derecho Internacional en materia de derechos humanos, y fue enviada directamente a la Cancillería chilena, solicitando información sobre cómo se garantizarán estos acuerdos.
«Expresamos nuestra preocupación acerca las alegaciones sobre un impacto perjudicial que el TPP tendría sobre el disfrute de varios derechos humanos y libertades fundamentales», reconocen en la introducción de la carta.
El acuerdo fue firmado en Nueva Zelanda en febrero pasado por el canciller Heraldo Muñoz, pero aún debe ser ratificado en el Parlamento para entrar en vigencia. Sin embargo, fue negociado en secreto entre las autoridades de los 12 países involucrados, algo que también hicieron ver los relatores de la ONU.
«Las conversaciones sobre el TPP comenzaron en 2008 y las negociaciones se llevaron a cabo a puerta cerrada, con muy pocas oportunidades para ciertas partes interesadas o grupos de interés de acceder a información pertinente, incluyendo los textos preliminares, y participar en dicho proceso», recalcaron.
El documento es consistente y ahonda en las diversas vulneraciones que significará para los ciudadanos y ciudadanas la firma del TPP, invitando a las autoridades a preguntarse cómo el acuerdo podrá convivir con los tratados internacionales -en materia de derechos humanos- a los que Chile suscribe.
Además de recalcar la exclusión de las organizaciones de la sociedad civil, los relatores señalaron que los pueblos indígenas tampoco han sido consultados sobre el acuerdo, lo que daña el derecho de los pueblos originarios a la consulta y al consentimiento libre e informado.
También se recalca el protagonismo que tuvieron las empresas transnacionales en el proceso de negociación: «Gozaron de una amplia oportunidad para participar en las diferentes etapas del proceso de negociación, creando un desequilibrio entre los intereses privados y con fines de lucro, por un lado, y las libertad públicas y derechos humanos por el otro”, describieron.
Puedes leer la carta completa aquí, con referencias concretas a la regulación de los medicamentos genéricos, la solución de controversias interestatales y de los inversores con el Estado, además de los efectos sobre el derecho de autor e Internet.