En la jornada de ayer la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor’s bajó la nota crediticia de brasil. Se le atribuye al anuncio de que el 20167 será el primer año del gigante sudamericano con déficit fiscal del 0,5%. La calificación pasó de BBB- a BB+ .
A tan sólo 10 días de que Brasil anunció un inédito déficit primario, la agencia internacional rebajó la calificación sacando al país sudamericano del selecto grupo de países con grado de inversión estable. Incluso, S&P señala que la tendencia a la baja puede repercutir en una nueva degradación de la calificación.
S&P es una de las principales entidades mundiales que califican el riesgo financiero en cada país del mundo. Dicho índice se conforma en base al análisis cuantitativo y cualitativo de 8 criterios: marco institucional, economía, administración financiera, flexibilidad presupuestal, desempeño presupuestal, liquidez, deuda, y pasivos contingentes. Dicha nomenclatura funciona como un índice global para que las empresas conozcan qué tipo de riesgos enfrentan cuando invierten en un país.
La realidad es que la disminución en nota de crédito es una noticia negativa para el gobierno de Dilma. La baja de la calificación quita a Brasil del grupo de países señalados como inversiones estables y los suma al pelotón de países considerados como inversiones de riesgo, lo cual puede espantar inversores globales. La ya de por sí mala noticia se agrava teniendo en cuenta un contexto en el cual la economía de Brasil atraviesa una recesión, las materias primas pierden valor y China devalúa su moneda.
«Los desafíos políticos que Brasil enfrente continúan creciendo, pesando sobre la capacidad y la voluntad del Gobierno de enviar al Congreso un presupuesto del 2016 consistente con una significativa política correctiva señalizada durante la primera parte del segundo mandato de la presidenta» aseguraron desde S&P.
Por su parte Dilma aseguró que «Vamos a regresar el país al crecimiento» en una nota publicada hoy en el diario financiero Valor Económico, y concluyó que Brasil «está pagando todos sus contratos y tenemos una estrategia económica clara».
Pese a esto los mercados hoy respondieron a la baja en la bolsa de San Pablo cediendo un 2,2% en la apertura situándose en los 45.609 puntos, mientras que el dólar roza los 3.90 reales. La moneda brasileña se deprecia en la apertura un 2,6% frente a la moneda estadounidense, que era negociada a 3,895 reales para la venta en el tipo de cambio comercial.
Sin duda esta es una de las señales que confirman que los años venideros será muy difíciles para toda la región, dado que hasta ahora, Brasil era considerado el país modelo de la década de crecimiento de América Latina. La escasez de dólares puede azotar a la región. Por falta de inversión extranjera, o bien por caída de los precios internacionales de las materias primas que se exportan.