La economía en retroceso: Pero no todos son perdedores

Las contradicciones en pleno desarrollo. Mientras las cúpulas empresariales se espantan por la caída de la actividad económica, las compañías registran ganancias superiores al 30% respecto al año pasado. La explicación está en la calle. Desempleo en plena alza y trabajos esporádicos y precarios. Chile, el modelo neoliberal muestra otra vez su larga hilacha.

La economía en retroceso: Pero no todos son perdedores

Autor: paulwalder

1787_47510_vendedores_ambulantesCasi un 34 por ciento, si se excluye a Codelco, aumentaron al tercer trimestre las utilidades de las principales empresas chilenas o con actividades en Chile, expansión que no tiene relación con las bajas ventas de estas corporaciones ni con la escena económica general, en plena contracción: en octubre el Imacec retrocedió un 0,4%, el mayor ajuste en nueve años, un recorte que adelgaza aún más las estimaciones de crecimiento del PIB 2016. Para este año es muy probable que el guarismo no alcance a marcar ni un dos por ciento.

 

Estos aumentos corporativos, si así solos y de por sí son sorprendentes, menos conexión tienen con la polvareda levantada por las cúpulas empresariales, un discurso plañidero que tuvo su punto más alto en los cínicos ruegos que hizo Alberto Salas, el presidente de la  patronal Confederación de la Producción y del Comercio (CPC),durante la Enade el 30 de noviembre en la suntuosa Casapiedra ante centenares de sus pares, un par de precandidatos presidenciales y la misma mandataria Michelle Bachelet. Salas abogó, sin muchos rodeos, como es ya su estilo, a retornar a las políticas de los consensos de las décadas pasadas y construir “un nuevo consenso chileno para superar la crisis de expectativas y de confianzas y revitalizar la alicaída economía”. ¿De qué está hablando el dirigente? Por cierto, de política!!!: “Chile debe tomar una opción. O seguimos anclados en las divisiones del pasado o nos enfrentamos unidos a construir un país moderno”.  Nunca está demás un subrayado y la reiteración. Por si alguien no entendía.

¿Cuál es la queja de Salas? La desplegó unos días antes del bajón del Imacec y en plena huelga de Sodimac. Ha pasado agua bajo el puente de esta construcción neoliberal durante este fallido y artificioso ejercicio socialdemócrata de la Nueva Mayoría. Se hundió la economía y arrastró consigo el modelo chileno, en estos meses más de pasarela que paradigma del mercado.  Aunque las ganancias están altas, es probable, y es necesaria la alerta, de un próximo ingreso en un escenario de regresión. Para eso la Enade. Esa es la función de los centinelas del mercado.

Por el momento, todo sigue marchando sobre ruedas. Basta revisar un poco más esas cifras.  El statu quo y “la alicaída economía” de Salas no pueden ser más proclives al mercado y a los buenos negocios. Podemos ver que entre todos los sectores, el retail lidera desde lejos estos resultados, con un crecimiento explosivo en sus ganancias de más del 75 por ciento respecto al mismo trimestre del año pasado. La explicación difundida por la industria es el efecto de las políticas («oportunas y anticipadas» dicen) de reducción de costos, que pudieron sortear bien un escaso aumento de las ventas de menos de uno por ciento. Sumando y restando, el resultado del sector, liderado por los grupos Falabella y Cencosud, ha sido descollante: una ganancia de 1.275 millones de dólares.

Enade 2016

Enade 2016

Falabella (del grupo Solari), dueña también de las cadenas Tottus y Sodimac,  (que ha contraatacado con prácticas antisindicales una huelga de tres semanas), ganó durante los primeros nueves meses del año 658 millones de dólares, de los cuales prácticamente la mitad los obtuvo entre julio y septiembre. Su competidora Cencosud (de Horst Paulmann), cerró sus utilidades en 348 millones de dólares, con un crecimiento de más del 400 por ciento respecto al periodo anterior. Entre las explicaciones entregadas a la prensa especializada, la explosión en las utilidades es el efecto de reducción de costos, tales como despidos masivos y cierre de locales.

Estas prácticas de reducción de costos, así como también ha sucedido en la gran minería, que se ha adelantado a la caída en el precio del cobre con despidos masivos, han conducido a una paradoja.  Cuando se observan las grandes estadísticas, la tasa de desempleo de 6,4 por ciento para el último trimestre, guarismo que prácticamente se ha mantenido inalterable desde hace ya largos meses, contiene datos ocultos. La muestra del  Instituto Nacional de Estadísticas (INE) explica que mientras un sector como la minería sufre un aumento del desempleo de casi un 15 por ciento, hay una fuerte creación de trabajos por cuenta propia. En síntesis, los números grandes de la cesantía no han aumentado debido a los trabajos independientes, “como el principal impulsor de la ocupación del país”. Una caminata por el Paseo Huérfanos o Estado puede darnos una idea de qué tipo de empleos se trata.

La contradicción neoliberal queda una vez más expuesta en toda su obscenidad.  El capital funciona de noche y día, en invierno y verano, con vacas flacas o gordas, con o sin trabajadores. Las corporaciones y los grandes grupos, aquel uno por ciento que concentra más de un tercio de la riqueza en Chile, cifra ratificada por Thomas Piketty, nunca pierden. Lo que se reparte, en tiempos de bonanza, en el excedente de los excedentes, es el rebalse, la filtración. En tiempos de retroceso, como el actual, la sequía vendrá por fuera.

 

 

 


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