En una medida sorpresiva, dado que desde principio de año al menos se esperaba lo contrario, la reserva federal de los Estados Unidos, no subió la tasa de interés y la mantuvo en el 0,25%. El porcentaje se mantiene igual al alcanzado en los momentos álgidos de la Crisis de las Subprime en 2008. En ese entonces la reserva federal decidió bajar la taza para estimular el flujo de dinero y los préstamos bancarios.
La titular del organismo, Janet Yellen, reconoció que la cifra se va a mantener a causa de los últimos acontecimientos financieros mundiales y sobre todo, la debilitación de la economía China.
«Recientes acontecimientos globales económicos y financieros podrían restringir de alguna manera la actividad económica y probablemente pongan más presiones a la baja a la inflación en el corto plazo», dijo la Fed en su comunicado.
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