Lecheros y Trigueros contra la pared


Autor: Director

Los agricultores nacionales claman para que Chile aplique el mecanismo tributario a las importaciones argentinas de leche y trigo, que tienen dañada la industria nacional.


agricultura
La salvaguardia es una medida de urgencia –generalmente arancelaria- que adopta un gobierno, con respecto al aumento desmesurado de las importaciones de determinados productos. La lógica es aplicarla sobre aquellos bienes que amenazan o causan daño grave a una industria nacional que produce una mercancía idéntica o similar.
En Chile, hoy más que nunca la medida tributaria suena fuerte, ello por dos motivos: a fines de año vence la salvaguardia para la harina de trigo, por lo que se deberá resolver si se proyectará por uno o dos años más; y, hasta el 4 de octubre el gobierno tiene plazo para pronunciarse respecto de la petición del sector lechero, pues consideran que los ingresos trasandinos presentan algunas “características” que estarían distorsionando el valor de venta hacia nuestro país. Por ejemplo, subsidios al combustible.
En el caso de Chile, es la Comisión de Distorsiones del Banco Central, quien estudia si están acreditadas las condiciones para dar el visto bueno al mecanismo proteccionista. Esta instancia está constituida por 8 miembros: 2 representan al emisor y 6 al gobierno (Hacienda, Agricultura, Cancillería, Economía y dos de Aduanas). Si la Comisión da luz verde a la petición, se aprueba. Habitualmente procede una sobretasa o la eliminación de una preferencia arancelaria a un producto importado. Nuestro país tiene experiencia, ya que ostenta el segundo lugar (entre 143 miembros), luego de India, por lograr 6 salvaguardias definitivas ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). Este último, es el único organismo internacional que se ocupa de las normas que rigen el comercio entre los países, es una especie de árbitro que juega un rol clave cuando las naciones afectadas o “reclamantes”, demandan que hay promesas incumplidas por quien establece la salvaguardia.
En suma, la OMC es quien resuelve si es legal o no la salvaguardia. En caso de que la medida sea declarada improcedente, el país “miembro” está obligado a renunciar a ese derecho.

SECTOR LECHERO
Las normas del comercio internacional establecen que bajo circunstancias de aumento abrupto, sostenido y creciente de importaciones, producto de circunstancias imprevisibles; los países afectados pueden hacer uso de mecanismos de salvaguardias temporales a fin de ofrecer un espacio de estabilidad suficiente para mitigar los daños y resolver las circunstancias que lo provocan. Lo anterior, precisamente es lo que exige la Federación Nacional de Productores de Leche (FEDELECHE), en cuyas filas hay 16 mil asociados.
Según cifras de la gremial láctea, en el periodo enero-mayo de 2006, Argentina exportó el equivalente a 21 millones de litros de leche, versus 14 millones de litros para el mismo lapso del 2005. Lo anterior ha llevado a que Argentina pasara de representar el 35,4% del total importado por el país en el 2005, al 71% en lo que va del 2006.
En leche fluida, el aumento de las importaciones entre enero-mayo fue de 300%, mientras que de leche en polvo fue de 104%, y de 152% en queso gouda.
El presidente de FEDELECHE, Adolfo Larraín fue enfático al señalar que “el sector lácteo nacional no tiene miedo a competir con productos extranjeros, siempre y cuando lo hagamos en igualdad de condiciones y sobre bases de un comercio leal y justo”. Los productores critican que Argentina está desplazando al sector local por medio de prácticas de dumping, a través de subvenciones a los combustibles que usan los agricultores argentinos.
Debido a esto es que FEDELECHE sostiene que estas internaciones ejercen una competencia desleal hacia los productores chilenos; cuyos efectos más evidentes han sido el congelamiento durante el primer semestre de los precios que les pagan los industriales, y el reciente anuncio de rebaja por sobre el 10% en primavera, lo que los llevaría a sufrir pérdidas por 23 mil millones de pesos a fines del 2006.
Ante estos cuestionamientos, el ministro de Economía, Alejandro Ferreiro, respondió que «las salvaguardias no son resultado de un capricho, sino el cumplimiento de condiciones que hay que acreditar». Por ello, señaló que se deben respetar los tiempos para que la Comisión de Distorsiones estudie el caso. Ferreiro hizo estas declaraciones en la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), en el marco de la reunión del Consejo Exportador Público-Privado.
En Valdivia, el ministro de Agricultura, Álvaro Rojas Marín, dijo a El Ciudadano que, “hay plazo hasta el 4 de octubre para tomar una eventual decisión de una salvaguardia provisoria”. Respecto a los porcentajes, Rojas fue tajante: “La Comisión debe tomar tal decisión técnica”.
No obstante, los lecheros solicitaron una salvaguardia de 31,5% contra las importaciones argentinas de leche fluída, leche en polvo y queso gouda.

AMENAZA ARGENTINA
Mientras se resuelve la problemática en Chile, los trasandinos, al enterarse de la petición lechera, amenazaron de inmediato que recurrirían a la OMC oficiando de reclamantes. Además, trascendió que el similar de FEDELECHE en Argentina, el Centro de la Industria Lechera, comenzó a afinar un informe que contiene la estrategia técnica y política para hacer frente a la solicitud de salvaguardias.
Chile restó dramatismo al anuncio de Argentina de recurrir al organismo internacional, «Si Chile entiende que hay requisitos y aplica la salvaguardia, aquellos que tengan una opinión distinta recurren a la OMC, Chile concurrirá a defender su derecho (…) Precisamente para eso está la OMC, para dar cuenta de los conflictos comerciales”, sostuvo el ministro Secretario General de Gobierno, Ricardo Lagos Weber.
Pero para algunos el tema de las salvaguardias es sólo la punta del iceberg, ya que el problema es generado por los Tratados de Libre Comercio (TLC), suscritos por Chile.
En este sentido, el presidente nacional del Movimiento Unitario Campesino y Etnias de Chile (MUCECH), Rigoberto Turra Paredes, concuerda que la base del problema son los TLC.
“Desde la década del 80 hemos sido claros, hay que tener cuidado con la incorporación de Chile en los TLCs. Sabíamos de los problemas que íbamos a tener con la leche
y el grano. Creemos que Chile debe hablar claro con su agricultura y los sectores más postergados. El Gobierno tiene que aclarar si hay subsidios encubiertos o no de parte de Argentina con su agricultura…pero hablemos claro ¿qué temor tenemos?”, disparó el dirigente campesino.
Turra está convencido que la agricultura tradicional no tiene boletos para subir al tren exportador, situación que refriega con firmeza en la cara del gobierno.
“Los TLC en ningún lugar del mundo han favorecido a los pequeños agricultores. Nosotros le decimos al ministro que nos muestre un país donde los tratados sirven a la Agricultura Familiar Campesina”, desafió Turra.
El dirigente campesino añadió que es inconcebible que hoy esté entrando más del 175% de la leche que ingresaba antes al país, “Por eso tenemos a los lecheros de Valdivia reclamando. Nosotros apoyamos tal iniciativa”, solidarizó el personero del MUCECH.

TRIGO EN LA NEBULOSA
Rigoberto Turra, aboga por los derechos de la Agricultura Familiar Campesina (AFC), por ello tiene presente al trigo, pues este rubro concentra más de 80 mil productores a escala nacional. El cereal, específicamente la harina del grano, es uno de los recursos que ha sido protagonista en torno al tema de las salvaguardias.
El trigo está en un panel en la OMC, ante un requerimiento de Argentina para que Chile elimine el sistema de bandas de precios. Además, la Comisión de Distorsiones aún no se pronuncia respecto si renovará la salvaguardia por otro año más, ya que a fin del presente caduca la medida.
La nebulosa tiene muy preocupados a los productores de zonas trigueras, pues esperan con ansias el pronunciamiento de la OMC. A esto hay que añadir que en el ambiente agrícola inquietó que las bandas de precios hayan sido cuestionadas por Argentina. El solo hecho de pensar en el evento que dicho mecanismo llegara a caerse, sería francamente una situación desastrosa para Chile.
Sin embargo, el ministro Rojas ratificó que el Estado tiene el compromiso de mantener hasta el año 2014 un proceso de desgravación, y por lo tanto, habrá que buscar mecanismos que lo puedan suplir en el evento que así ocurriera.
Las bandas de precio del trigo son mecanismos de estabilización de costos, por lo que El Ciudadano cree que Argentina, al haber objetado las bandas, demuestra un doble estándar respecto de los productos agrícolas chilenos. Ellos subsidian a su producción a través de una ventaja tributaria y Chile debiera reclamar y tener mano firme respecto de eso.
El ministro Rojas tiene presente la resolución de la OMC, “Este organismo emitirá un informe preliminar en octubre, cuyo resultado puede ser favorable o desfavorable”, dijo. En el último caso, el titular de Agricultura, anunció que evalúan aplicar una de estas tres medidas: salvaguardias para el trigo por un tiempo (sólo la harina las ha tenido), aranceles compensatorios o anti dumping.
Pero los campesinos claman para que se tome en cuenta su opinión y critican severamente la labor legislativa.
“A nosotros nadie nos ha preguntado respecto de las soluciones. Falta más participación ciudadana. Los tratados son temas tabú para la población. Los parlamentarios no saben lo que legalizan, no preguntan a las organizaciones campesinas, llegan y firman”, aseguró Turra.
El Ciudadano cree que todas las amenazas y diferencias serían resueltas con más eficiencia, en un encuentro entre los productores chilenos y argentinos. Si las cosas se conversan, la gente se entiende. De tal manera de prescindir de estos mecanismos burocráticos, que sólo generan incertidumbre en los pequeños productores.

Mauricio San Cristóbal


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